Ford reemplazará sus paquetes de baterías de iones de litio que actualmente utiliza en sus modelos eléctricos, por otras compuestas por fosfato de hierro y litio (LFP), misma tecnología en que están trabajando marcas como Volkswagen, Chery y muchos fabricantes de origen chino.
Desde la división dedicada a brindar soluciones referidas a la productividad y reducción de costos, aseguraron que el cambio permitirá bajar los valores de producción “entre un 10% y un 15%”, tal como sostuvo Ted Cannis, CEO del área.
En el mundo de la movilidad eléctrica, la reducción de los altos costos de producción de las baterías es uno de los principales objetivos que buscan desde hace años las automotrices, teniendo en cuenta el impacto que ello provoca en los precios de los vehículos eléctricos. Para peor, en el último tiempo el valor de las baterías de iones de litio subió tras una década, por lo que habrá que seguir con atención el desarrollo de las LFP.
Además del factor económico, Cannis señaló que las baterías LFP “son más duraderas, al permitir más ciclos de carga”. Además, son más seguras, aunque también es cierto que no cuentan con la misma densidad de energía que una de iones de litio, lo que repercute en la autonomía del vehículo. En síntesis, el CEO aseguró que las LFP “podrían ser una buena solución para aquellos clientes que no buscan tener la autonomía que brindan las de iones de litio”, pero que sí necesitan mayor durabilidad.
Ford implementará su nuevo paquete de baterías “a finales de este año”, según sostuvo Cannis. Lo harán en el mencionado Mustang Mach-E y también en la F-150 Lightning, la pick-up eléctrica más vendida en Estados Unidos. Se espera que el cambio suceda solo en el mercado estadounidense