Se cumplen 70 años del primer 1400 producido en la fábrica de SEAT de la Zona Franca de Barcelona, solo tres años después de la creación de la marca española como sociedad. El modelo marcó el inicio de la historia de la compañía, que posteriormente lanzó modelos más accesibles para poner a España sobre ruedas, y sentó las bases del exitoso futuro de la compañía SEAT S.A. que hoy conocemos.
La línea de montaje de SEAT se inauguró el 5 de junio de 1953, y a finales de ese año trabajaban 925 miembros en la plantilla. Desde entonces, SEAT ha fabricado más de 20 millones de vehículos desde el año 1953 y, solo en la planta de Martorell, tras 30 años de funcionamiento, se han fabricado más de 12 millones de vehículos de un total de 45 modelos.
No nos maten a SEAT
Hoy SEAT está más en forma que nunca. La compañía ha logrado unos resultados financieros récord con un beneficio operativo de 501 millones de euros impulsada por el éxito de CUPRA y gracias a la contribución de la marca SEAT, que entre enero y septiembre de 2023 ha entregado un total de 221.700 vehículos, lo que supone un 21,6% más respecto al mismo periodo del año anterior. Además, la compañía, la única que diseña, desarrolla, fabrica y comercializa automóviles en España, está invirtiendo 3.000 millones de euros para afrontar una transformación industrial, organizativa y cultural para pasar de la combustión a la electricidad.
Desde sus comienzos, SEAT ha lanzado siempre vehículos diseñados y desarrollados para el cliente y sus necesidades. Cuando el SEAT 1400 se presentó en 1953, abrió el camino a unos niveles de movilidad superiores, con la estilizada imagen de un vehículo americano y el lujo y la elegancia tan apreciados en los automóviles de la época. Dando un salto en el tiempo hasta hoy, podríamos llamar al León como su sucesor espiritual.
¿Qué ha pasado en 70 años?
El diseño ha evolucionado tanto como las necesidades de los clientes han cambiado. En los años cincuenta prevalecía el uso de los cromados, los faros delanteros redondos de gran tamaño, los discretos focos traseros, o las sinuosas y elegantes curvas de los grandes paneles de chapa. Hoy, prima el trabajo conjunto entre ingenieros y diseñadores para maximizar la aerodinámica, la seguridad, el dinamismo, la visibilidad, y el confort. El León aporta una estética más limpia y definida, con una iluminación completamente de LED de gran alcance y luz blanca para no agotar la vista, una gran habitabilidad sin comprometer el tamaño exterior, y donde no se perciben los muchos dispositivos tecnológicos escondidos a lo largo y ancho de la carrocería.
En el interior, las butacas corridas han dado paso a unos asientos envolventes capaces de hacer cómoda la conducción a lo largo de muchos kilómetros, manteniendo siempre el cuerpo pegado al asiento para priorizar la seguridad. Asimismo, el maletero del SEAT 1400 era grande, pero la rueda de repuesto ocupaba gran parte de su volumen. Hoy, el piso más profundo del SEAT León, y los huecos específicos para la rueda de repuesto, así como para el subwoofer del sistema de sonido, ofrecen una capacidad de maletero mucho más amplia para el escaso voladizo de su carrocería. Si es necesario más espacio, la versión familiar Sportstourer ofrece hasta unos increíbles 620 litros en su versión no electrificada.
En cuanto a la evolución de la mecánica, 70 años han dado para mucho. El 1400 apenas tenía 43.3 Hp y una caja de cuatro velocidades. En contraste, el León casi tiene 200 Hp en su versión e-Hybrid, gracias a un motor 1.4 TSI combinado con un motor eléctrico y una caja DSG automática.
El 1400 en cifras
Al final de la producción inicial del SEAT 1400 en 1954, se habían producido 1.345 unidades, pero tan solo fue el comienzo. La familia 1400 continuó con la introducción del 1400 A en 1954, el 1400 B en 1956 y el 1400 C en 1960, junto con una serie de versiones especiales —carrocería familiar, comercial y hasta furgoneta—. Con cada versión, se incorporaron mejoras de rendimiento y diseño, lo que ayudó a consolidar su posición en el mercado y a hacer crecer a SEAT como marca.
El 1400 colaboró en el gran crecimiento de la compañía. Aunque las cifras iniciales de producción eran pequeñas, a finales de 1954 se habían entregado 959 unidades y, un año después, la producción anual se acercaba a las 3.000, y se produjo con casi el 100 % de componentes de origen nacional. En 1956 se fabricaron 7.000 vehículos, y un año después se llegó a los 10.000. Al final de su comercialización, se habían vendido 98.978 unidades y la marca había garantizado su posición en el mercado, y en la historia del automovilismo en España.