Un informe de la agencia de noticias Reuters reporta que algunos de los fabricantes más importantes de transportes de carga, como MAN y Volvo, están trabajando en la adecuación de sus motores de combustión interna para que quemen hidrógeno en lugar de diésel.
Desde hace años, la industria del transporte ha estado desarrollando diversas alternativas para eliminar el combustible fósil de sus modelos, en el camino para reducir las emisiones contaminantes de uno de los vehículos más importantes para las actividades económicas del mundo.
La electrificación parecía la solución, pero el peso extra de las baterías y las recargas hacen muy complicada su aplicación en este tipo de vehículos, mientras que la pila de combustible, que funciona con hidrógeno, tiene un sistema muy complejo y es demasiado costoso.
Así que quemar hidrógeno es el nuevo objetivo, uno que requiere mucho menos inversión, pues sólo hay que hacer adecuaciones a los actuales motores de combustión interna para que funcionen con hidrógeno. Además, ello evitaría recortes en las plantas de producción de motores.
MAN confirmó que iniciará un programa piloto el próximo año, en el que entregará alrededor de 200 camiones a sus clientes para realizar pruebas en la vida real, mientras que el reporte indica que Volvo hará lo propio en 2026.
Sin embargo, ello no significa que abandonarán los desarrollos eléctricos y de pila de combustible, tecnologías para las que también ven mercado en los próximos años. También, se están tomando en cuenta la nueva generación de combustibles sintéticos, que se ven como el nuevo oasis para mantener vivos los propulsores de combustión interna para los próximos años.