En las últimas horas, Toyota admitió haber realizado modificaciones para las pruebas de choque del nuevo Yaris. Estamos hablando de la flamante generación del sedán, develado al mundo en agosto del 2022, y que ya se produce en Tailandia. Justamente, de allí provinieron las unidades implicadas en el fraude.
De acuerdo a lo manifestado por la propia marca japonesa, fue Daihatsu, firma que desarrolló la variante low cost de la plataforma TNGA (denominada DNGA) que oficia de base del nuevo Yaris, el que manipuló los crash test de nada menos que 76.000 unidades del modelo.
Fraude en Toyota: Lo que pasó
Toyota informó que, para las pruebas de impacto lateral, a los Yaris se les añadió una muesca en las puertas, con el fin de que la contrapuerta no se rompa y, al desplegarse el airbag lateral, evitar que los ocupantes sufran lesiones. El hecho salió a la luz cuando se realizó una denuncia interna en Daihatsu. Por lo pronto, se desconoce quién o quiénes llevaron a cabo la manipulación, el grado de conocimiento de los ejecutivos de la firma, y si aprobaron o no dicha acción.
En teoría, las modificaciones realizadas para las unidades que podían llegar a ser usadas en los crash test no se llevaron a cabo en las demás. Estamos hablando de vehículos producidos desde agosto del año pasado, y que tenían como destino México, Medio Oriente y Tailandia, pero que, producto de la denuncia, se interrumpió su entrega, según informó Daihatsu.
El recientemente ex CEO de Toyota y actual presidente del directorio de la compañía, Akio Toyoda, se refirió al hecho como una violación “inaceptable” a la confianza de los clientes de la marca. Además, aseguró: “Vamos a realizar una investigación detallada, para entender fielmente lo que sucedió, conocer las verdaderas intenciones de los que lo hicieron y trabajar para que no se repita”.
Por su parte, desde Daihatsu aseguraron que retomarán las pruebas de choque con una mayor supervisión, con el fin de evaluar la seguridad de las unidades antes de reiniciar los envíos a sus mercados finales. Para peor, no solo hubo Yaris sedán implicados en la maniobra, ya que también participaron alrededor de 11.000 Perodua Axias, versión del Yaris fabricada y comercializada en Malasia.
La develación pública de tamaña manipulación acontece a menos de un mes del establecimiento de Koji Sato como CEO de Toyota. “Tenemos que encontrar la causa de lo que sucedió, incluyendo el entorno en el que se generó”, expresó.
