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Resurrección magnífica: vuelve a la vida el Bentley Corniche de 1939

Solo existió una unidad de este automóvil que se perdió en la Segunda Guerra Mundial.

Resurrección magnífica: vuelve a la vida el Bentley Corniche de 1939

Bentley acaba de resucitar un automóvil que por mucho tiempo estuvo en el olvido. Recreado por Mulliner desde cero, se trata de una reproducción de la única pieza que existe del Corniche de 1939, un modelo especial para la marca inglesa ya que significó una evolución en términos de diseño y desempeño.

De acuerdo con los libros de historia de Bentley, el Corniche original se perdió en Francia en 1939 tras estallar la Segunda Guerra Mundial. Antes de eso, se había dañado mucho en un accidente mientras se sometía a pruebas en las carreteras francesas en agosto de ese año, y como parte de su reparación, el chasis llegó a la planta en Derby, pero la carrocería fue destruida en un bombardeo en Dieppe algo más tarde, para no ser visto nunca más.

Con el afán de recrear este icónico automóvil al celebrar su 100° aniversario, Bentley decidió volver a fabricar el Corniche sin importar que la tarea fuera titánica, ya que no había rastro alguno del cuerpo. Utilizando solo los dibujos técnicos originales y las habilidades de los hombres de Mulliner, el auto fue fabricado en Crewe utilizando componentes mecánicos originales del Corniche y del MkV, con un cuerpo completamente renovado idéntico en cada detalle al original.

Pero ¿cómo es que posee piezas originales?

Pues bien, muchas de las piezas que se habían producido para fabricar más unidades del Croniche se conservaron hasta principios de la década de 1970, antes de ser vendidas a especialistas y entusiastas. Luego, en 2001, el historiador automotriz y ex director de Bentley, Ken Lea, decidió tratar de usar piezas originales como base para una recreación del Corniche.

En 2008, Bentley Motors realizó una inyección económica al proyecto, y comenzó a trabajar en el chasis y en la carrocería de aluminio con los carroceros Ashley & James. Dado que no había un molde, el cuerpo fue creado a partir de los dibujos del bosquejo dados al proyecto por la familia del diseñador original del automóvil, George Paulin. Lentamente, el proyecto continuó avanzando hasta que fue llevado internamente a Mulliner, la división de personalización y proyectos especiales de Bentley Motors, a pedido del nuevo presidente y CEO, Adrian Hallmark.

El origen y el final del Corniche original de 1939

A fines de la década de 1930, el piloto de autos de carrera André Embiricos encargó un Bentley deportivo basado en el viejo chasis de 4¼ litros. Ante esta misión, la empresa encargó el diseño a Georges Paulin y y la cosntrucción al carrocero francés Pourtout. Aunque se encargó en privado, el vehículo fue muy admirado por los ingenieros y la gerencia de Bentley, que estaban convencidos de que la fábrica debería producir una versión más deportiva del MkV.

Se acordó que el Corniche debería construirse para echar andar esta idea. Tendría un chasis liviano fabricado con acero de calibre más delgado que el estándar, y equipado con una versión sintonizada del motor MkV adaptada a una caja de cambios de sobremarcha. Así, el Corniche fue construido como una colaboración entre Bentley, el diseñador Georges Paulin, y Carrosserie Vanvooren en París, que hizo la carrocería.

Para mayo de 1939 el automóvil se había terminado y se probó en el circuito de carreras de Brooklands, donde alcanzó más de 100 mph (160 km/h), una mejora significativa sobre el MkV estándar. De esta forma, la racionalización acababa de comenzar a adoptarse en los automóviles de producción de la época, por lo que las líneas suaves de Corniche se adelantaron a su tiempo. Al menos se había reconocido que el enorme radiador vertical de un Bentley tradicional afectaba negativamente la velocidad máxima, y ​​la nariz lisa del Corniche era una reacción directa a esa nueva información.

Dotado de un cuerpo sin pilares, con puertas con bisagras delanteras y traseras, también fue extremadamente innovador para la época, y las complicadas curvas de las aletas delanteras y los largos barridos de las traseras estaban muy lejos de los diseños típicos de la época.

Después de Brooklands, el Corniche fue a Francia para pruebas en carretera, donde ocurrió el accidente que desencadenaría su desaparición. Debido a que el auto se exhibiría en el Auto Show de Earls Court a finales de ese año, no había tiempo que perder, por lo cual, el cuerpo fue retiradoy el chasis regresó a Crewe, mientras que la carrocería fue a un taller de reparación local en Francia.

Finalmente, el cuerpo de Corniche se completó y se transportó a Dieppe para ser enviado a casa. Sin embargo, un error de administración en los muelles causó un retraso, y mientras el cuerpo de Corniche estaba almacenado a la espera de ser enviado a Inglaterra, fue destruido por un bombardeo alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

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