El CX-5 es seguramente el modelo más importante para Mazda en Chile. Es un SUV mediano que hace algo más de 10 años estrenó el cambio industrial en la marca, con la aparición de las tecnologías SkyActiv (en chasis, carrocería, motores y transmisiones), así como el estreno del diseño Kodo tan reconocible hoy en día.
El modelo recibió una segunda generación en 2017 y luego, en 2020, una actualización en equipamiento. Y como aún le queda vida antes del arribo a los mercados de los nuevos CX-50 y CX-60 (este último confirmado para Chile), la marca le dio una segunda "manito de gato" en 2022, con un pequeño rediseño exterior e interior, la inclusión de nuevas versiones diferenciadas también por estética, y un mayor equipamiento.
Mazda está tratando de convertirse en una alternativa a las firmas de alta gama, posicionándose como la marca más premium de todas las generalistas, y esta actualización del CX-5 va en esa línea.
La firma ofrece el CX-5 en ocho versiones con tres opciones de motor (el turbodiésel 2.2 fue descontinuado), cajas manual y automática y tracción 4x2 o AWD, con precios de lista (marzo de 2023) de $23.990.000 y $32.890.000. Nosotros probamos la versión tope de gama denominada Signature 2.5T AWD.
Mazda CX-5: los cambios estéticos
Hay que ser muy conocedor de la marca o ser dueño de un CX-5 2017 en adelante para reconocer a simple vista que se trata de un nuevo modelo. Y es que el facelift de media vida es apenas perceptible, aunque ofrece una mejora general a un modelo que seguía viéndose muy actual.
Por cierto, hay sutilezas que perfeccionan el diseño Kodo, cuya particularidad es precisamente hacer que el look de auto nuevo perdure en el tiempo sin avejentarse.
Lo más llamativo es la nueva Signature Wing o moldura cromada "alada", que recorre la parte baja de la parrilla y que sostiene los focos principales. Ahora es menos redondeada, sutilmente más prominente y no "cierra la parrilla", sino que deja libre la unión de los focos con esta misma. Con ello, la trama "cóncava" que ofrece la parrilla fue cambiada por una más frontal de estilo cuadriculado. Y la parte inferior del parachoques se ha simplificado, eliminando el ultimo pliegue y alargando la toma de aire inferior. Realmente detalles.
Algo más se nota en los faros frontales, que son nuevos y cuentan con una firma luminosa en forma de "doble L", diseño que se replica en los faros traseros. En esta parte hay un rediseño menor del portalón y parachoques, que muestra dos pequeños reflectores. Mazda ofrece el CX-5 con llantas de 17 y 19 pulgadas, con nuevo diseño dependiendo de la versión.
Active (beige), Sport (rojo) y Signature (blanco).
Ahora, una buena novedad es la introducción de tres nuevos paquetes con algunos elementos estéticos especiales.
- Signature: incorpora molduras en la zona inferior de parachoques, tapabarros y revestimientos laterales en el mismo color de la carrocería, y unas nuevas llantas plateadas aro 19.
- Sport: trae molduras inferiores en negro brillante, nuevas llantas de aleación de 19” color negro metalizado, la parrilla Signature Wing en color negro con detalles rojos y tubos de escape más pronunciados.
- Active: tiene molduras inferiores color plata, detalles verde lima en la parrilla y un interior de aspecto mucho más juvenil y aventurero. También se suma la incorporación del exclusivo color zircon arena.
En el habitáculo me pasa lo mismo que en el exterior: todo es muy parecido, salvo por el rediseño de los asientos y la suma de ciertos equipamientos que modifican el look, como el cargador inalámbrico de teléfonos, el sistema de audio Bose y el nuevos clúster digital.
Lo más llamativo es la mejora en calidad percibida y el uso de materiales cada vez mejores, como tapiz de cuero Nappa en color café (en ciertas versiones), decoraciones metálicas y polímeros blandos al tacto.
Mazda CX-5: los equipamientos y la habitabilidad
Todos los CX-5 ofrecen un buen nivel equipamiento, tanto de confort como de seguridad. De serie hay disponible volante de cuero multifunción, vidrios traseros tinteados, luces delanteras LED, climatizador dual y sistema multimedia con pantalla de 8" y conectividad para smartphones.
Sin embargo, está claro que a medida que avanzan las tecnologías, la propuesta de Mazda se está quedando atrás. No sólo podemos criticar la falta de conectividad wireless o sin cables en prácticamente toda la gama, algo que hoy modelos mucho más baratos incorporan en su oferta, sino que el sistema de infoentretenimiento mismo está lejos de ser lo funcional que son otras propuestas.
Pese a que tiene un mando central de control y botones de acceso directo, cuesta un mundo acostumbrarse al diseño de su pantalla principal, creada por capas, de manera que siempre hay que volver atrás para acceder a una nueva función. Y volver atrás no es tan simple como presionar un botón, sino que requiere de más movimientos. Al final, lo que decimos siempre, mientras más pasos, más posibilidad de desconcentrarse del manejo.
En materia de seguridad está bastante correcto, pero ojo que acá también se está quedando atrás, pese a ser de las primeras marcas en incorporar asistencias a la conducción.
De serie, todos los CX-5 equipan seis airbags, sensores delanteros y traseros como cámara (que no es 360°), controles de tracción y estabilidad, asistente de arranque en pendiente, alerta de frenado de emergencia. Luego, desde el modelo High, agrega luces LED adaptativas, monitor de punto ciego y alerta de tráfico cruzado. Las versiones mayores suman frenado de emergencia en ciudad con detección de peatones, asistencia al mantenimiento de carril, advertencia de salida de carril, monitor de fatiga y head-up display, entre otros.
Si bien el CX-5 es uno de los SUV medianos más pequeños del mercado, al menos por dimensiones exteriores (4,57 metros de largo y 1,85 metros de ancho), ofrece un muy buen habitáculo, especialmente en las plazas traseras y en el maletero, con 541 litros de capacidad.
En la segunda fila se replica la materialidad de la parte delantera, y se esconden los controles de la climatización y los puertos USB dentro del apoyabrazos central. Como suele ocurrir, la plaza central no es tan cómoda producto del respaldo, pero también porque la consola central está salida hacia atrás y deja poco espacio para las piernas.
Mazda CX-5: mecánica y manejo
Sabiendo que el CX-5 es un modelo muy popular, Mazda se trajo cuatro opciones de motor para todos los gustos y bolsillos, aunque a esta altura la versión turbodiésel ya está descontinuada, por lo que sólo tenemos motores de gasolina, todas con caja 6AT y modo secuencial, salvo la versión de entrada que es tracción simple con caja 6MT.
- Skyactiv 2.0 VVT con 154 Hp y 200 Nm de torque a 2.000 rpm.
- Skyactiv 2.5 VVT con 188 Hp y 252 Nm de torque a 4.000 rpm.
- Skyactiv 2.5 VVT Turbo, con 227 Hp y 420 Nm de torque a 2.000 rpm.
Nuestra unidad de pruebas contaba con el motor 2.5 Turbo, sistema AWD y caja automática, y como me suele ocurrir con todos los motores de Mazda, se sienten más chicos de lo que sus números indican, menos potentes de lo que la ficha indica.
En el caso del CX-5 Signature, nunca sentí realmente que se desempeñara como un motor turbo y empujara con decisión en las salidas, aunque creo que es más una cuestión de sensaciones, porque lo manejé con cuatro personas adentro y nunca sentí falta de empuje ni necesité usar la caja para mantenerme en régimen óptimo.
Siempre he creído que la transmisión automática de los Mazda están calibradas para ser eficientes más que efectivas, y tienden a dormir un tanto los motores, que no explotan de entrada, sino que se mueven con más parsimonia. Porque hay un modo Sport que efectivamente apura un poco las cosas.
En definitiva, es un buen motor, sin duda, como también lo es el 2.5 aspirado (el 2.0 es muy bueno, pero le queda chico a este modelo). Ambos cumplen con el cometido de mover el CX-5 como deben hacerlo, y tratar de ser eficientes en el intento, y ahí tengo otra crítica: el 2.5 Turbo gasta. No es el que más, pero está lejos de ser de los que menos.
En nuestra prueba, más urbana que con carreteras, nos dio alreredor de 7,5 km/litro, que no es tanto para un Mazda (como ex usuario, sé que los motores 2.0 y 2.5 son bastante eficientes en ciudad y carretera).
Un punto importante del restyling del CX-5 es que Mazda se tomó tan en serio el tema de elevar su nivel de calidad y confort, por lo que trabajaron en toda la estructura principal. Se mejoró el diseño de algunas piezas para disminuir las vibraciones de la suspensión y el ruido de rodadura, y también se reforzó la parte baja de la carrocería (donde van montados los asientos) para mantener una estructura más rígida ante la torsión e impactos laterales.
El resultado es una cabina magnífica en cuanto a aislación, al nivel de cualquier auto de marca premium semejante. También se modificó el tarado de la suspensión para conseguir un manejo más suave, y creo que en esto se perdió un poco ese tacto mixto tan bien logrado por Mazda, donde el CX-5 puede ser tan deportivo como confortable.
A entenderse. Sigue siendo un auto que se maneja extraordinariamente bien, con una dirección impresionante por su tacto y respuesta, y un chasis equilibrado que mantiene el auto pegado al piso y lo hace ser tan fácil de conducir por cualquiera. Siempre fue uno de los mejores SUV del segmento por manejo, y creo que hoy lo sigue siendo, aunque con un espíritu diferente.
Conclusión
Mazda tiene un crack en su gama con el CX-5, y a la espera de su sustituto, le alarga la vida con mejoras en todos los niveles. No son cambios mayores, ninguno de ellos, pero ajustan el producto al nuevo objetivo de marca de ofrecer modelos que compitan con las marcas de alta gama. Y consigue muy bien.
Un manejo superlativo, con motores correctos en su entrega y eficiencia, una buena habitabilidad y paquetes de equipamiento muy completos, sólo debe mejorar su tecnología, hacerla más moderna, actual e intuitiva, y seguirá teniendo un súper ventas. Un auto realmente fácil de recomendar.
Test drive Mazda CX-5 2023