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Autos clásicos

SEAT celebra 75 años de historia

La marca española, hoy propiedad del Grupo Volkswagen, tiene una historia muy particular, llena de esfuerzo y pasión por entregar productos tan accesibles como entretenidos de manejar.

SEAT celebra 75 años de historia

Probablemente el motor más grande para la industria automotriz en su historia moderna ha sido la recuperación industrial en los periodos de posguerra. El país que fuese tiene largas historias para contar de como distintas empresas buscaron, con resiliencia y colaboración, maneras de devolverle a los ciudadanos y servicios, un vehículo de trabajo y movilidad, de bajo costo, de fácil mantención y que rápidamente lograra poner al país en marcha, sea por la misma manufactura industrial de estos, como por el uso que se les da; como la misma rueda que los hace circular, como un motor, pareciera que el círculo es el mismo símbolo de esa cinética social, presente en todas las piezas más importantes de un automóvil.

Y cada país, por sus condiciones propias, sean estas geográficas o el mismo tejido sociocultural que cohesiona a su gente, le ha entregado a sus autos, una personalidad especial. Es la historia de SEAT, que en 75 años de historia, aunque ligada a dos grandes grupos industriales como FIAT y Volkswagen, ha logrado sobreponerse a todos los desafíos que podrían eventualmente haberla quebrado. SEAT no es un fabricante muy grande, pero el corazón que late en Martorell es enorme y es el mismo que hoy sostiene la mística de CUPRA, una de las marcas del Grupo Volkswagen de mayor crecimiento. Lo mismo podemos decir de sus modelos, los que aun en 2025 tienen esa identidad única, un sabor deportivo que se sobrepone a los recursos provenientes del grupo alemán, una rebeldía implícita que es parte del mismo candor ibérico.

El año pasado visitamos la nave A112 de SEAT Históricos.

SEAT es importante en España porque es el desarrollo automotriz más potente que ha tenido el país. Antes de SEAT, eran Ford y General Motors quienes dominaban todo el parque automotriz, seguidos en menor medida de FIAT y algunos menores experimentos locales. Hispano-Suiza probablemente fue el referente automotriz más importante de España hasta el cese de la Guerra Civil. El Instituto Nacional de Industria (INI), fundado en 1941, fue un intento autárquico de impulsar el desarrollo industrial de España, evitando el endeudamiento exterior y la dependencia absoluta de otros países, pero dada la alicaída infraestructura industrial, las cosas se flexibilizaron con el fin de buscar socios. El 9 de mayo de 1950 se funda la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, donde participaba el INI, la banca española y FIAT, el socio tecnológico de SEAT, quien autorizaría su fabricación licenciada en la planta de Zona Franca. El primer SEAT, el 1400, basado en el FIAT 1400, saldría de esta nave en mayo de 1953.

Sin embargo, el auto más relevante para SEAT en esta primera etapa sería justamente el 600, homólogo del famoso FIAT 600. Fabricado entre 1957 y 1973, fue el verdadero "auto del pueblo" de España. Costaba 65 mil pesetas, equivalente a 390 euros actuales (o 400 mil pesos chilenos) y su éxito fue tal que incluso derivó en versiones especiales, como el inédito SEAT 800, la versión de cuatro puertas del modelo, un invento propio de SEAT.

Luego del 600, llegaron otros importantes modelos como el 1500 y el 850, sucesor del 600. Todos los hits de FIAT fueron llegando a España fabricados por SEAT como el 124, el popular y exitoso 127 o el 132. A muchos de estos, SEAT les adaptó motores o en algunos casos, reconfiguró con más puertas, logrando de a poco, una identidad más propia, adecuándose a las necesidades del mercado. Tampoco podemos olvidar al "Bocanegra", un SEAT deportivo fabricado íntegramente en España, con motores FIAT y basado en el conceptual NSU Nergal. En versiones Sport 1200 y Sport 1430, su apodo llegó culpa de su frontal de plástico inyectado, muy parecido al del Lancia Montecarlo.

El quiebre con FIAT

El famoso SEAT Ronda que fue llevado a La Haya para ejemplificar los cambios que SEAT habia hecho en el modelo, versus el FIAT Ritmo.

En 1979, el INI negoció con FIAT para que ellos se hicieran cargo finalmente de SEAT, tomando el 80% de sus acciones y además a invertir en la marca. FIAT no pasaba por buenos momentos económicos y no quería sumar más, especialmente cuando vio la deuda financiera de SEAT. La firma española además contaba con una fuerza de trabajo muy sobredimensionada para su producción.

Esto significó un cambio en la alianza. FIAT se alejaría de la sociedad vendiendo su participación al INI, permitiendo a SEAT seguir fabricando los autos que ya tenían en su line-up y sus motores. También autorizaron el facelift de los modelos 127, 131 y el polémico Ritmo. Estos cambios debían ser lo suficientemente significativos como para comenzar a alejarse de los diseños de FIAT. Por supuesto que hubo otros acuerdos, pero esto fue lo primordial.

Para SEAT esto fue un desafío, considerando que se estaban quedando con las plataformas y motores más viejos de FIAT. El Ritmo y el Panda eran los dos últimos modelos de SEAT con herencia FIAT.

Todas las generaciones del SEAT Ibiza.

SEAT comenzó con los cambios, transformando al 127 en el SEAT Fura. El SEAT Panda pasó a ser el Marbella. Pero el SEAT Ritmo, el cual fue transformado en el SEAT Ronda, fue la piedra de tope con FIAT, quienes demandaron a los españoles por no respetar lo de "modificar sustancialmente sus autos". SEAT llevó a la corte un Ronda, de color negro, con todas las piezas modificadas en color amarillo, un movimiento audaz que terminó por darle el favor a los españoles. El Ronda, además, fue el primer SEAT en comenzar la tradición de llevar como modelo, una ciudad o localidad de España.

Con FIAT fuera, SEAT necesitaba nuevos socios, los que llegaron de la mano de Volkswagen. Pero antes de que Volkswagen diera el sí, en 1984 SEAT crea al Ibiza, el auto más vendido de la marca, el cual cumple más de 40 años y que inicialmente contó con el desarrollo de Karmann, la ingenieria de Porsche y el diseño de Italdesign: este se considera el primer SEAT fabricado completamente de manera independiente, al margen de que su plataforma se basaba en la del Ronda.

Volkswagen terminó absorbiendo a la marca española en un proceso que duro casi 7 años. En 1990, SEAT ya era en un 99,99% propiedad del Grupo Volkswagen. Incluso se cambiaron los cuarteles generales de la marca a Barcelona y se abrió la línea de ensamblaje de Martorell, relegando las locaciones de Zona Franca a naves de estampado, centro de entrenamiento, fábrica de transmisiones y otros, como el espectacular museo histórico de la nave A112. Estos recintos también se usan para fabricar piezas de Audi y Volkswagen.

La nueva era de SEAT

SEAT León Cupra R de 2009.

Desde aquí en adelante, la gran mayoría de los modelos de SEAT están basados en modelos o piezas del Grupo Volkswagen, aunque con el sello e identidad de la marca española. En un inicio esto no era tan evidente, pero pasado el año 2000, un SEAT era completamente diferente a un Volkswagen. Llegaron los logros y victorias del Ibiza de segunda generación en el campeonato de dos litros del WRC, llegaron los León de Turismo, el Toledo Marathon del Dakar, diversificaciones en carrocerías como el familiar Alhambra, los primeros SUV y tantos emblemáticos modelos que han llenado las calles de España y el mundo.

Para muchos, los SEAT solo son clones de Volkswagen, pero para quienes hemos podido manejar modelos de distintas generaciones, hay un gen único, una vibra especial, deportiva, pasional, más nerviosa, que es perceptible en la dirección y suspensión de cada auto. La calibración propia de SEAT, el "saborcillo deportivo" que uno le llama.

Hoy, la gama actual de SEAT se compone de cuatro modelos, el Ibiza, el León y dos SUV, Ateca y Arona.

CUPRA, la evolución

CUPRA Formentor VZ5.

CUPRA, siglas de Cup Racing, fue durante un tiempo la nomenclatura que vistieron los SEAT más deportivos. Con el tiempo CUPRA comenzó a ganar relevancia e identidad propia, hasta que finalmente se transformó en una submarca de SEAT, con una personalidad deportiva y un nivel de diseño de alta vanguardia. El plan de CUPRA es transformarse de a poco en una marca completamente eléctrica. En un inicio, muchos recordarán a los Ibiza Cupra o León Cupra. Luego CUPRA, ya en mayúsculas, se destapó con la llegada del Formentor, un crossover deportivo que lo cambió todo.

Hoy, parte de esa formación la componen el CUPRA León, el eléctrico Born, el radical Tavascan y el próximo a lanzarse en Chile CUPRA Terramar, sucesor del CUPRA Ateca.

En 75 años, como pueden darse cuenta, hay una historia larga y muy bonita, curada desde el esfuerzo de movilizar a un país, pero siempre buscando el espacio para dejar florecer una identidad propia. Estilo, deportividad y diseño que van más allá de lo que FIAT o Volkswagen han podido aportar; es algo que va en la sangre de todos los que trabajan en SEAT y que queda patente en cada producto de la marca.  

Entre el primer SEAT 1400 y el futuro CUPRA Raval, la marca ha fabricado más de 21,5 millones de autos, entre 77 modelos diferentes, más de 950 prototipos y logrando 359 patentes industriales. Más de 78 mil personas han pasado por las oficinas de SEAT y CUPRA, donde en la actualidad operan 14.000 empleados directos. 

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