Desde hace ya unos buenos años, estamos presenciando uno de los mayores cambios que atraviesa la industria automotriz en su historia, con el crecimiento cada vez más veloz del mercado de vehículos eléctricos.
Un actor fundamental de la transformación es China. Gracias a la gran cantidad de marcas locales, el país es el mayor productor de modelos a batería del mundo, y también es donde se venden más vehículos de este tipo, lo que, si bien lógicamente es positivo para la mencionada transición, tiene sus contras.
Resulta que es tanta la oferta en el “Gigante asiático” que se dan fenómenos inimaginables, como por ejemplo, depósitos a cielo abierto de miles y miles de autos eléctricos, que no hacen más que pudrirse bajo la intemperie. ¿Por qué se produce esto? ¿Qué hay detrás de este abandono? Veamos.
Autos eléctricos abandonados en China: ¿Qué pasó?
El descubrimiento tuvo lugar en Hangzhou, provincia de Zhejiang, y fue difundido por el usuario de YouTube Serpentza. En concreto, son más de 10.000 los autos eléctricos que permanecen abandonados en una suerte de estacionamiento, conformando cientos de filas. Lo peor es que prácticamente son vehículos 0km, cuyo estado exterior es perfecto, y que no se trata del único espacio asignado para este tipo de descartes.
De acuerdo a lo informado, en el espacio hallado se encuentran unidades de la marca BYD, una de las tres principales automotrices productoras de vehículos eléctricos en el mundo, junto a otros de Geely y de la también firma china Neta.
El estado de los vehículos es tan nuevo que hasta mantienen los plásticos que recubren sus asientos y pantallas. Además, están patentados, por lo que se encuentran listos para ser manejados por cualquier persona. Entonces, ¿por qué están ahí? Hay dos grandes causas.
Por un lado, vale mencionar que con el fin de disminuir la contaminación ambiental, el gobierno chino brinda subsidios para las empresas que producen vehículos a batería. Para mantener el ingreso, las firmas deben sostener un cierto nivel de ventas, por lo que “inflan” sus números de comercializaciones y buena parte de esos vehículos no terminan a manos de clientes (básicamente porque no existe tanta demanda), sino que van a parar a este depósito.
Por otro lado, y si te fijas en las imágenes, buena parte de los vehículos están decorados de la misma manera. Se tratan de unidades que iban a ser funcionales para empresas de alquiler (car sharing), que iniciaron sus acciones recibiendo inversión estatal para producir su flota. Sin embargo, varios de los empresarios líderes de las firmas decidieron quedarse con la inversión, fugarse y cerrar las empresas, dejando a los autos sin dueño.
Como resultado, son miles y miles los autos abandonados y deteriorándose al aire libre, lo que no hace más que generar un efecto contrario al que se busca en el camino hacia la movilidad ecológica: más contaminación.
