Un 24 de octubre de 2011, se daba a conocer un acontecimiento impensado para el mercado automotriz chileno: la confirmación de la llegada de Rolls-Royce bajo la representación de Williamson Balfour Motors, que en esos años ya formaba parte del Grupo Inchcape. La decisión obedecíó a una estrategia comercial de expansión de la marca hacia mercados emergentes como Brasil y Chile.
Las primeras unidades del exclusivo Ghost llegaban a suelo nacional a mediados de 2012, mientras que a inicios de 2013, el catálogo de modelos se ampliaba con el Phantom Serie II Coupé. En aquella oportunidad, la marca reveló que pretendía colocar 100 unidades de su gama en el plazo de una década.
Pasó poco tiempo (junio de 2013) para que la firma británica abriese su primer Showroom ubicado en Av. Nueva Costanera 3601, en Vitacura, una verdadera boutique automotriz diseñada bajo los más estrictos cánones de lujo y diseño, y bajo supervisión directa de la fábrica en Goodwood.
Con apenas 9 meses de trayectoria comercial "oficial" en suelo chileno, Rolls-Royce Motor Car Santiago era distinguido como "Mejor Importador Latinoamericano de 2013", superando a sus partes de Brasil y México, por un resultado consistente en todas la unidades de negocio, incluyendo la venta de automóviles.
Las últimas novedades de la marca las conocimos al finalizar el primer trimestre de 2015, cuando tuvo lugar el estreno de la Serie II del Ghost, con modificaciones estéticas y mecánicas menores. En 2017 se estrenó el lujoso Dawn, mientras que en 2019 llegó a territorio chileno el primer SUV de la marca británica: el Cullinan, que compartía la misma plataforma que el Ghost Serie II, con la diferencia de que Rolls-Royce lo puso a punto para que fuese un auténtico 4x4.
Esos son los principales hitos de la trayectoria comercial del exclusivo constructor inglés, que este 2025 deja el mercado chileno.
Alejandro Richards, quien fue el primer gerente general de la marca y hoy está a cargo de las marcas premium de Inchcape, aclara que la decisión obedece a directrices emanadas desde la fábrica, que optó por concentrarse en mercados de volúmenes más grandes. Cabe consignar que a inicios de la década pasada, Rolls-Royce buscaba superar las tres mil unidades vendidas a nivel global y para eso necesitaba de todos los mercados. Ahora, con el objetivo cumplido, la estrategia comercial de la marca cambia.
Asimismo, Richards indica que para poder continuar como importador, Rolls-Royce le exigía a Inchcape una cuantiosa inversión para un espacio de venta independiente, lo que en virtud del nivel de ventas en Chile no se justificaba. Por lo anterior, se optó por cerrar la venta oficial. Sin embargo, Inchcape podrá seguir comercializando Rolls-Royce a pedido, al tiempo que seguirán brindando servicio de postventa a las cerca de 40 unidades que circulan en Chile a lo largo de estos doce años de presencia en nuestro mercado.
