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Eccentrica Cars revisita al Lamborghini Diablo con un increíble restomod

La creación es obra de Emanuel Colombini, empresario de una de las firmas de mobiliario italiano más grandes de su sector y además piloto amateur de la categoría Super Trofeo de Lamborghini.

Eccentrica Cars revisita al Lamborghini Diablo con un increíble restomod

Porque el hombre no solo vive de restomods relacionados con el Porsche 911 o con conversiones eléctricas, hay otros talleres y emprendedores que han buscado sus propios proyectos y basados en otros autos que hasta ahora no habían sido considerados para revisitar. Uno de ellos es Eccentrica Cars, el taller de Emanuel Colombini, el empresario dueño del Grupo Colombini, uno de los actores más relevantes de Italia en el mundo de los muebles y diseño de interiores, quien además, da la casualidad que es un gran fanático de Lamborghini, quien no solo los colecciona, sino que también los corre, porque es piloto amateur en la categoría Super Trofeo de la marca de Sant´Agata.

Y el sueño de Colombini era realizar su propio restomod sobre la base de uno de sus autos favoritos, y también uno de los tuyos -estoy seguro- como es el famoso Lamborghini Diablo, uno de los superautos que definió la década de los noventa y que logró escribir su propia leyenda como sucesor del inmortal Countach.

El Lamborghini Diablo, una buena base para mejorar

“De niño recuerdo haber visto el Diablo rojo en la portada de la revista Quattroruote. ¡Fue amor a primera vista! Es difícil que otros autos dejen una impresión tan fuerte en mí. Más tarde, después de haber tenido la oportunidad de conducir la versión GT, decidí rendirle homenaje, concibiendo una empresa de restomod construida en torno a este proyecto. En su esencia se encuentra la idea de que el mercado de hiperdeportivos y superdeportivos requerirá productos con un alma más auténtica, precisamente como las sensaciones que experimentaron muchos al conducir estos modelos”.

Hay algo de cierto en las palabras de Colombini, sobre que los autos modernos hoy son muy estériles en su ingeniería, mientras que los autos que van desde el 2005 hacia atrás, aun retienen mucho de lo analógico en su experiencia dinámica. Por otro lado, la tecnología de hoy permite soluciones técnicas que muchos ingenieros hubiesen soñado con llevar a la producción en sus modelos.

Entonces, el mercado del restomod atiende justamente esa necesidad, de tomar un auto con carácter propio y pulirlo con soluciones más modernas pero que no traicionen la esencia base del original. Estoy seguro que a muchos usuarios de autos clásicos no les molestaría para nada tener un sistema eléctrico moderno y robusto, o un interior de mejor calidad, salvo que seas un coleccionista purista e histórico. Y seamos sinceros, el Lamborghini Diablo original de principios de los noventa no era el auto más cómodo ni práctico del mercado. Y siendo un auto italiano, viviría con miedo que se me incendie en cada esquina.

Así que manos a la obra; el proyecto nació de la mano de un Diablo de los primeros, de entre 1990 y 1993.

Eccentrica Diablo: el trabajo exterior

El diseño fue llevado a cabo por BorromeodeSilva, un estudio de diseño que ha trabajado comisionando trabajos particulares de distintas firmas de renombre. De hecho, dos espectaculares restomods que hemos comentado aquí en Autocosmos como el Porsche 928 de Nardone o el Delta Futurista de Automobili Amos han sido trabajados por ellos y eso demuestra la calidad del producto final.

Trabajar en el Diablo es complicado, al ser un modelo cuya silueta es muy distintiva. Se buscó realzar sus detalles más llamativos, usando una fuerte influencia del diseño italiano, pero también tomando referencia de los Lamborghini Diablo más contemporáneos y agresivos como el SV, el GT y el GTR. Salvo por el parabrisas, no quedó ningún panel sin trabajar.

El resultado es un auto con voladizos más cortos y una presencia más ancha y agresiva, aunque conservando el largo y el alto general. Hay cambios dramáticos, como el frontal con entradas de aire más voluminosas, los pasos de rueda con salidas de aire, las piezas de fibra de carbono, las luces LED redondas que sobresalen de la zaga o el intrincado trabajo de la tapa del motor, con entradas de aire superiores.

Ahora, también hay otros detalles que se podrían pasar por alto, como el gancho de remolque, oculto como parte de los deflectores en la entrada de aire frontal, las ventanas que fueron niveladas para lograr un plano más nivelado y las luces delanteras con tapas que recubren los focos principales, pero que dejan ver un discreto filete de luz LED para uso diurno, al igual que los ductos NACA en las esquinas superiores del frontal.

Lo que no ha sido fabricado en fibra de carbono, ha sido trabajado en titanio con métodos de impresión 3D.

Eccentrica Diablo: el trabajo interior

El interior es una mezcla entre la precisión y la calidad que solo se puede lograr con materiales y técnicas de nuestra década, pero con un diseño que es casi una carta de amor a los años noventa. Por ejemplo, los relojes analógicos y el tablero inclinado fueron reemplazados por distintos displays LCD con números. La ergonomía es más contemporánea, imitando un poco la disposición del Diablo GT, aunque con grandes botones para la manipulación de la climatización. Y aunque no vemos nada que tenga que ver con sistemas de audio o pantallas multimedia, sabemos que de manera inédita, Eccentrica pidió la colaboración de un importante fabricante de sistemas HiFi, Marantz.

Detalles como la columna de dirección en fibra de carbono, la discreta rejilla que oculta las salidas de aire, las levas tras el volante y hasta la tradicional palanca de cambios ranurada, hablan de un nivel de atención al detalle sin límites. Incluso, hay tres detalles que me gustan mucho como el contraste de los tiradores amarillos en las puertas con el tapiz en Alcantara azul, el logo de Eccentrica puesto de manera "excéntrica" en el volante y los switches frente a la palanca de cambio, que son para hacer la secuencia de encendido del modelo, incluyendo la bomba de combustible, los inyectores y el sistema eléctrico, antes de dar la partida con un botón.

Eccentrica Diablo: tren motriz y chasis

El motor del Eccentrica toma como base el V12 aspirado de 5,7 litros, pero mejorado con intervenciones en los árboles de levas y válvulas, así como mejoras en la distribución, calibración de la inyección, un sistema de escape Capristo y hasta un sistema de lubricación por cárter seco. Con esto, los 492 Hp y 580 Nm del Diablo original pasan a 550 Hp y 600 Nm de torque, potencia enviada al eje trasero por medio de una transmisión de seis velocidades (gana un cambio) y un diferencial LSD.

Como el modelo aún está en desarrollo, las simulaciones estiman una aceleración de 0 a 100 en 3,8 segundos y una velocidad final de 335 km/h, aventajando al original con 4,1 segundos y 325 km/h respectivamente. Si a esto le sumamos una reducción de 35 kilos gracias a todos los paneles y estructuras de fibra de carbono, nuevos brazos de suspensión fabricados en CNC con amortiguación adaptativa, dirección hidráulica (el original no tenía) y nuevos frenos firmados por Brembo, logramos una experiencia que lo único que hace es realzar la personalidad del Lamborghini Diablo.

Las llantas son de 19" con neumáticos Pirelli Trofeo Race.

Eccentrica fabricará 19 modelos personalizados a gusto, con un tiempo de fabricación de entre 16 a 18 meses, que incluyen una fase de pruebas en distintas condiciones.

El precio para convertir un Diablo normal a uno preparado por Eccentrica comienza en los €1.200.000, sin considerar el valor del auto donante.

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