El 29 de diciembre de 2013, el automovilismo deportivo se estremeció al darse a conocer que el siete veces Campeón Mundial de Fórmula 1, Michael Schumacher, sufrió un accidente de ski que le podría costar la vida.
Ese día Michael y su hijo Mick estaban esquiando en los Alpes Franceses, cuando pasaron por una zona mal delimitada donde el piloto alemán tuvo una caída y golpeó directo con la cabeza en unas rocas. Los doctores dijeron que gracias a que utilizaba un casco especial para ski, el piloto no había muerto, pero tenía graves lesiones en la cabeza.
Fue llevado al Hospital de Grenoble, en helicóptero, donde fue operado varias veces para reducir el daño del accidente y posteriormente inducido al coma para reducir la actividad cerebral y permitir una mejor recuperación.
Varios meses después se reportó que Schumacher había tenido algunos movimientos y también que estaba recuperando la conciencia, sin embargo, ninguna de estas informaciones se pudieron confirmar.
En junio de 2014 fue llevado al Hospital de la Universidad de Lausana, en Suiza, para posteriormente ser trasladado a su chalet suizo, en septiembre del mismo año.
Desde ese momento se han esparcido rumores sobre el estado de salud del Kaiser, desde que lo mantienen con un respirador artificial, hasta que está consciente pero con graves problemas para comunicarse y discapacitado para poder caminar.
El mayor acercamiento que se ha tenido a la familia son las entrevistas que se realizaron para su documental, estrenado en Netflix el 15 de septiembre de 2021.
La realidad del estado de salud de Michael es un secreto y tal vez nunca sepamos realmente que es lo que ha pasado con el multicampeón en estos años.
Otros accidentes
Esta no era la primera vez que Schumacher se veía involucrado en un accidente grave fuera de la Fórmula 1, pues tras su primer retiro de la Fórmula 1, el alemán quiso seguir buscando adrenalina en las pistas y comenzó a correr motocicletas.
En 2009 tuvo una fuerte caída que le dejó una importante lesión en el cuello, misma que meses más tarde le impidió volver a subirse a un Fórmula 1 para reemplazar a Felipe Massa.
Antes de ello ya se había reportado otra caída del alemán, pero fue menos violenta que la de febrero de 2009, donde circulaba a unos 195 km/h.
Varios años antes, en 1999, Schumacher se rompió la pierna en el Gran Premio Británico, cuando los frenos traseros de su Ferrari fallaron en la curva Stowe, haciendo que el alemán perdiera el control del monoplaza y se estrellara a alta velocidad contra la barda.
Tras ello no pudo competir en los siguientes 6 Grandes Premios, volviendo para las dos últimas carreras del año, donde finalizó en el segundo lugar. Para la siguiente temporada el Kaiser inició su racha de 5 Campeonatos Mundiales consecutivos.
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