Con el objetivo bien puesto en ser una empresa libre de carbono para 2040, Volvo da otro importante paso: no fabricará más motores a diésel a partir de 2024. El anuncio se dio durante la Semana de Clima, con sede en Nueva York, donde la marca refrendó su compromiso en ser uno de los primeros fabricantes en tomar acciones de este tipo.
La decisión y el anuncio no son sorpresa para los que trabajamos en industria, pero quizas a varios usuarios en mercados menos avanzados (Latinoamérica) podría pillarlos volando bajo, considerando que durante muchos años, Volvo se sostenia gracias a su oferta Turbodiésel.
¿Entonces por qué?
Es simple, pues si bien los motores que emplean diésel emiten menos partículas de CO2 que uno a gasolina, sí generan mayores cantidades de óxido de nitrógeno (NOx), el que tiene un mayor efecto negativo en el medio ambiente, sobretodo en la calidad del aire.
Luego está el tema del negocio, pues como ya te comentaba, a pesar de que las motorizaciones a diésel significaron mucho dinero en ventas para la marca, ya sabemos hacia donde se inclina la tendencia actual del mercado:
- En 2022 los motores diésel únicamente tuvieron el 8.9% de las ventas globales
- En 2023 (cierre de agosto), los modelos electrificados representaron el 33% de ventas globales
- El 67% restante se mantuvo en los modelos a combustión que usan gasolina.
“Los sistemas de propulsión eléctricos son nuestro futuro y son muy superiores a los motores de combustión: generan menos ruido, menos vibración, menos costos de servicio para nuestros clientes y cero emisiones de escape. Estamos totalmente enfocados en crear una amplia gama de vehículos premium totalmente eléctricos que cumplan con todo lo que nuestros clientes esperan de un Volvo, y sean una parte clave de nuestra respuesta al cambio climático”.
Jim Rowan, CEO de Volvo Car.
El último motor turbodiésel que Volvo desarrolló, fue un cuatro cilindros de dos litros que generaba entre 148 hp y 232 hp dependiendo de las versiones. Este motor contaba con uno o dos turbos y ya disponía de hibridación ligera para mejorar sus relación con las normativas medioambientales. En Chile al menos, ya no hay oferta diésel y solo se ofrecen modelos bencineros MHEV o PHEV (Recharge).