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Test Drive Honda CR-V 2023, con todo de "utility" y nada de "sport"

La premiada última generación del Honda CR-V es un ejemplo de ingeniería, funcionalidad y habitabilidad. Lamentablemente - y como buen Honda en Chile- se comercializa a un precio irracional y no tiene atractivos extra que justifiquen ese valor.

Test Drive Honda CR-V 2023, con todo de "utility" y nada de "sport"

De manera discreta llegó a Chile la sexta generación del SUV más vendido de Honda, el CR-V, un auto muy importante, de sobra conocido en muchos mercados y que por sus cualidades de confiabilidad y practicidad, es elegido casi de manera automática por sus fieles clientes.

Esta nueva generación, al margen de que es un auto más atractivo y moderno que el anterior, en la balanza se inclina más por lo “utility” que por lo “sport” y eso le resta atractivo para ser más competitivo en un segmento que hoy tiene muchas alternativas, incluyendo a su eterna rival, la Toyota RAV4. Aun así, la prensa internacional se deshizo en elogios para este modelo.

Honda CR-V 2023: dimensiones y diseño

  • Largo: 4.706 mm
  • Ancho: 1.886 mm
  • Alto: 1.690 mm
  • Distancia entre ejes: 2.700 mm
  • Despeje: 208 mm
  • Maletero: 1.113 L hasta el techo

CR-V ha crecido. Es un auto más grande y lo delatan sus 4,7 metros de largo. Aun así, la marca dice que creció cerca de 68 mm, 40 de estos entre los ejes. Y como el pilar A se retrasó en 120 mm, se logra una silueta más definida, con un volumen frontal más alargado que ayuda a celebrar visualmente esa amplitud, al contrario de la forma más cuneiforme e integrada que tenía la fase anterior.

Todo en la CR-V es sobriedad y aunque no es el diseño más atractivo, los cambios le sientan bien, porque se ve menos sobrecargada. El frontal es más recto, con una gran parrilla de rejilla hexagonal y focos alargados muy finos que se proyectan hacia arriba. Focos y parrilla van unidos por un filete cromado en la parte superior, mientras que más abajo vemos cortinas de aire y una boca alargada.

Por el perfil, lo único llamativo pueden ser las llantas negras, poco común en un Honda, pero el resto mantiene la sobriedad, con una línea sobre la cintura que une los focos delanteros con los traseros, un filete cromado para las ventanas y barras negras en el techo. Atrás se conservan los característicos focos con integración vertical y tecnología LED, además de un discreto spoiler, pero no hay más.

Creo yo que la tónica fue hacer algo de “detox” visual en el diseño, tomando parte de lo visto en Accord y Civic, que han dejado de lado elementos más futuristas por formas más clásicas. A mí en lo personal me parece aburrido, pero hay que admitir que se ve más moderna y más elegante, al margen de la sobriedad.

El maletero es un espacio de tamaño regular (de forma regular, o sea muy cuadradito, lo que es bueno) y que delata una amplitud sin igual. Además, la boca del maletero es muy amplia y el suelo es muy bajo, lo que hace que cargar cosas en este auto sea de lo más sencillo y cómodo. Son detalles como estos los que han cimentado la reputación de Honda: lo práctico. Y la guinda de la torta: una rueda de repuesto completa que no compromete la habitabilidad. Raro sí que no tenga un mecanismo posterior para abatir los asientos.

Honda CR-V: interior

Por dentro se delata la influencia directa del Civic y su galardonado interior. Esto no solo significa un cambio en la ergonomía, sino que también en la posición de manejo, que es mucho más cercana a la de un auto.

Tal como es la tónica con Honda, todo está ordenado y puesto en los lugares más lógicos para que la vida a bordo sea lo más sencilla posible. Jamás se te va a perder un botón o una perilla, sin importar del auto que vengas y es una importante mejora con respecto a la consola anterior. Por ejemplo, el climatizador tiene perillas cromadas de calidad y pantallas LCD para ver lo que estamos haciendo. Además, Honda no mezcló el climatizador con otras funciones como algunos fabricantes alguna vez han hecho, lo que evita confusiones.

Lo mismo la palanca de cambios, con el control de descenso y el freno electrónico, al costado, sin mezclar nada.

El cuadro de instrumentos podría ser más vistoso. Es del tipo mixto, con un velocímetro analógico y el resto en una pantalla combinada. Lo mismo la pantalla del sistema multimedia, de 9”, con CarPlay inalámbrico, botones físicos y un par de puertos USB, con una interfaz muy básica en diseño, pero funcional, porque tiene iconos grandes y legibles, perfectos para no distraerse y para personas que no son muy tech.

Por otro lado, a mí me hubiese gustado algún detalle más premium, un valor agregado extra en los materiales, correctos, pero poco impresionantes. Pasa mucho con los autos de interior completamente negro y lo he dicho otras veces: tanto negro, opaca la calidad percibida que podría entregar un acento de color más vistoso.

Estamos muy acostumbrados en este segmento a tener cosas un poco más innovadoras. Nissan, por ejemplo, hizo algo un poco más moderno con la X-Trail, sin desconocer a un público más tradicional. Por otro lado está la vanguardia de Peugeot con el fascinante interior del 3008 y por supuesto, los chinos con sus pantallas; se siente un poco como estar en un auto más antiguo. La palanca de cambios, el pequeño sunroof o la ausencia de enchufes o puertos USB en las plazas traseras, no le hacen un buen favor a este modelo.

Lo mejor que hay en este interior es el espacio, en especial las plazas traseras, con respaldos reclinables, grandes puertas, grandes ventanas y anclajes ISOFIX de fácil acceso. Es de los SUV más espacioso y cómodos de su segmento.

Sobre la seguridad, solo criticaré la resolución de las cámaras, como las del sistema Lanewatch. El paquete de ADAS Honda Sensing es bien completo y se suma a los 10 airbags de serie que la marca indica, junto con manejo semiautónomo de nivel 2.

Honda CR-V: motor y manejo

Al contrario de RAV4 que tiene una amplia oferta mecánica, Honda solo tiene una opción, un 1.5 Turbo i-VTEC con 188 Hp y 240 Nm, asociado a una caja CVT y un sistema Real Time 4WD inteligente.

Este es prácticamente el mismo motor de la generación anterior e incluso hasta los consumos se replican. Si bien el 3CV homologa 10,4 km/l en ciudad y 15 km/l en carretera, mi consumo de 8,2 km/l en ciudad y de 13 km/l hacia arriba en carretera, se parecen más a los que obtuvo nuestro Editor en Jefe Marcelo Palomino con la CR-V anterior.

Para sacarle rendimiento al 1.5 Turbo, debes usar el famoso botón Econ con la “plantita”, un modo económico propietario de Honda, que lamentablemente se resiente mucho en el acelerador y que solo aconsejo para quienes sientan más satisfacción con la aguja del combustible que con la del tacómetro.

El CR-V, como contábamos, se alza sobre la plataforma del Civic, pero reforzada para cumplir como SUV. La rigidez extra se nota en caminos revirados y si a eso le sumamos el trabajo del sistema de tracción, encontraremos una conducta muy de auto, como ir sobre rieles.

La dirección no me ha gustado nada, principalmente porque tiene un punto vago liviano y muy marcado que quizás se hizo en función del público principal, orientado al confort y la estabilidad, que no fuera tan nervioso en línea recta, pero eso justamente creo yo, le quita fidelidad a nuestros movimientos, al exhibir un ligero retardo en la maniobra.

La respuesta del motor podría ser mucho mejor con otra transmisión. Las CVT de Honda apuntan más a la suavidad y el consumo. En eso, no hay problema, pero en desmedro de una sensación de potencia y torque más directa y reactiva. Las levas al volante pueden ayudar un poco, más si pones el modo Sport, pero nada más.

Honda CR-V: resumen

Tal como he dicho con muchos otros Honda, me sigue pareciendo poco lógico que una marca generalista venda sus autos a precio de marca premium. Sin embargo, el negocio les funciona porque hay un público muy fiel que sería capaz de pagar cualquier precio por un Honda de nueva generación, como si no existiera ninguna marca más.

Para efectos de esta generación, la gama queda entre los 35 y 40 millones de pesos, un precio tan irracional que queda fuera de comparación ante cualquier modelo semejante, incluso una Toyota RAV4 o un Nissan X-Trail, que en el peor de los casos pueden alcanzar esos precios, pero con un propulsor híbrido, una gran diferencia.

La CR-V, como digo en el título, es un auto con todo de “utility” y cero de “sport”. Es increíble, tremendamente espaciosa, racional, muy práctica, funcional, pero no te genera absolutamente nada, ni por diseño, ni por dinamismo o por funciones novedosas.

Honda CR-V 2023 - un SUV con nada de Sport y con todo de Utility (Test Drive)

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