Como ya sabrás si lees Autocosmos, varias son las marcas que han dejado de producir vehículos en Rusia como parte del paquete de sanciones impuesto por occidente por la decisión del Kremlin de profundizar las acciones bélicas en Ucrania. Lo cierto es que estas sanciones repercutieron en el trabajo de miles de familias, por lo que el gobierno ruso decidió tomar cartas en el asunto.
Según el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, ya está en marcha la resurrección de la antigua marca Moskvich, que se fundó en 1929 y operó hasta 2002, cuando se declaró en bancarrota. Ahora Moskvich operará en la fábrica AvtoFramos que Renault dejó sin uso luego de su salida de ese país y la venta de sus acciones en AvtoVaz a una empresa estatal rusa. Es por eso que la planta pasará a llamarse Fábrica de Automóviles de Moscú Moskvich y volverá a producir vehículos en diciembre de 2022, es decir, en apenas dos meses.
El plan es ensamblar 600 vehículos hasta fin de año, 200 de los cuales serán 100% eléctricos. Para 2023, Moskvich tiene como objetivo aumentar la producción a 50.000 unidades. Para que esto sea una realidad, se están invirtiendo cinco mil millones de rublos (alrededor de USD 82 millones).
¿Qué vehículos fabricarán?
En esa planta no veremos modelos de Renault, ya que aunque la marca cesó operaciones, el uso de sus diseños está prohibido. Sin embargo, quien se hará cargo de la producción será la marca rusa Kamaz (reconocida por sus camiones que han ganado varias etapas del Dakar) que además ha firmado un convenio con la empresa china JAC Motors. El fabricante chino proporcionará no solo el diseño y la plataforma para los automóviles, sino también las herramientas necesarias para que la fábrica construya los vehículos.
Así que, probablemente no veamos el resurgimiento de viejos modelos diseñados en la Unión Soviética, sino vehículos ya existentes en el portafolio de JAC Motors pero con el emblema de Moskvich.
Cabe recordar que, aunque Renault ha salido de Rusia, el acuerdo firmado permite a la marca francesa recomprar su participación en los próximos seis años. Nissan, que también vendió sus activos a la empresa estatal rusa por 1 euro, tiene un acuerdo similar, lo que significa que teóricamente podría regresar al mercado ruso en cualquier momento hasta 2029.
Por lo pronto, dadas estas condiciones resulta relativamente sencillo para Moskvich resurgir de las cenizas y se entiende el apuro para hacerlo, no solo para la preservación de los puestos de trabajo, sino para generar confianza en que Rusia puede enfrentar la situación actual.