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Test Drive: Nissan Kicks 2019

El Kicks de Nissan es un crossover urbano que aunque cuenta con algunas falencias, se hace atractivo por la suma de sus partes, mostrándose práctico y ágil para la ciudad.

Test Drive: Nissan Kicks 2019

Debutado en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, el Nissan Kicks se ha transformado en un modelo muy importante para Nissan en su estrategia global. Tras lo aprendido con el Juke, que para muchos es el primer crossover compacto como tal, Nissan generó un modelo accesible y practico que busca, como todos los crossovers, dar con un auto que pueda atender distintos roles. En este caso, un diseño juvenil pero que tampoco sea alienante, una sensación de manejo ligera, una suficiente cantidad de tecnología y alta habitabilidad. Y aunque el Kicks lo logra, no lo hace sin varias concesiones que es importante que conozcas.

 

 

Diseño y dimensiones

El diseño del Kicks, como bien señalábamos, logra un logrado equilibrio entre un perfil juvenil pero tampoco en extremo radical, como fue el caso del Juke. Y si bien esto le quita riesgo, le hace ganar público. Por delante destaca la parrilla V-Motion tan típica de Nissan y unos grandes focos, que, como detalle distintivo, sobresalen de la linea del capot, tal como los focos del Juke, añadiendo dimensión y carácter. Estos dan pie a los pasos de rueda, suavemente marcados con los reflejos de la luz, al igual que los traseros. Dos trazos rectilíneos recorren el perfil, añadiendo tensión, pero con sobriedad; la superior marcando la linea de la cintura en las puertas, la inferior más marcada.

El corte en el pilar C, es clásico del lenguaje de diseño Nissan y lo vemos tanto en autos como Murano, así como el nuevo Leaf o el Altima. Esta figura ascendente es marcada por una moldura negra que une las zonas vidriadas, generando una especie de techo flotante y una figura en forma de onda. Como dato, el hecho de poner énfasis en el pilar C ya parece un recurso clásico del formato “crossover de millenial”. Hacia la zaga, la luneta algo aguzada y los grandes focos, parecen querer prolongarse hacia el portalón o hacia el perfil, pero con un esquema interior más tradicional. La boca del maletero es irregular y con el parabrisas posterior más estirado, da la idea que esta sección no es muy práctica. La verdad es que, todo lo contrario, con 432 litros y una superficie plana, resulta ser de los mejores maleteros del segmento.

Ya que mencionamos dimensiones, el Kicks mide 4.290 mm de largo, 1.760 mm de ancho, 1.590 mm de alto y 2.620 mm entre ejes, aparte de un despeje de 200 mm al suelo. Como referencia, un Renault Captur tiene 4.122 mm de largo y 2.606 mm entre ejes, con un maletero de entre 377 y 455 litros. Otros autos similares en tamaño, aunque menores, son el Mazda CX-3 y el Citroën C3 Aircross, si bien este último aprovecha muy bien cada rincón de su habitáculo. Rivales más directos, por dimensiones y pretensiones, se alejan del CX-3 y del C3 Aircross, ubicándose más en la linea del Suzuki Vitara y del Hyundai Creta.

Este gran maletero habla de la excelente habitabilidad al interior del Kicks, uno de sus atributos fuertes, con espacio suficiente para cinco ocupantes, contemplando buen espacio para piernas y cojines más blandos para un quinto ocupante, que compensa lo estrecho que pueda ir sentado. En las plazas delanteras, los asientos nos recuerdan a los de Chevrolet, en especial los del Onix o los del Spin, pequeños y con poca sujeción lateral.

Interior y equipamiento

La calidad interior, se concentra en su consola principal, con un sobrio, pero bien logrado panel forrado en cuero, de agradable tacto y de donde sobresale el panel del sistema multimedia, con un borde color aluminio. Abajo, en nuestra versión, se encuentra el climatizador, el que en otras versiones es de operación manual. Y claro, el clúster, que en esta versión contempla un esquema mixto con un gran velocímetro analógico y una pantalla de 7” que emula el tacómetro, pero que también se transforma en un completo computador a bordo, con las funciones de audio, brújula, asistencias, consumo, temperatura, combustible y más.

El volante, tiene comandos satelitales y viene recortado en su parte inferior, para darle un plus más deportivo.

En general, como buen Nissan, este auto es muy fácil de operar y convivir. No hay ningún botón fuera de lugar y todo está a la mano.

Pero es hora de puntualizar los problemas. Y estos los comenzamos a notar, conforme dejamos de prestar atención a la consola principal. Ya que todo lo que no tenemos en frente, presenta una calidad deficiente o defectos de terminación. Las puertas se sienten huecas, con bordes filosos en las ventanas, con paneles muy llanos, de plástico duro. Lo mismo para las zonas superior e inferior de la consola (donde incluso encontramos un panel suelto). Para que hablar de la consola central, donde no hay más que un par de posavasos y algunos compartimientos menores, en lugar de algún apoyabrazos o compartimiento de mejor conveniencia. Y el techo, aunque uno le presta poca atención, cuenta con un par de plafones de iluminación, que perfectamente podríamos encontrar en un Nissan V16, por lo pobre.

Pasando a lo tecnológico, ya hablamos del clúster mixto, solo disponible en la versión Exclusive. La variante Advance y Sense, tienen un clúster tradicional con un computador a bordo estándar. Otro rasgo importante de nuestra versión, está en el sistema multimedia, que la realidad es solo un sistema de audio completo, con soporte para GPS y también presenta la visualización de un sistema de cámaras en 360 grados, de baja resolución, pero que ayuda como referencia para estacionar, considerando los puntos muertos que se generan en los vértices frontales del auto, tras los espejos retrovisores y el pilar C posterior del auto, una falta típica de los autos modernos (post 2010). La interfaz de este sistema es como de hace 15 años atrás y no está a la altura de sistemas mucho más modernos, además que no tiene ni Apple CarPlay ni Android Auto. El modelo intermedio, si tiene estas funciones (perdiendo la cámara en 360 y el navegador) pero es porque equipa una radio de instalación local.

Seguridad

Un tema relevante, es el de la seguridad. De seguro ya viste la famosa “prueba del alce” realizada por nuestros colegas de Autologia, donde casi terminan volcándose con una unidad del Kicks sin ESP. Afortunadamente, en Chile tenemos más seguridad que las unidades probadas, y con más trucos que solamente el ESP.

El modelo base, solamente cuenta con doble Airbag y ABS, aunque en los últimos meses, se ha sumado silenciosamente una versión base con VDC (Vehicle Dynamic Control – ESP para los amigos) que lo ideal sería que reemplace a la versión estándar. Desde la versión intermedia, ya se cuenta con 6 Airbags, ABS y tres elementos que acompañan al VDC como el Control Activo de Marcha y el Control Activo de Trazo, que son nombres alternativos para el Control de Tracción y Torque Vectoring. Aparte, comprende frenado activo de motor y asistente de partida en pendiente, sin olvidar los anclajes ISOFIX y el encendido por botón, con llave inteligente. Llama poderosamente la atención la falta de control crucero en todas las versiones.

Mecánica y manejo

En cuanto a su motorización, el Kicks lleva un propulsor conocido, el HR16DE de 1.6 litros, con 118 Hp y 149 Nm de par, asociado a una caja manual de 5 relaciones o a una CVT automática con sistema D-Step Logic que busca emular la sensación de una caja automática convencional.

Su consumo, en ciudad puede llegar a los 11 km/l, mientras que, en carretera, si se le maneja con prudencia, puede llegar a los 17-18 km/l, cumpliendo con lo que dicta el 3CV. Si se le maneja con ganas, claramente en ciudad, podrá llegar a los 9 km/l y en carretera, a los 15-16 km/l.

La conducción del Kicks es ligera y de partida, con energía, aunque luego sobre la marcha se vuelve más progresivo. En nuestro caso, contamos con la caja CVT, la cual, sin ser de las más deficientes, tampoco brilla. Esta CVT busca que se le maneje suave, llevándose bien con el motor, de potencia muy suficiente y al que se le puede sacar buen consumo. Cuando se le pide más, tiende a errar las emulaciones de marchas, coincidiendo en algunas y en otras no. A veces uno solo quiere tener mil revoluciones más en el tacómetro, pero esta CVT a veces se arranca, con su consiguiente ruido y patinaje, que no se traduce en mayor empuje. El modo Sport, oculto en un muy discreto botón en el pomo de la palanca, mantiene este perfil más agresivo por más tiempo, pero aun así la caja se come buena parte del empuje. Y raro nos pareció, que al detenernos por algunos minutos en una luz roja, a ratos emitiera cierto murmullo.

La dirección tiene una sensibilidad suave que gusta bastante en ciudad y que se aprieta más en carretera. Aunque en ciudad, no hay ningún tacto con el eje delantero, incluso con un punto muerto un tanto suelto, donde no sabes si el auto está girando o no. En carretera, ya se puede sentir un poco más. A tener en cuenta, si eres de los que busca una experiencia de manejo más envolvente y dinámica.

De suspensión, es más bien correcto, aunque con un ataque más seco, quizás provocado por nuestros neumáticos y llantas de 17”. Ojo, que tiene el centro de gravedad algo alto, no aparente al transitar curvas a velocidad moderada, pero si al tratar de agitar el auto en maniobras más reviradas.

 

Conclusiones

El Kicks, por problemas de coordinación con Nissan Chile, se tardó en pasar por Autocosmos, pero finalmente le pudimos poner nuestras manos por más tiempo. La suma de sus partes, tienen mucho más valor que probablemente las críticas que se le puedan hacer a sus áreas por separado y sorprende por su espacio, su agradable andar en ciudad y su buena relación precio/equipamiento, así como su sorprendente nivel de seguridad, algo que de seguro es sorpresa para varios incrédulos, garantizando que a Chile, llegan modelos con mayor nivel de calidad que en otros países de la región.

Sí, hay deudas en la calidad de algunas áreas en su interior, en las inconsistencias de equipamiento (sistema multimedia, control crucero), falta de refinamiento en su perfil de manejo y el trabajo de su transmisión CVT, pero si le apuntas a la versión intermedia Sense 5MT, avaluada en menos de 11.5 millones de pesos (con bonos y descuentos incluidos) podrías disfrutar de un interesante crossover, practico, polivalente y ágil.

 

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