Antes de hablar del Skoda Scout es necesario dar algunos antecedentes de esta centenaria marca checa, que no ha logrado penetrar en nuestro mercado pese a contar con el respaldo de Porsche Chile y del Grupo Volkswagen.
Los Skoda se vendieron en Chile durante el gobierno de la Unidad Popular, mostrando por entonces grandes falencias en calidad. Este hecho dejó marcado el nombre de Skoda hasta el día de hoy, cuando muestra cifras de venta muy limitadas en comparación con otras firmas similares.
De la mano de Maco tampoco se hizo mucho por Skoda en la última década, y recién ahora, después de tres años, Porsche Chile parece querer darle tiraje trayendo modelos que podrían ser competitivos en el país. Y ahí encaja este Scout, la versión campera del Octavia Combi.
El Octavia Scout apareció en Europa en 2007 y en 2014 se lanzó esta segunda generación, más grande y con más capacidades.
Básicamente, sigue siendo un station wagon sobre elevado, con una marcada estética outdoors, y a diferencia de otros modelos semejantes (como el Peugeot 508 RXH), sí se ofrece con tracción en las cuatro ruedas, lo que lo hace un competidor más en serio de los SUV. Como lo es el Subaru Outback.
En Chile se vende con dos opciones de motor, 1.8 gasolinero y 2.0 turbodiésel, con precios de $19.990.000 y $21.990.000.
Características técnicas y mecánicas
Como toda la tercera generación del Octavia, esta variante Scout está construida sobre la plataforma modular MQB del grupo Volkswagen, que en entre sus cualidades está su ligereza y que permite manejar las medidas a placer. Y eso explica que pese a estar hermanado con el Volkswagen Golf y el Audi A3, este modelo parezca mucho más grande: mide 4.685 mm de largo, 1.814 mm de ancho, 1.531 mm de alto y tiene entre ejes 2.679 mm.
Ahora, si lo comparamos con un Outback es más pequeño en todos los sentidos: es 90 mm más corto, 6 mm más angosto, 74 mm más bajo y tiene 66 mm menos entre los ejes. Y con un Peugeot 508 RXH todavía más: es 145 mm más corto, 106 mm más angosto y tiene 138 mm menos entre ejes.
En cuanto a diseño, este Scout muestra una clara silueta de station wagon, cargado de molduras plásticas negras, aplicaciones plateadas y barras en el techo para darle un estilo más aventurero.
Se ve también más alto gracias a una suspensión distinta (McPherson adelante y multilink atrás) y neumáticos más grandes (225/50 R17), que permitieron levantar la carrocería en 31 mm respecto del Octavia normal, para alcanzar 171 mm. No es el despeje de un SUV de batalla, pero permite circular con comodidad por caminos de tierra y pavimentos en mal estado.
Bajo el capó, nuestra unidad de prueba monta un motor gasolinero TSI (turbo e inyección directa) de 1.8 litros, que eroga 180 caballos de fuerza y 280 Nm de par desde las 1.350 rpm, y que está asociado a una caja automática DSG de seis velocidades y a un sistema de tracción total, el que funciona a través de un embrague Haldex de acople electrónico, que envía el par al eje posterior sólo cuando detecta una pérdida de adherencia.
Confort y habitabilidad
Las versiones del Scout presentes en Chile están muy bien equipadas, pero muestran ausencias importantes considerando el nivel de precios en el que se mueve.
Vamos por la estética. Los asientos del Scout son de esa rara mezcla entre micro fibra y cuero, y ofrece un volante y palancas forradas en cuero. En general, el ambiente interior es muy correcto en cuanto a calidad percibida, como el Outback, pero no se ve de alta gama como el del 508 RXH.
En el centro del tablero hay una pantalla multifunción táctil como bluetooth que, la verdad, no resulta muy llamativa ya que tiene ausencias que en la actualidad se notan demasiado, como navegador GPS y conectividad a dispositivos inteligentes vía Mirror Link, Apple CarPlay y Android Auto.
Y tampoco ofrece innovadoras soluciones en materia de seguridad, como aviso de cambio de carril y punto ciego, más allá de que cuente con seis airbags, controles de tracción y estabilidad, y asistente de descenso en pendiente. Hay modelos más accesibles que ya ofrecen muchas de estas nuevas tecnologías de asistencia a la conducción.
Destacan como equipamiento el indicador de presión de neumáticos, sistema keyless de acceso, climatizador bizona, maletero con accionamiento eléctrico, luces automáticas, sensores de proximidad con cámara de retroceso, neblineros y sunroof.
Lo mejor del Skoda Scout es su habitabilidad, con espacio de sobra para llevar cinco pasajeros y 610 litros de capacidad en el maletero, el que es ampliable a brutales 1.740 litros si se abaten los asientos.
Impresión de manejo
El motor TSI de 180 caballos es simplemente espectacular, y en asociación con la caja DSG ofrece una de las mejores experiencias de manejo bajo los 20 millones de pesos.
El par máximo está disponible desde apenas 1.350 rpm, por lo que el auto responde nada más tocar el pedal. La aceleración es lineal hasta las 4.500 rpm, por lo que el rango de marcha es muy amplio para todo tipo de necesidades conductivas. Se puede ir súper relajado o llevar el auto arrimado, se puede andar de paseo o disfrutando de unas buenas curvas.
Eso sí, nos parece que la configuración de caja en Directa se parece más una opción deportiva que a algo normal, ya que solía llevarnos de manera más agresiva, pasando los cambios sobre 3.000 rpm, lo que redundaba en un auto un poco menos equilibrado y con un mayor consumo de combustible, en torno a los 9 km/litro en nuestra prueba.
El sistema de tracción total permite, además, ganar mucha seguridad cuando la adherencia no es la mejor. Lo probamos en tierra y el auto respondió plenamente, lo que es una garantía de seguridad.
La suspensión, en tanto, es un poco más blanda y con un mayor recorrido que lo normal para la marca, que nos acostumbra a autos bien plantados. En este caso, la plataforma compensa ese mayor rolido de carrocería con un centro de gravedad bajo y transferencias de peso moderadas.
En el habitáculo se siente increíble, muy cómodo y fácil de llevar, silencioso y suave, con una dirección muy directa y agradable al tacto, y frenos esponjosos pero que muerden sin chistar.
Conclusión
Me encanta el Skoda Octavia Scout por su funcionalidad. Es muy amplio por dentro pese a medir menos de 4,7 metros de largo, ofrece unas capacidades notables e incluso cuenta con tracción total, lo que lo hace un modelo perfecto para la nieve y el campo.
Me encanta porque no es el clásico SUV, y sin embargo puede replicar todas las funcionalidades de estos últimos, ofreciendo como adicional un mayor dinamismo conductivo y más seguridad de marcha.
Me encanta por la propuesta de diseño, por la base mecánica excelente, y por la apreciable calidad percibida.
Pero me parece que no está lo suficientemente bien equipado pese a costar 20 millones de pesos. Le falta tecnología de conectividad y de seguridad, y para una marca que no cuenta con un peso real en el mercado, esto debiera ser una obligación y no una opción.
Y si bien Skoda es una marca que ha generado una alta fidelidad de marca entre sus usarios, nunca ha podido vender 1.000 autos en un año, por lo que el volumen de unidades en la calle es limitado, lo que redunda negativamente en las opciones de reventa.
Todos puntos a considerar a la hora de decidir una compra.