Chevrolet sigue en su escalada de productos con el arribo del nuevo Cobalt 2017. Para los que son un poco más conocedores de la marca, recordaran la nomenclatura Cobalt para el compacto que sucedió al Cavalier en Estados Unidos, aunque este modelo es otro muy distinto. En nuestra región el Cobalt ya lleva unos buenos años, específicamente desde el 2013. Aprovechando su más reciente facelift, Chevrolet ha decidido traerlo a nuestro país, con el fin de seguir engrosando su portafolios. Este auto se posiciona por precio sobre el Sonic sedán, modelo que de seguro será descontinuado paulatinamente.
Cobalt es un sedán del segmento C, si bien en muchos mercados se le considera del B, contemplando un largo de casi 4.5 metros. Destaca por ser "el hermano mayor del Prisma", no solo por posicionamiento de precio, sino que también por ser una propuesta un poco más clásica en cuanto a diseño y perfil de conducción. Es bastante espacioso en su habitáculo, si bien su maletero de 564 litros lo pone como líder entre sus rivales.
Sobre el diseño de Cobalt, es de estilo más bien tradicional, con tres volúmenes bien definidos y una silueta algo cuadrada, hecho que se resalta por sus hombros marcados muy característicos. Con respecto al Cobalt que no llegó a Chile, hay cambios en su frontal, ópticos delanteros y traseros, los que buscan la identidad de marca que ya podemos ver en el Onix y Prisma, así como en el Spin, el monovolumen que también aprovecho de debutar junto al Cobalt y con el que comparte plataforma. Salvo ciertos acentos cromados, no hay más elementos muy llamativos en su exterior.
Hacia el interior, nos encontramos con varios elementos que ya están caracterizando a los productos de entrada en Chevrolet, como el clúster mixto de tacómetro análogo y velocímetro digital, un diseño simétrico de la consola y el caballito de batalla de Chevrolet en equipamiento, el sistema multimedia MyLink con soporte Apple CarPlay y Android Auto, el cual es muy completo, rápido y fácil de usar. Como equipamiento de serie, todos los Cobalt incorporan aire acondicionado, cierre centralizado, ventanas eléctricas, espejos y manillas color carrocería, además de la parrilla frontal decorada con un bisel cromado. La versión LTZ agrega computador a bordo, control crucero, volante con comandos integrados, sensor y cámara de retroceso, manillas interiores cromadas, espejos eléctricos y llantas de aleación de 15'', además del tapiz de cuero (incluyendo volante), el que según versión puede ser negro o color chocolate.
Todas las versiones, en materia de seguridad, llevan neblineros, doble Airbag, frenos ABS+EBD, inmovilizador anti-robo, alarma y cinturones de tres puntas.
Cobalt es impulsado por un motor de 1.8 litros, 8 válvulas, 105 Hp y 130 Nm de par, compartido con el Spin. Se acopla a una caja de cambios manual de 5 velocidades o una automática de 6, similar a la de Prisma. No es el propulsor más moderno de General Motors, si bien cuenta con un rendimiento funcional. Tiene buena velocidad y circula desatorado, sin embargo, no es un auto de aceleración vivaz o de respuesta ágil.
Como ya señalamos, Cobalt busca competir en la parte baja del segmento C, un nicho donde imperan los sedanes prácticos y amplios, aunque económicos. Su rival más cercano es el Nissan Versa, aunque también se buscará competir con Peugeot 301 / Citroën C-Elysee y el Suzuki Ciaz, a los que espera poder quitarles buenas ventas. En Chevrolet estan muy confiados en la relación precio/equipamiento del Cobalt, esperando que sus amplias cotas, su sistema multimedia y equipamiento base, puedan ser ventajosas como argumento de compra.
Durante el lanzamiento del Cobalt, tuvimos la oportunidad de conducirlo un poco, donde dinámicamente nos encontramos con un auto de carácter "anestésico". Todo es muy suave, la dirección, los pedales, la palanca de cambios, la suspensión. Incluso se percibe silencioso. Sin embargo, esto significa que tampoco es un auto muy comunicativo y en carretera esta suavidad se traduce en algo de inestabilidad, especialmente notoria al cruzarnos con vehículos de gran tamaño, como camionetas, SUV y buses. El interior es relativamente cómodo, pero los asientos pecan de ser un poco pequeños en la parte delantera y con cojines que pudieron ser algo más mullidos. La calidad percibida apunta más hacia el diseño que a la materialidad, algo típico de los autos producidos en Mercosur. Eso sí, se cumplen las premisas de habitabilidad y conectividad, sin dudas.
Los precios de Cobalt están en los $9.290.000 para el LT, $9.990.000 para el LTZ manual y $10.790.000 para el LTZ automático, si bien Chevrolet ofrecerá un bono de 300 mil pesos como gancho para tentar a más clientes.