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Citroën se despide del segmento de MPV con el fin del Grand C4 SpaceTourer

Durante 30 años, la marca francesa destacó por sus soluciones de movilidad para toda la familia. Hoy, los SUV y los crossovers han tomado la posta.

Citroën se despide del segmento de MPV con el fin del Grand C4 SpaceTourer

Para uno, que nació en esa época donde había muchísimos estilos y formatos de auto, ver como todos son reemplazados por algún tipo de crossover, me da pena y nostalgia: el público busca un auto que lo haga todo. Quizás en un futuro solo tendremos camionetas, SUVs de algún tipo y uno que otro auto deportivo y nada más. En el mejor de los casos, un sedan o hatchback compacto en mercados emergentes, pero el resto, solamente crossovers y SUVs.

Uno de los segmentos que más duro lo ha sufrido con el embate de los SUVs ha sido el de los monovolúmenes. Desde las minivans (como el Renault Espace o el Dodge Caravan) hasta modelos más compactos, todos han comenzado a desaparecer del mapa, incluso en las marcas con los modelos más reconocidos. Una de ellas es Citroën, quienes oficialmente dicen adiós a las MPV con el fin de la producción del C4 SpaceTourer. Por fortuna, Citroën logró hacer el "cambio" hace unos años y la estrategia les ha dado muchos frutos, en especial porque han logrado incorporar parte de las características más apetecidas de los monovolúmenes en sus autos, en especial la habitabilidad, la modularidad y la luminosidad. 

Pero mientras hubo MPV en sus filas, las vendieron todas. De hecho, vendieron más de 4,5 millones de monovolúmenes en todo el mundo durante estos 30 años, lideres indiscutidos del segmento.

Evasion, el primero de la saga

Para hablar del Evasion, hay que hablar del proyecto Eurovan (no es el nombre oficial, pero es el más utilizado), una alianza creada entre el Grupo PSA y el Grupo FIAT. Que increíble pensar que hoy, ambos grupos son parte del mismo conglomerado (Stellantis), pero en ese entonces la alianza era puntual y con foco en cierto tipo de vehículos. FIAT y PSA eran dueños en conjunto de la famosa planta de Sevel Nord, en donde se fabricó este modelo.

Como sabemos, los dos primeros monovolúmenes de tipología "minivan" fueron el Dodge Caravan y el Renault Espace. Ambos nacieron casi al mismo tiempo, pero uno en Norteamérica y el otro en Europa. El Espace en realidad fue un proyecto que Matra le ofreció a Renault y que aceptaron después de que Citroën lo rechazara, porque no estaban entusiasmados con la idea de un conceptual nacido fuera del seno de la marca. Este producto, llamado Projet P18, evolucionó en el Projet P20, el cual utilizó la base del futuro BX, pero Citroën nuevamente le bajó el pulgar a Matra. Así fue como Matra se llevó su minivan de regreso, modificándola con el chasis del Renault 19 y ofreciéndoselas a los del Rombo, quienes dijeron que sí. En Citroën no había presupuesto para una minivan y después de ver el éxito de Renault durante los ochenta, se dieron cuenta que lo mejor era agruparse para que el desarrollo fuera más económico.

En 1994, la planta de Sevel Nord dio a luz a estos cuatro modelos gemelos: el Peugeot 806, el FIAT Ulysse, el Lancia Zeta y por supuesto, al Citroën Evasion. Sus únicas diferencias eran las insignias, el frontal y la parte posterior y nada más. De todas maneras, el desarrollo del proyecto, a pesar de tener un diseño neutro para que los franceses y los italianos pudieran incorporar sus identidades propias, le queda mejor a Citroën que a nadie. Incluso el diseño del tablero, con aquella llamativa palanca de cambios montada en la parte superior, parece más cercana al estilo del Saxo y del Xsara que de los modelos italianos o incluso, el estilo de Peugeot. El auto es realmente exquisito en su nivel de confort, para quienes hemos tenido el placer de subirnos y andar en uno.

El Evasion evolucionó en el C8 para su segunda generación, con un estilo mucho más moderno. Del Evasion se venderían 120.000 unidades y del C8, más de 150 mil unidades hasta que dejó de fabricarse en junio del 2014. Pero el gran hit de Citroën llegaría en formato más pequeño...

La era Picasso

Hay autos que son identificables al primer vistazo y cuyo diseño trasciende al formato. Fue el caso del Xsara Picasso, nacido en 1998 y comercializado entre 1999 y 2012. El germen del Xsara Picasso (y del Xsara normal) lo podemos encontrar en el revolucionario prototipo Xanae de 1994, el cual se robó toda la atención del Salón de París. Fabricado en la base del Xantia, sus formas curvilíneas y su diseño asimétrico, configuraron un formato muy especial y diferente para lo que acostumbramos a ver en un monovolumen de formas más utilitarias.

El Xsara, llegó como sucesor del ZX y utilizaba una versión actualizada de la misma plataforma, aunque se nota poco por su aerodinámico diseño. Tras el debut del Xsara, emerge el Xsara Picasso, con sus asientos modulares e individuales, sus soluciones prácticas y su futurista interior. El Xsara Picasso fue el auto que marcó la dirección de todos los monovolúmenes de Citroën, de aquí en adelante, todos modelos verdaderamente versátiles, pero por supuesto, extremadamente futuristas y adelantados a su tiempo.

En su primer año de comercialización se vendieron 180.000 unidades. En el camino, con algunas actualizaciones, este monovolumen estrella de la marca atrajo y fidelizó a un amplísimo público, con unas ventas mundiales de 1.760.000 unidades.

En 2006, apareció el C4 Picasso. Así como el C4 reemplazó al Xsara en el segmento C, era lógico que el Picasso viviría una nueva generación en esta plataforma. Aquí, Citroën diversificó el formato con opciones de cinco y siete plazas. El modelo corto se fabricó hasta 2018, año en el que dio espacio para el C5 Aircross. Este modelo estableció nuevos conceptos en el segmento y también revolucionó el diseño del habitáculo con el acceso a los principales mandos desde el volante para liberar el máximo espacio en el tablero, y situar ahí cuatro grandes espacios portaobjetos que complementaban a la guantera central refrigerada.

De dimensiones mayores, amplió el espacio disponible tanto a la altura de los codos como para las piernas de los pasajeros traseros y ofreció, asimismo, el volumen de maletero más generoso del segmento.

El 2007 fue la época peak para los monovolúmenes. Para Citroën supuso un récord de ventas de sus dos monovolúmenes Xsara Picasso (115.000) y C4 Picasso (215.000), lo que demuestra hasta qué punto los monovolúmenes se convirtieron en una tendencia que respondía claramente a un estilo de vida. Entre 2006 y 2013 se vendieron 891.000 unidades de C4 Picasso.

Durante el 2009, apareció un nuevo monovolumen en la familia Picasso: el C3 Picasso. Es un auto muy curioso, que reúne el tamaño de un hatchback compacto con la funcionalidad de un modelo más familiar y un diseño muy lúdico. Incluso, ofrecía 500 litros en su maletero. Probablemente lo más parecido al C3 Picasso en su tiempo fue el Kia Soul. El C3 Picasso dejó de fabricarse en 2019 después de que salieran 657.807 unidades de fábrica.

Previo a la llegada del C5 Aircross, aunque con el auge desmedido de los SUV en otras marcas, las ventas se mantuvieron estables entre 2014 y 2017 con un ritmo de alrededor de 120.000 ventas anuales. Luego, todo quedó en manos del Grand C4 SpaceTourer.

Grand C4 SpaceTourer

Rediseñado en 2016, ha seducido a 352.243 clientes en todo el mundo y ha sabido diferenciarse por su confort de suspensión sin igual, su distancia entre ejes de 2.840 mm para un espacio a bordo de primer orden, su ejemplar modularidad (2 asientos plegables en la tercera fila, 3 asientos independientes iguales en anchura, asiento del acompañante abatible para convertirlo en mesita, un volumen de maletero de máximo nivel que pasa de 643 a 704 litros adelantando la segunda fila), numerosos compartimientos portaobjetos, una superficie acristalada de 5 m² gracias a su enorme parabrisas panorámico y sus diferentes posibilidades de personalización.

La herencia en confort y soluciones prácticas de movilidad

Gracias a la larga herencia que tiene Citroën en vehículos utilitarios, furgones y también en estos 30 años de monovolúmenes, es que los SUV franceses actuales hoy tienen una identidad muy marcada, con atributos diferenciadores en sus respectivos segmentos.

El C3 Aircross, por ejemplo, es un digno sucesor del C3 Picasso, heredando su habitabilidad y su diseño diferente. El C4 aprovecha lo aprendido en bienestar, desde la calidad de los asientos Advance Comfort, la insonorización y el estilo futurista visto en los C4 Picasso, aunque claro, ahora con tecnologías como asistencias de manejo, head up display, selector by wire, entre otros. Y el C5 Aircross toma toda la modularidad vista desde la época del Evasion y el Xsara Picasso, con sus asientos traseros individuales, los espacios portaobjetos y el confort de marcha.

Y si necesitas más espacio, no está todo perdido, puesto que la Berlingo Pasajeros o la SpaceTourer, perfectamente cumplirán todas tus necesidades; técnicamente estos son los verdaderos herederos en cuanto a utilidad y funcionalidad.

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