Para fines de esta década, SEAT mutará hacia una empresa completamente diferente, concentrándose en una marca de movilidad urbana eléctrica, mientras que CUPRA será la encargada de mantenerse dentro del sector automotriz puro.
Pero la transición de SEAT S.A. hacia la electrificación implica una transformación aún mayor; la de las personas, por lo que aparte de la formación a gran escala de la plantilla para capacitarla ante los retos que plantea la producción de vehículos eléctricos, también supone un cambio de paradigma en la metodología de trabajo, ya que “hay que dejar de pensar en los distintos sistemas del auto de forma individual y empezar a verlos como parte de un todo interconectado”.
Este es el objetivo de la e-House, el nuevo departamento de SEAT S.A., donde confluyen perfiles técnicos de áreas muy diferenciadas para trabajar en el desarrollo y aseguramiento de la electrónica del Small BEV en Martorell.
SEAT será quien liderará el clúster Small BEV del grupo, menteniendo a más de 100 proveedores principales para tratar la transformación hacia la electrificación, de cara a producir una familia de autos eléctricos en el segmento de entrada.
Vale decir que los dos primeros modelos eléctricos compactos que saldrán de este clúster serán el Volkswagen ID.2, que con 450 km de autonomía objetiva, pretende lanzarse en torno a los 25 mil euros, y luego el CUPRA Raval, que compartirá base y componentes. Ambos se producirán el España, el primero en Navarra y el segundo en Martorell.
Recordemos que el Grupo Volkswagen continúa sistemáticamente su transformación, por lo que las entregas de vehículos eléctricos aumentaron un 45%, hasta alcanzar 531.500 unidades en todo el mundo durante los primeros nueve meses del año, lo que elevó la cuota de BEV del total de entregas del 6,1 al 7,9%.
