Shelby Super Cars acaba de presentar su nueva “bestia”. Bautizado como Tuatara, el nuevo super deportivo está inspirado en un reptil con el mismo nombre originario de Nueva Zelanda y viene a disputar al Veyron Super Sport el título de deportivo más rápido y potente del planeta.
Para lograr tan preciado honor, Shelby ha escondido en el interior de su SSC Tuatara la nada despreciable cantidad de 1.350 CV acompañados por un chasis que es toda una obra de ingeniería y sobre el que descansa un cuerpo fabricado en fibra de carbono y aluminio, cuyas líneas han sido pensadas para ofrecer la menor resistencia posible al viento y aprovechar todo su empuje.
El peso del conjunto es la clave, por lo que SCC y su diseñador Jason Castriota han elegido estos materiales de última generación para el chasis, carrocería y llantas, capaces de absorber la energía liberada en una hipotética colisión.
Para tratar de superar los 431 km/h del Veyron Super Sport, el SCC Tuatara monta un propulsor DOHC V8 de 7 litros con doble turbocompresor y 1.350 CV al que está asociado un cambio manual de siete relaciones u opcionalmente uno automático de desplazamiento secuencial SMG también de siete velocidades, con un juego de levas situado en el volante y embrague de triple disco de carbono.
Aún no hay datos oficiales sobre sus prestaciones, pero sus espectaculares formas, su más que seguro escaso peso (al menos en comparación con el Bugatti Veyron) y la potencia de su motor parecen augurar que no tendrá muchos problemas en alcanzar una cifra cercana a los 442,5 km/h; velocidad teórica, pues todavía no se lo ha visto en acción y por lo tanto el record sigue bajo el capot del Bugatti Veyron.