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BMW i7 xDrive60, primera impresión de manejo

Es una de las versión más poderosas de la nueva berlina eléctrica de la marca alemana. La manejamos donde hay que hacerlo: por las Autobahn sin límite de velocidad.

BMW i7 xDrive60, primera impresión de manejo

BMW nos invitó a Alemania para ver algunas cosas de su futuro de las que aún no podemos hablar. Pero para desplazarnos, nos permitió manejar a nuestro antojo algunas de sus más sobresalientes “ultimate machines” eléctricas disponibles en el mercado.

Una de ellas es el i7 en su versión xDrive60. Este modelo, como muchos ya saben, es la versión 100% eléctrica de la nueva generación de la Serie 7, lanzada globalmente en 2022 y puesta a la venta en Chile a inicios de este año. Y la versión xDrive 60 es por ahora la más poderosa de la gama, hasta que entre a los concesionarios el poderosísimo i7 M70 con sus 670 Hp.

Pudimos manejar el i7 todo el camino de regreso desde la ciudad de Sokolov, en el oeste de República Checa, hasta Múnich, con 290 kilómetros recorridos por carreteras secundarias y por las estupendas autopistas alemanas, que en muchos tramos se nos presentó sin límites de velocidad.

Y después de 20 años en este negocio, les puedo asegurar que no hay mejor test que poder manejar un auto eléctrico de alta potencia en una carretera libre de velocidad. No hay mejor.

BMW i7, el producto por fuera

El i7 es básicamente un Serie 7 pero con una inmensa batería instalada en el piso. Y después de sus inicios en la electrificación con vehículos de diseño especial como el i3 y el i8, la marca decidió que sus nuevos modelos eléctricos fueran iguales que los de combustión, salvo por detalles estéticos.

Así, el i7 es una berlina que tiene las gigantescas proporciones de la Serie 7, con 5,39 metros de largo, 1,95 metros de ancho y 3,21 metros entre los ejes, todo ello envuelto en un diseño que lo hace ver incluso más grande.

Sorprendentemente, la aerodinámica del auto está tan bien trabajada, que pese a su frontal de 2,6 metros cuadrados de superficie, es capaz de entregar un coeficiente aerodinámico de apenas 0,24.

Estéticamente, el i7 tiene todo lo que ya vimos en el Serie 7, como sus nuevos grupos ópticos divididos en cuatro, si se consideran luces altas, bajas, de posición, diurnas y neblineros. Vale decir que nuestra unidad incluía una decoración opcional con cristales de Swarovski que permite un juego de luces muy especial. En la zaga destacan los faros finos, un portalón muy vertical y una estética bastante minimalista.

Es una estética de auto de súper lujo, con un frontal prominente y líneas bastante clásicas, mezcladas con elementos modernos como las manillas escondidas dentro de la carrocería, las que, además, esconden un botón que permite abrir o cerrar la puerta completa de forma automática. Para que este sistema opere sin riesgo de chocar la puerta contra algo, hay una serie de sensores bajos de proximidad.

BMW i7, el fabuloso interior

Vale decir que el Serie 7 siempre ha tenido un habitáculo amplio, pero con sus nuevas dimensiones, hoy cuenta con las que podrían ser las mejores plazas traseras del mercado.

Una de las excentricidades tomadas de la anterior generación es el asiento llamado Executive Lounge, y como su nombre lo indica, es una plaza trasera que permite que el pasajero estire las piernas y quede sentado en un buen asiento tipo clase ejecutiva de un avión, al adelantar y abatir la plaza delantera del copiloto, y mover la base del asiento trasero para poder reclinar el respaldo.

Si la posición final es magnífica, ni hablar cuando se complementa con el denominado Theatre Screen , una inmensa pantalla de 31 pulgadas y 8K de resolución colgada del techo, que permite ver viajar placenteramente viendo una película, un partido de fútbol, contenido de Youtube o en una teleconferencia. Y además, con todas las cortinillas cerradas para generar una cabina oscurecida.

Todo esto se maneja desde una pantalla táctil de 5,5 pulgadas instala en las puertas traseras. Esto y mucho más, como la decena de opciones de masaje para el asiento, la apertura y cierre de cortinillas (laterales, trasera y techo), la iluminación ambiental, la música y, por supuesto, la conexión al teléfono.

Nuevamente, tras 20 años en este negocio de probar autos, nunca he viajado en una mejor plaza trasera que en este i7.

Adelante, la cabina del Serie 7 eléctrica nos ofrece unas butacas delanteras grandes y confortables, y hasta 4 pantalla para una inmersión digital completa. Está la de los marcadores digitales de 12,3 pulgadas y la del infoentretenimiento de 14,9 pulgadas, unidas dentro de un gran marco común llamado BMW Curved Display y gestionado por el sistema operativo OS8. Está el head-up display de 10” a todo color y con una resolución impecable, y opcionalmente hay una pantalla exclusiva para el copiloto. Y también debuta una línea lumínica llamada BMW Interaction Bar cruzada en el tablero, a través de la cual el auto envía señales a los ocupantes a través de parpadeos o emitiendo luces.

 

BMW i7, la mecánica y el manejo

Esta versión llamada xDrive60 utiliza un esquema de doble motor eléctrico, uno para cada eje, ofreciendo tracción en las cuatro ruedas.

El sistema entrega 544 Hp de potencia y 740 Nm de torque, como en todo auto eléctrico disponibles desde que se toca el acelerador. Ambos se alimentan de una enorme batería de iones de litio con 101,7 kWh de capacidad, que según la marca ofrece una autonomía 100% eléctrica de hasta 625 kilómetros.

Normalmente son autonomías ideales enfocadas en manejo urbano. Nosotros realizamos los 290 km esencialmente en carretera desde Sokolov a Múnich, y nos vinimos realmente rápido. Aun así entregamos el auto con unos 200 km de autonomía restante.

O sea, podemos decir que este i7 ofrece al menos 500 km de rango en carretera, y eso es excepcional.

Al ser una toma de contacto de un día, no nos encargamos de recargarlo, pero para que lo sepan, el i7 ofrece carga rápida de hasta 195 kWh en corriente continua y de 11 kW en corriente alterna.

Cuando nos pusimos al volante del i7, lo primero que te impacta es el sistema de puertas automática. No, no es el botón en la llave que destraba los pestillos como en muchos autos. En este caso, es la puerta misma la que se abre por completo y te permite entrar sin siquiera meterse las manos al bolsillo.

La posición de manejo es principesca, con una butaca altamente acolchada y con ajustes eléctricos para cada centímetro del cuerpo. Es tan cómoda que te da sueño nada más subirte al auto. Se pulsa un botón o el pedal del freno, ponemos la D y ya podemos partir.

Lo primero que hay que decir es que este acorazado de 5,4 metros de largo se mueve como si fuera un FIAT 500. Quizás exagero la nota, pero no se siente ni pesado, ni desproporcionado. Es grande, por supuesto, y hay que acostumbrarse a sus cotas para no rasparlo por ahí y por aquí, pero resulta gratificantemente sencillo manejar el i7. Cierto, fueron casi puras carreteras y no pisamos centro histórico alguno, pero al menos es una buena sensación inicial.

Vale decir que no sólo es silencioso en sus movimientos, sino que todo lo que hace, lo hace suavemente. La dirección está bien asistida y es bastante blanda de movimiento, pero no se siente desacoplada de las ruedas y, por el contrario, es muy directa, rápida de reacciones, y es capaz de entregar mucho tacto a las manos. Esto hace que los giros en el i7 sean cosa resuelta de antemano.

También son suaves los movimientos del auto gracias a unas suspensiones sacadas del taller de Rolls-Royce, con un tacto híper blando que omite todas las asperezas de cualquier tipo de asfalto (incluso con sus neumáticos de 21 pulgadas), y que es lo que se espera de un sedán de altísima gama.

Sin embargo, si algo sabe hacer BMW son suspensiones mixtas, capaces de adormecer los sentidos por un lado, y de soportar cargas de inercia importantes sin descomponerse por el otro.

Porque en curva y a alta velocidad, el i7 se comporta como un BMW auténtico, y esto sorprende porque son casi tres toneladas de masa que se desplazan lateralmente. Cuestiones de la física dicen, que nos obligan a levantar un poco el pie del pedal. Pero a pesar de esto, el i7 es capaz de mantener altos niveles de aplomo que son impropios de una berlina así. Impresionante, la verdad.

La capacidad de aceleración de este xDrive60, con 544 Hp de potencia y 740 Nm de torque disponibles desde nada más tocar el acelerador, es tan impresionante y brutal que de verdad termina por asustarte. Me pasó en la Autobahn manejando a 180 km/h, y con opción de adelantar a uno que venía algo más lento delante mío.

Pisé el pedal con poca delicadeza y el golpe que me pegó fue tan contundente, que levanté el pie por instinto de supervivencia cuando el velocímetro había superado los 205 km/h en apenas unos segundos. La electromovilidad tiene estas cosas. Autos mucho más pesados aceleran como si fueran plumas, aunque se sabe que tan rápido vas, tan rápido debes frenar, y en esto el BMW i7 es maestro.

Todos los autos eléctricos cuentan con un sistema de retención y recuperación de energía, algo que también está disponible en el i7. Normalmente te ofrecen tres niveles de retención, pero este modelo viene seteado de fábrica en un nivel de alta carga que me pareció bien logrado ya que no interviene en el tacto del pedal, que es algo típico también en este tipo de autos. Así tenemos un buen nivel de recarga en ciclo urbano, pero una gran capacidad de frenada cuando se necesita.

Hay un modo deportivo seleccionable y todo el conjunto se vuelve más sensible y reactivo (motor, suspensión y dirección), y nace del audio un sonido sintético a tono con esta función. Hay un modo Boost accionable desde una leva en el volante que regala 10 segundos de diversión, pero cuidado: ya les dije lo que ocurre cuando se pisa el acelerador en exceso.

Conclusión

El BMW i7 es lo más parecido al auto del futuro que me ha tocado manejar hasta ahora. Del futuro porque ofrece un confort de ensoñación, una deportividad brutal y una conducción sin emisiones, dentro de una máquina plagada de tecnología y sistemas de seguridad activa.

300 kilómetros no serán suficientes para disfrutar de esta nave concebida para entregar placer. Pero tampoco serán suficientes para ir sentado en el asiento trasero derecho, o acostado mejor dicho. El i7 xDrive60 es un modelo para disfrutarlo tras el volante o como pasajero.

No les voy a contar cuál fue mi récord de velocidad con este auto, pero les digo de verdad que es tan cómodo y seguro de llevar, que a muy altas velocidades da la sensación de que fueras muchísimo más lento.

Marcelo Palomino, desde Munich recomienda