El subcompacto i10 ha sido un dolor de cabeza para Hyundai desde su lanzamiento en Chile en 2008, básicamente, porque le ha costado mucho imponerse en su segmento como sí lo hacen sus hermanos de gama, como el Accent, Elantra y Tucson.
Pero eso ha ido cambiando lentamente desde la aparición del Grand i10 en 2014, y de la variante sedán a mediados de 2016, reportándole hoy a la marca suculentos dividendos en términos de venta, con más de 6.000 unidades anuales.
Mientras que la versión de cinco puertas ya tiene el 19,4% del segmento (contra un 10,2% que tenía en 2013), el sedán alcanza el 25,4% pese a que es nuevo en el mercado.
Y con el objetivo de claro de seguir perfilando al Grand i10 en el compacto favorito en el país, Hyundai estrena ahora el restyling de mitad de vida del modelo, que básicamente muestra un rediseño menor en el exterior y poco más que eso.
Se trata de una actualización que le permite al subcompacto fabricado en India alinearse más decididamente con la atractiva identidad corporativa que atraviesa toda la gama. Por lo mismo, no cambia ni su estructura, ni sus motores, ni sus medidas exteriores.
El Grand i10 hatchback mide 3.765 mm de largo y 1.505 mm de alto, mientras que el sedán aumenta su longitud a 3.995 mm y su altura a 1.520 mm. Ambos comparten los 1.660 mm de ancho y la distancia entre ejes de 2.425 mm.
Ambos montan el motor Kappa 1.2 litros con 86 Hp de potencia y 120 Nm de par, asociado a caja mecánica de cinco o automática de cuatro velocidades. La versión hatchback también se ofrece con un motor de un litro, con 65 caballos de fuerza y 95 Nm de par, exclusivamente con caja mecánica.
Los principales cambios de diseño se ven en el frontal y la zaga.
En el caso del hatchback, luce una nueva trama tipo panal de abejas en la parrilla hexagonal, mientras que se rediseñaron los parachoques y la zona de los neblineros, donde se añadieron luces diurnas LED. Atrás hay un nuevo parachoques y reflectantes, mientras que las tapas de rueda y la llantas de 14" son más modernas.
En el sedán los cambios son más profundos al presentar una nueva parrilla hexagonal más grande y dominante, y que incluye una grilla cromada. El parachoques es nuevo, así como los neblineros y las luces LED.
Atrás, en tanto, el look es completamente distinto al lucir un maletero, parachoques y luces rediseñadas, con el fin de darle una sensación de mayor anchura.
No hay cambios en el interior ni en los niveles de equipamiento de ninguna de las variantes. Así, el Hyundai Grand i10 Hatch se ofrecerá en cuatro versiones, con precios entre $6.690.000 y los $8.490.000, mientras que el sedán también tendrá cuatro opciones, con precios entre $7.090.000 y $8.490.000.
Hyundai estima vender unas 650 unidades mensuales del modelo, dos tercios de ellas del modelo hatch.