Los ciclos generacionales de los productos de Toyota tienden a ser largos y que mejor ejemplo que el de su 4Runner, SUV mediano que casi tras 15 años de vida por fin recibe una nueva generación, la sexta para ser exactos. Con esta nueva iteración, Toyota aprovecha mejor lo que ya tenía en “el laboratorio” para mejorar capacidades y procesos en la construcción de este SUV. Te contamos qué cambia para su nuevo capítulo.
Una Tacoma hecha SUV
Prácticamente desde su inicio, el 4Runner compartió plataforma con una camioneta (la Hilux en unos inicios) por lo que siempre cumplió con el requisito esencial para ser un SUV de verdad y no solo por nombre. En ese sentido su chasis tipo escalera le daba capacidades reales para el off-road. Aunque con el paso del tiempo su plataforma se fue transformando para tener un desarrollo propio.
Hoy, en un esfuerzo de optimización de costos, Toyota ha usado la plataforma TNGA-F. O sea, como ya contábamos, agarró a la Tacoma y la transformó en un SUV, asi que te encontrarás con varias similitudes. Ojo, que por lo mismo, el 4Runner también se acerca mucho al Land Cruiser Prado.
Un 4Runner para todos
Toyota ha visto que en el mercado de los SUV hay una gran demanda por variantes de todo tipo. Por ello, —al menos en Estados Unidos, lugar donde se presenta primero este producto—, han desarrollado versiones que se enfocan desde lo más capaz y adaptable a cualquier situación en off-road complejo, hasta otras versiones que son para aquellos que quieren un SUV solo por la apariencia y que lo más lejos que irán es al mall y uno que otro viaje ocasional en carretera.
Por ello notaremos frentes distintos que acorde a la versión pueden entregar mejores ángulos de entrada y montar protectores de bajos, pasos de rueda más anchos y contrastados en color negro, capacidad de añadir luces auxiliares, ganchos mecánicos y toda una serie de modificaciones totalmente pensadas en hacerla más capaz de llegar a terrenos cada vez más accidentados.
Acorde a la variante veremos llantas y neumáticos pensados para off-road u otros más estéticos, así como hasta elementos cromados y con tonos más uniformes para ir más acorde a un uso urbano.
No podemos negar que parte de la forma de parrilla, focos y otros elementos son muy parecidos con Tacoma, pues como ya mencionamos, comparten mucho más que la plataforma.
En esta nueva generación es 11,9 cm más larga, 5 cm más ancha y con 6,1 cm más de distancia entre ejes. Sus medidas totales son las siguientes:
- Largo: 4.950 mm
- Ancho: 1.976 mm
- Altura: 1.798 mm
- Distancia entre ejes: 2.844 mm
- Despeje: 236 mm
Interior similar al de Tacoma, pero con una identidad más llamativa
Por dentro, 4Runner mantiene un tablero que prácticamente es una calca de lo que vimos en Tacoma, con el mismo acomodo de botones, manillas, perillas y demás. Claro, con ciertas diferencias de acabados y hasta colores acorde a la versión. Teniendo eso en cuenta se garantiza un interior amplio, con muchos espacios para almacenamiento, incluso debajo de los asientos traseros.
A nivel de equipamiento se pueden tener pantallas centrales táctiles que van de las 8” para las variantes más accesibles, a las de 12,3” para las intermedias y finalmente de 14” para los modelos más completos.
Hay opciones de asientos en tela con ajuste manual, hasta unos en cuero acondicionado para uso pesado, con ajuste eléctrico, calefacción y ventilación. Se suma un cuadro de instrumentos digital, conectividad con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica, sistema de audio JBL, tercera fila de asientos opcional, cámaras con visión en 360°, entre muchas otras cosas más.
Hablando de seguridad, el 4Runner ofrece la suite 3.0 de las asistencias avanzadas a la conducción de Toyota en toda la gama, eso incluye: monitor de punto ciego, freno autónomo de emergencia, mantenimiento de carril, control de velocidad crucero adaptativo, alerta de tráfico cruzado, luces altas automáticas, entre muchos otros.
Capacidades todo-terreno más inteligentes y potentes
Mecánicamente, la primera gran noticia es el saber que 4Runner también se despide por completo del motor V6 al igual que hizo Tacoma, pero tendrá dos opciones turboalimentadas.
El primer motor es un 4 cilindros turbo de 2.4 litros capaz de generar 278 hp y 430 Nm de par que solo se acoplará a una caja automática de 8 velocidades y que podrá llevar su potencia ya sea al eje trasero o a las cuatro ruedas con un sistema de 4WD permanente o intermitente.
El motor híbrido toma como base el mismo motor turbo de 2.4 litros, pero apoyado por un sistema eléctrico que, con la ayuda de una batería de 1.87 kWh y el propulsor eléctrico pueden generar hasta 326 hp y 630 Nm de par. En esta configuración más potente es capaz de arrastrar hasta 2.721 kg. Usa la misma combinación de transmisión y tracción.
Los modelos de tracción trasera contarán con un diferencial de deslizamiento limitado automático, mientras que las variantes 4WD además de este diferencial, suman una caja reductora de dos velocidades. Pueden seleccionar entre 4WD High y 4WD Low. También lleva la capacidad de bloquear electrónicamente el diferencial trasero.
En cuanto a electrónica, hay modos de manejo para barro, tierra y arena. A ello se suma un control crucero para off-road tanto en ascenso como en descenso.
Hasta el momento Toyota no ha revelado los precios del nuevo 4Runner ni los planes sobre los mercados a los que llegaría. En Chile, a pesar de su costo y de cada vez acercarse a un producto de nicho, sigue estando presente e incluso tuvo buenas ventas durante algunos años, cuando era rival de los antiguos Mitsubishi Montero Sport y Nissan Pathfinder. Hoy, Toyota 4Runner es un producto más especializado, que queda sobre el Toyota Fortuner y que cuyas prestaciones solo encuentran competencia en autos como el Jeep Wrangler Unlimited y en menor medida, el nuevo Tank 300.
Ya veremos si Toyota decide traer al 4Runner a Chile o llenar ese espacio con un Land Cruiser Prado, modelos que comparten plataforma, motores y aptitudes off-road, con algunas diferencias clave en carrocería y suspensión. Quien sabe, capaz terminan los dos en Chile...