Bentley amplia su portafolio por medio del Continental GT S y GTC S, se trata de dos opciones que destacan por su desempeño y apariencia deportiva.
El motor, no se ha tocado. Hablamos de un V8 de 4.0 litros de 542 hp y 770 Nm de torque, suficiente para alcanzar los 100 km/h en cuatro segundos. Claro está, que gracias a todas las modificaciones del paquete S, este motor ronca mucho más, en especial por la adición de un sistema de escape de alto desempeño.
Este V8 otorga a los modelos Continental GT S un carácter receptivo y ágil, y esto se ve amplificado por el Bentley Dynamic Ride, el avanzado sistema de control antivuelco activo eléctrico de 48 volts.
Al generar hasta 1.300 libras-pie de torque en 0.3 segundos, los motores dentro de las barras estabilizadoras compensan activamente las fuerzas de las curvas para minimizar el balanceo de la carrocería en curvas pronunciadas, al mismo tiempo que mejoran la comodidad de conducción a velocidades de crucero al desacoplar el lado izquierdo y el derecho. Esta tecnología ya la hemos visto en muchos SUV y el resultado es cuantioso, más aun en autos tan pesados, como es el caso del Continental.
Ambos modelos, destaca por el negro brillante en la parrilla, los emblemas y las llantas de 22 pulgadas, los focos ahumados, los calipers en rojo y las salidas de escape cuádruples.
Adentro, el GT S y el GTC S ofrece tapicería de gamuza Dinamica en el volante, la palanca de cambios y los asientos. También hay superficies de cuero y una insignia de metal con la firma S en los estribos iluminados.
Con esto, la familia S va creciendo, considerando que ya existe el Bentayga S y el Flying Spur S. Estas versiones se ponen de contrapunto a la gama Azure, más orientada en el confort.