Al finalizar el Gran Premio de Qatar 2023, las imágenes de los pilotos eran alarmantes, pues, aunque es normal ver a los pilotos descender sudados desde los monoplazas, la cara de fatiga y esfuerzo extremo era un denominador común entre todos los integrantes de la parrilla, incluso Logan Sargeant (Williams) debió abandonar la carrera por malestares físicos.
Los reportes indicaban que la temperatura dentro del habitáculo del monoplaza llegó a estar en unos 80 grados centígrados (31° ambiente), a lo que se le debe sumar que la FIA obligó a los pilotos a hacer cambio de neumáticos dos veces por los daños que causaban los lavaderos en las llantas, lo que se tradujo en que podían ir a fondo prácticamente toda la carrera con sólo 20 vueltas por juego de neumáticos.
Todo ello generó la tormenta perfecta para que al final de la competencia los pilotos se quejaran de mareos y muchos de ellos de vómito (Esteban Ocon vomitó el casco), por el esfuerzo en esas condiciones climáticas.
Es por todo lo anterior, que durante los próximos meses la FIA y la Fórmula 1 trabajarán para buscar soluciones para Qatar y otras pistas donde el calor hace estragos en los pilotos y puede llegar a ser peligroso.
Según un informe del medio especializado Autosport, en el Gran Premio de Países Bajos se comenzará a experimentar con un sistema de refrigeración del habitáculo, que consistirá en colocar una entrada de aire en la punta de la nariz del auto, que pueda llevar un mejor flujo de aire al cockpit mediante diversas aperturas.
Este dispositivo será probado durante un par de carreras más, para medir su efectividad y, de mostrar un beneficio real, será integrada a las reglas del monoplaza de forma inmediata, pero sólo podrá ser utilizada en los Grandes Premios que la FIA lo autorice.
Desde hace varios años los pilotos tienen una manguera dentro del casco para poder tomar agua durante la competencia y así poder evitar la deshidratación. Muchos de estos sistemas incluyen una tubería que pasa por el mono del piloto para refrescarlo e incluso antes y después de las carreras se les puede ver con un chaleco de cuadros blancos, que estan fríos.
Aunque frente a las temperaturas del desierto del Oriente Medio, hay pocas cosas que se pueden hacer, sin embargo, eso no quita la obligación que hay sobre velar por la salud y el bienestar de los pilotos.