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Test Drive: Citroën C3 Aircross 2018

El C3 Aircross es probablemente el primer CUV en la historia de Citroën y su entrada al mercado la hace a su manera, haciendo gala de un estilo caprichoso, alegre, pero que no deja de lado la modularidad, la tecnología y la economía.

Test Drive: Citroën C3 Aircross 2018

Paris, Frankfurt y luego el resto del mundo. Esa fue la ruta que Citroën trazó el año pasado para mostrar al que es oficialmente su primer CUV moderno y el primero completamente propio (o al menos de plataforma PSA). En Europa, la alianza PSA-Mitsubishi sirvió para que Citroën pudiera insertarse en el mundo de los todo-terreno con el C-Crosser y el C4 Aircross, ambos en las plataformas del ASX y el Outlander, y que en Chile conocimos como los Peugeot 4008 y 3008. Pero obvio, estos no eran verdaderos Citroën, conservando claramente mucho del ADN japonés, que siempre apuesta por lo utilitario y que no tienen nada mucho de las extravagancias efectistas de la casa de los chevrones.

Y como Citroën está a toda marcha en su revitalización desde hace unos buenos años atrás, la idea es seguir en dicha senda con un producto hecho a la medida de su identidad, como este nuevo C3 Aircross. Y resulta que este CUV tambien juega un rol similar a lo que ha hecho el 2008 y el 3008 en la oferta de Peugeot. Recordemos que hasta hace unos buenos años atrás, Europa, y Francia especialmente, no sabían de SUV. No les interesaban, no les eran populares, no estaban ni ahí. En Francia se apostaba por los monovolumen, como las C3 y C4 Picasso. Solo Renault tuvo un acercamiento bastante interesante con la creación del Scenic RX4 y luego con la primera generación del Koleos, aunque con ayuda de Nissan. Hoy, el C3 Aircross toma la posta que libera el C3 Picasso y el C3 Aircross original, que consistió en una versión crossover del mencionado C3 Picasso y que al menos en Chile solamente pudimos ver por nuestras calles con patentes argentinas; curiosamente, toma bastante del espíritu de dicho modelo.

 

¿De dónde sale tanto espacio? Citroën Advance Comfort

El C3 Aircross 2018 debutó en Chile en septiembre del 2017. Se fabrica en España junto a su nuevo hermano de plataforma (PF1), el Opel Crossland X. Sus cotas son bastante generosas, mucho más que la de su hermano citadino, el C3 y marginalmente más grandes que las del Peugeot 2008. Más que el tamaño, porque estamos claros que pueden existir autos más largos o anchos, está en su altura y en como aprovecha todos los espacios, percibiéndose como un auto más amplio que la competencia, autos que incluyen al Renault Captur y al Nissan Qashqai, así como al Subaru XV, el Kia Sportage y el Mazda CX-3, por nombrar. 

Por ejemplo, mide 4,15 metros de largo, casi 20 centímetros más que el C3. A esto se suman sus 1,76 metros de ancho y 1,64 metros de alto, además de un despeje al piso de 175 mm y unas ruedas con 650 mm de diámetro, suficientes para enfrentarse a terrenos un poco más irregulares. Claro que el talento del C3 Aircross, más allá de sus medidas típicas del segmento, es su espacio interior y modularidad. Porque entre ejes contempla 2.6 metros de largo, espacio de sobra para 5 ocupantes y un maletero de 410 litros, que puede crecer a 510 litros si desplazas los asientos traseros hacia adelante, logrando 15 centímetros de profundidad extra. Esto es un talento exclusivo de este auto, pero no el único. Por ejemplo, sus respaldos traseros se pueden abatir individualmente (40:20:40, con la banca son 60:40) para ofrecer un suelo plano, perfecto para cargar objetos hasta 2.6 metros de largo. Y cuando quieras relajarte, los asientos se pueden reclinar entre 21 y 29 grados para que viajes cómodamente. Con todos los asientos abatidos, la capacidad de carga llega a los 1.500 litros. Y si esto no te basta, el piso del maletero se puede sacar o ajustar en tres posiciones, perfecto para generar un espacio de carga oculto. Ojo, que, al abatir el asiento central, este se transforma en un apoyabrazos con posavasos, pero no tiene una tapa que separe la sección de adelante con la de pasajeros, dejando al descubierto, la zona de carga.

Ave Pimentón

El look del C3 Aircross ya se juega las líneas del estilo -post Cactus- que Citroën comienza a mostrar en sus modelos. Por ejemplo, los famosos AirBumps que debutaron con el Cactus se van diluyendo en muchos modelos. Este, por ejemplo, ya no los trae. Lo que si se mantiene, herencia del C4 Picasso y actualmente muy imitado por algunas marcas, es su esquema de ópticos frontales, con dos grupos LED muy finos que se prolongan gráficamente en la parrilla principal. Más abajo, aparecen recién los dos grupos ópticos principales en un encastre de color, que combina con otros acentos exteriores del auto. En la zona inferior, una moldura decorativa en color grafito brillante simula la estética de una protección offroad, para un look más campero y que de alguna manera, con los insertos plásticos, parecen ser los últimos vestigios de los ya mencionados AirBumps. En la parte posterior, se replica esta misma decoración, mientras su amplio portalón es flanqueado por dos focos redondos de diseño futurista. Rematan su impronta robusta, los pasos de rueda con zócalos plásticos. En resumen, es exactamente como un C3, solo que en Talla L.

Claro que estamos obviando algo, que es esa curiosa ventana en los cuartos traseros, con una trama de líneas horizontales a todo color y que combina con las carcasas de los espejos, las barras en el techo y los ya mencionados encastres de los focos principales, sin contar algunos detalles en las tapas de las ruedas, que, en el caso de nuestro modelo, son bicolor, en corte diamante y de 17". Esta ventana, no es de vidrio, sino que de cierto compuesto plástico de alta durabilidad (derivado del policarbonato) y tiene una función más decorativa que funcional, como podrás darte cuenta desde el interior, aunque, por otro lado, ayuda a quitar de la vista nuestras pertenencias de los amigos de lo ajeno.

Mientras que en Europa se pueden generar hasta 90 combinaciones de color, incluyendo los acentos de color en el interior y el exterior, aquí la oferta es bastante menor. Sin embargo, siendo Citroën una marca colorida, aun puedes jugar con algunas opciones, como es el caso de nuestra unidad, al cual apodamos como el "Ave Pimentón" por su mezcla entre tonos beige y rojo fuerte, tal cual como el mismo sándwich. Ahora, estamos claros que, así como no a todos les puede gustar el Ave Pimentón y pueden preferir un Ave Palta, un Luco o un Chacarero, a no todo el mundo le va a gustar el C3 Aircross, sea por sus proporciones o por su diseño futurista y poco convencional. Los más valientes y con más personalidad podrán disfrutar de sus encantos. Sino, siempre puedes pasar más desapercibido en algún auto de la competencia.

 

Interior cálido

Tomando nota del Cactus y del C3, el espacio interior que se genera en el C3 Aircross es bastante especial. La combinación "Ave Pimentón" también llega a ambientar este espacio, donde el beige se toma los tapices y el rojo los acentos, especialmente en los aireadores, volante y una franja roja que recorre los asientos. El tapiz, es de una textura bastante especial que a ratos nos recuerda lo que podría ser el tapiz de algún sillón o sofá en nuestras propias casas y es curioso como este tratamiento tambien recorre el torpedo, añadiendo una dimensión en calidad percibida. Claro que, al comenzar a tocar los plásticos, nos damos cuenta que estos, no acompañan mucho el valor del auto. Si, están muy bien diseñados, muy en el estilo Citroën, además de estar muy bien armados, pero echamos bastante de menos plásticos más suaves. Esto, nos da la idea, que es una decisión de PSA para poder diferenciar a Citroën de Peugeot.

Del C3 normal, se toman varias cosas, como son el clúster con el computador a bordo, en una pantalla de LCD monocromática, pero bastante completa y el sistema multimedia NAC que ya conocemos de toda la nueva generación de productos PSA. En este caso, cuenta con un display táctil de 7”, bluetooth para teléfono y streaming, puerto USB y función Mirror Screen, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, sin olvidar el navegador 3D cortesía de TomTom. Tambien el volante y algunos switches se toman completamente del C3.

La posición al volante es bastante equilibrada y gracias a un apoyabrazos para el asiento del conductor, podemos ir muy descansados. La visibilidad es buena, siempre que no mires hacia atrás (gracias a las ventanas plásticas decorativas). Para esas labores, nuestro modelo, de nivel Shine, cuenta con cámara de retroceso posterior en 180 grados que nos ayudará a facilitar las maniobras.

Los espacios portaobjetos, no son muchos, pero están bien pensados. Destaca la guantera, la que por su profundidad le falta poco para generar eco y algunas "bandejas" como la que está sobre la guantera o la que está entre la palanca de cambios y el freno de mano, que tiene una enorme empuñadora, herencia del 2008.

Ergonómicamente hablando, si no eres muy asiduo al ecosistema PSA, tendrás que acostumbrarte al comando del control crucero, oculto tras el volante y que requiere aprendérselo antes de usarlo, porque no podrás verlo desde el volante, así como aprender a operar todo sin botones desde el sistema multimedia. Nos hemos quejado de esto en otras ocasiones, pero al menos aquí, se conserva la perilla del volumen. La interfaz ha mejorado desde los sistemas anteriores y al final, te vas a acostumbrar.

El equipamiento del nivel Shine es bastante completo y contempla desde limpiaparabrisas y luces automáticas, hasta monitor de la presión de los neumáticos y techo panorámico, sin contar sus 6 Airbags, sus frenos ABS con repartidor de frenada, el ESP, anclajes ISOFIX, el volante multifunción de cuero, climatizador, retrovisor eléctrico calefaccionado y todas las otras cosas que ya hemos mencionado arriba, desde las llantas de 17" hasta el sistema multimedia. Claro que hay algunos detalles interesantes como el Coffee Break Alert que después de manejar 2 horas a más de 70 km/h te avisa para que descanses, al igual que la alerta de cambio de carril, el reconocimiento de señalética vial y el sistema de carga inalámbrica para Smartphones. Los modelos de acceso no sacrifican el nivel de seguridad base (se conservan los 6 Airbags y el ESP) así como los elementos principales de tecnología, pero los chiches anteriormente descritos son exclusivos de esta variante tope de línea.

 

Al volante

El C3 Aircross goza de un manejo bastante clásico dentro de lo que podemos esperar de un modelo del Grupo PSA. De partida tiene una dirección eléctrica que lo hace un auto muy fácil de maniobrar en todo orden de condiciones, pero que no entrega mucho feedback en el manejo. Por otro lado, tenemos una suspensión equilibrada, pero más cargada a la sequedad que en un Peugeot, aunque con los beneficios del recorrido extra en la suspensión, sobre el C3. Esto significa que en caminos ásperos se puede transmitir algo de vibración hacia el chasis. Gracias a su sofisticada electrónica y su buen manejo de rólido, el auto nunca va a sentirse fuera de donde debería estar, lo que es una buena garantía de seguridad, pero estamos claros que el C3 Aircross no es un todo-terreno y un auto deportivo; si incurres en cualquiera de estos dos tipos de manejos con este auto, te mostrará sus falencias. En ciudad, con un manejo tranquilo y en carretera, se disfruta mucho más de su estabilidad.

El motor que motiva al C3 Aircross es un 1.2 PureTech (Turbo) de tres cilindros con 110 Hp y 205 Nm de torque, asociado a una caja automática Aisin de 6 velocidades, más modo nieve, modo sport y modo manual. Esta caja, es otro mundo al lado de las nefastas opciones pilotadas que anteriormente se ofrecían en la marca francesa y se lleva muy bien con el motor. Está pensado para que no tengas que manejar alto de vueltas y siempre tengas torque suficiente para todo orden de cosas. La caja se demora un poco más en subir las marchas que en bajarlas, mientras el modo nieve sostiene un poco más las marchas bajas. El modo sport, en cambio, te retiene las RPM un poco más arriba para maximizar el performance del auto, aunque la verdad, con la D estarás bien.

El selector Grip Control, tiene 5 modos de manejo (normal, nieve, tierra, arena y ESP desactivado) y es un adecuado simulador de tracción, el cual juega con el control de estabilidad del auto. Lo hemos visto en acción en otros modelos similares (no lo probamos en este auto) y sabemos que podrá sacarte de más de algún apuro cuando las condiciones sean desfavorables.

De consumo, el 3CV le entrega al C3 Aircross bencinero cifras cercanas a los 13,4 km/l en ciudad y bordeando los 20 en carretera lo que es bastante positivo para un auto de este tamaño con un motor de 1.2 litros. Sin embargo, la realidad es que nosotros apostaríamos que el consumo es al menos unos 2 km/l menos en promedio (según lo observado), en cualquiera de estas instancias y con un manejo ligeramente más exigido que relajado. Con un estilo de conducción menos estresado, podrías jugar a ver cuánto te aproximas al ideal. Ojo, que cuenta tambien con Start/Stop, que ayuda bastante a estrujar el estanque.

 

Me gusta, pero me asusta

El Citroën C3 Aircross es un auto el cual engaña. Hay que saber mirar más allá de sus excentricidades, sus colores, su estilo y sofisticación, para encontrarse con un auto bastante competente e interesante en su propuesta, especialmente si hablamos de aprovechamiento del espacio. Si a esto le sumamos un motor diésel (que hay disponible, pero con caja manual), podríamos tener un auto bastante seguro y económico, con mucha tecnología y confort.

Sus rivales, son varios y dependerá de lo que quieras obtener de ellos. El Renault Captur por ejemplo o el mismo Peugeot 2008, son importantes opciones si necesitas algo un poquito menos extravagante. Por otro lado, el Subaru XV es un auto perfecto en muchas cosas, pero más caro y con menos espacio, algo que tambien se puede decir del bellísimo Mazda CX-3. Todos son muy interesantes, pero con concesiones, sean de maletero, de precio o de equipamiento. Autos que podrías tambien estar mirando, son las versiones de entrada del Hyundai Tucson o Toyota Rav4, aunque a sabiendas que con amplios sacrificios en equipamiento. 

En un precio que va desde los $13.190.000 a los $15.790.000 de nuestra versión, quizás no sería malo optar por un nivel Feel o un nivel Shine con motor BlueHDi, que queden bajo los 15 millones de pesos.

¿Nos gustó? De todas maneras, en especial su propuesta con personalidad, que le entrega un valor agregado muy especial. No lo descartes por su estilo, podrías llevarte más de una sorpresa.

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