Con 8.7 millones de unidades en conjunto, la alianza de FCA con el Grupo Renault, podría haber sido la tercer fuerza más poderosa de la industria automotriz, tras Toyota y el Grupo Volkswagen. Pero, no será así.
En un breve comunicado entregado por FCA y viralizado rápidamente entre medios de negocios, el gigante italoamericano, quienes se habían acercado inicialmente a los franceses, ahora les dicen que prefieren estar solos y que gracias; o sea, como citaron nuestros colegas de Autoblog Argentina, a lo "gata flora".
Más formalmente, el comunicado (que puedes leer aquí) señala que "actualmente no existen las condiciones políticas en Francia para que la fusión proceda con éxito."
¿Culpas?
Las trancas comenzaron por parte de uno de los apoderados, que en este caso es el gobierno francés, dueño del 15% del Groupe Renault. Y eso fue simplemente porque querían tener una mayor participación. Aunque la verdad, hay algo más. El gobierno francés, no solo necesitaba asegurar los empleos y las plantas de Renault, sino que también quería que esto no afectara la alianza entre Nissan y Renault. Pero como los japoneses estaban algo tibios con la resolución, Francia trató de comprar algo más de tiempo para convencerlos.
Y así fue como desde Nissan, Hiroto Saikawa, el CEO de la compañía, a pesar de que dio pie para seguir con los tramites, no daría su completa aprobación de no tener garantías sobre su empresa. Incluso dijo que la figura de Renault cambiaria drásticamente con la fusión y que eso requeriría que ellos reestudiaran su alianza mutua. Desde el otro lado les aseguraron incluso algo que no tenían, una participación del 7,5% y un asiento con voto en el directorio.
Desde Italia, estaban dispuestos a aceptar las condiciones del gobierno francés, incluso las que complicaron el acuerdo, como las de cambiar las sedes europeas del grupo a Francia y asegurarle un cargo al CEO de Renault, a cambio de que la alianza no destruya plantas ni puestos de trabajo, tal como solicito Renault en un inicio.
Entonces, como desde Nissan no sentían garantías suficientes, tampoco se cumplían en parte las necesidades del gobierno francés y en FCA de seguro temieron que los franceses quizás se estuvieran "aprovechando" para que el negocio pasara a ser más de ellos que de todos.
Esto resultó en que FCA retirara la oferta de aliarse, la cual tendría un valor de 35 mil millones de dólares y que fusionaría por partes iguales al Grupo Renault con FCA, considerando la participación de Nissan en un porcentaje (Renault es su dueño en un 43%), sin absorberlos. A Mitsubishi, ni la palabra le pidieron, siendo que eran los que más historia tienen con el grupo FCA.
Con la política de por medio, siempre estas cosas se enturbian. Solo el tiempo dira si FCA se salvó o no.