Hyundai en esta última semana no dejó a nadie indiferente. Pocas veces una marca golpea la mesa con tantas novedades en tan poco tiempo y por supuesto que aún nos quedaba una por comentar, el RN22e, una especie de Ioniq 6, tal cual como el que se acaba de lanzar hace poco, pero en una versión de carreras.
El RN22e es un prototipo de trabajo, un laboratorio con ruedas como le dicen en Hyundai y que junto con el N Vision 74, sentarán las bases para los futuros deportivos de la marca. Hyundai y su división N ya habían estado trabajando con anterioridad en varios prototipos, en especial los de la serie RM, R por "Rolling Lab" y M por "Midship" o sea "motor en posición central". De estos salieron varios autos extraños, incluyendo algunas versiones del Veloster con motor central. El proyecto RM ha evolucionado y ha dado pie a estos dos modelos especiales.
En el caso del RN22e, técnicamente es una versión de carreras del Ioniq 6, pero 100% impulsada por electricidad. Mostrará todo lo que es capaz de hacer la división N de Hyundai con el fin de entregar un nivel de performance que nivele la entretención con la potencia, valores que ya hemos podido disfrutar en algunos de sus modelos N, como el Veloster N y el i30 N.
El RN22e tiene tres pilares estratégicos a desarrollar. El primero es el concepto de "corner rascal", una frase que se lee mejor en ingles que en español, puesto que hace alusión a la comadreja y su carácter pillo y ágil. En los modelos N actuales, se utiliza un diferencial LSD de gestión electrónica. Como el RN22e es más pesado, la solución está en explorar las ventajas del torque vectoring activo, o sea, en lugar de usar los frenos, usar un diferencial con embragues multiplaca, como ha hecho Ford y BMW en algunos modelos. Además, para bajar el peso, se ha comenzado a experimentar con piezas fabricadas con impresión 3D, lo que permite formas más intrincadas en la suspensión, con mayor rigidez y ligereza. Y como es un auto AWD, los modos de manejo ayudaran a seguir perpetuando esa maniobrabilidad tan entretenida que tienen los autos N, variando la entrega de torque donde más se necesita.
Para ir a la pista el auto tiene que aguantar. Para aguantar, el auto tiene que tener muy buena resistencia a la temperatura, especialmente los frenos. En este caso se equipan cálipers monobloque de cuatro pistones y discos de 400 mm en todas las ruedas. Asimismo, Hyundai N estudiará el movimiento del auto para integrar en las maniobras de frenado, la recuperación regenerativa y que esta participe en el equilibrio del auto y los cambios de inercia necesarios para meter el auto en la curva.
El último pilar es probablemente la parte más complicada, que es generar una característica emocional en el manejo. En los autos normales, esto se da de una sencilla manera: el ruido del motor y del escape. En este auto, Hyundai propone el sistema N Sound+, con parlantes interiores y exteriores, además de un sistema de generación de ruido que integrará la vibración y la sensación de cambios. Ya no será como acelerar un "secador de pelo"... o al menos eso suponemos.
La carrocería del Ioniq 6 resultó beneficiosa para este ejercicio por su aerodinámica, pero por supuesto que ha sido ensalzada con un kit aerodinámico funcional y agresivo, que logra una presencia ancha, rebajada y con un carisma particular.
Y claro, al RN22e lo motivan dos motores que en conjunto entregan 430 kW y 740 Nm de torque. Se alimentan de una batería de 77,4 kWh y puede lograr una velocidad punta de 250 km/h, bastante más que cualquier auto eléctrico de calle, que por lo general vienen muy limitados.