Pese a que tiene apenas 10 años de vida, el C-Elysée es un modelo que ya podríamos considerar como emblemático dentro de la gama de Citroën, especialmente en Chile, donde ha comercializado más de 20 mil unidades a la fecha, siendo uno de los favoritos en el mercado del transporte de personas, ya sea como taxi o para aplicaciones.
El C-Elysée fue desarrollado junto al Peugeot 301 como un sedán para mercados emergentes, pese a que se comercializó por algunos años en el sur de Europa (Francia, España, Portugal, Grecia...). Por lo mismo, se diseñó pensando en ser accesible, utilizando la antigua plataforma compacta del Grupo PSA, y ofreciendo soluciones de baja sofisticación pero de alto impacto.
Fotos: Citroën Chile.
Por ejemplo, un diseño clásico de tres cuerpos bastante atemporal y que no molestara a nadie. Un amplio espacio interior y un enorme maletero de 506 litros de capacidad. Motores de baja potencia, alto torque y comprobada eficiencia. Un correcto paquete de seguridad y confort. Y listo, una propuesta honesta y funcional, que gusta más a quienes compran este auto que a quienes lo critican desde lejos.
El C-Elysée lanzado globalmente en 2012, llegó a Chile a inicios de 2013 y recibió un restyling de mitad de vida en 2017, y ahora, en una extensión de su vida comercial, aterriza en Chile con un nuevo tren motriz que le permite cumplir con la norma de emisiones Euro 6b vigente en nuestro país.
Para evaluar su desempeño, Citroën nos invitó a revivir el Desafío C-Elysée, una prueba de consumo de largo aliento que había debutado en 2015 y replicada en 2017, y que nos llevó desde Santiago a Copiapó buscando el menor consumo de combustible. Más allá de que no ganamos ni estuvimos cerca, estos casi 1.000 km de manejo nos permiten ofrecerte una primera impresión de manejo muy acertada.
Citroën C-Elysée 2024: lo nuevo
Antes de hablarte de su comportamiento dinámico, revisemos las novedades que trae este modelo, que son grandes a nivel mecánico, pero pocas en diseño y equipamiento.
El nuevo C-Elysée estrena un nuevo tren motriz, que reemplaza al 1.6 HDi de 92 Hp y 230 Nm, acoplado a una caja manual de 5. Este nuevo paquete ofrece:
- Motor turbodiésel 1.5 BlueHDi, que cumple con la norma Euro 6b.
- Potencia: 100 Hp
- Torque: 250 Nm desde 1.750 rpm
- Caja: manual de seis velocidades
- Emisiones: 116 gr/km CO2
- Consumo urbano: 19,3 km/litro
- Consumo carretera: 25,4 km/litro
- Consumo mixto: 22,8 km/litro.
- Nuevo diseño de llantas bitono de 16 pulgadas (195/55 R16)
- Nueva firma luminosa delantera LED
- Nuevos grupos ópticos traseros LED con diseño 3D
- Nuevo cubre cárter metálico
- Sistema de infoentretenimiento con mandos por voz
- Apoyabrazos central para las plazas delanteras
Citroën C-Elysée: la experiencia de manejo
Tal como te contábamos, Citroën nos desafió a manejar hasta Copiapó (800 km de recorrido) con el menor consumo de combustible posible. Nuestro equipo de Autocosmos presente en el evento se dividió en dos.
Matías Irarrázabal apuntó a ganar la prueba, con un manejo cuidadoso, sin aire acondicionado, y una media de 75 km/h, pero eso incluye detenciones, por lo que en realidad manejó entre 90 y 100 km/h. Haciendo dupla con Rafael Villablanca (Rafa Al Volante), recorrieron 796 km y entregaron el auto con combustible suficiente como para realizar otros 430 km, para una hipotética autonomía total de 1.230 km, y un consumo medio registrado de 27,7 km/litro.
Marcelo Palomino, por su parte, es poco amigo de los manejos pausados y no tolera la ausencia del climatizador en climas desérticos, por lo que optó por realizar otro estilo de manejo para medir al C-Elysée es condiciones de uso normal. Utilizó el control crucero a 120 km/h en las zonas donde se permitía (casi todo el camino) y recorrió los mismos 795 km con una media de 22,7 km/litro, dejando una autonomía restante de 185 km, para casi 1.000 km de rango posible.
Si bien parecen consumos extraordinarios, ambos quedaron lejos de la dupla compuesta por los periodistas Nicolás Gerlach y José Ignacio Gutiérrez, que recorrieron los 795 km entre Santiago y Copiapó, dejando una autonomía restante de 580 km, para un rango total estimado de 1.375 km. Su promedio fue impresionante: 30,3 km/litro.
La dupla ganadora del Desafío.
Aquí, el estupendo torque del nuevo motor, acoplado a la caja con sexta marcha obran maravillas para conseguir un crucero alrededor de las 2.000 rpm, un manejo holgado y económico.
Así, el tercero de los pilares sobre los que se sustenta el C-Elysée, la eficiencia, queda graficada en los resultados. Este modelo debe ser el auto de combustión más efiiciente de los que se vende en Chile, y si no lo es, está en el Top 3 seguro.
Veamos el segundo de estos pilares, el confort. Digamos que la arquitectura de suspensión de este auto es propio de un vehículo de acceso, aunque levemente sofisticada. Cuenta con anclajes McPherson adelante y un eje deformable con amortiguadores, espirales y estabilizadoras atrás, lo que nos podría hacer pensar en que la cola es más áspera e indomable, pero nada de eso sentimos.
Vale decir que el ajuste de la suspensión es muy bueno, ya que brinda bastante aplomo en curva (consideremos por favor que hablamos de un compacto) combinado con una buena capacidad de amortiguación. Las calles de Santiago y Copiapó nos mostraron lo bien que aisla el habitáculo en pavimentos ásperos, mientras que la autopista nos permitió corroborar que tiene el comportamiento muy seguro y estable, gracias a que conduce cerca del piso y con un bajo centro de gravedad.
La dirección está bien, correcta, ofrece buen tacto y es bastante directa, lo que se agradece en una era en que las direcciones sintéticas y sin gusto dominan el mercado. Responde medianamente rápido lo que pide el conductor y tiene peso suficiente como para sentirla viva.
La aislación es un punto débil en este auto, ya que a 120 km/h se filtra ruido aerodinámico dentro del habitáculo, algo obvio considerando el diseño, pero no es nada que moleste realmente.
Un dato anexo: los asientos con tecnología Citroën Advance Comfort, que en este caso aplica con más puntos de sujeción del cuerpo y un cojín que se adapta mejor al cuerpo (eso nos dice la marca). Lo cierto es que tras 800 km de manejo casi sin parar, nos bajamos del auto sin dolores, achaques o tirones, sin necesidad de tener que estirarse para recuperar elasticidad. Notable, realmente.
Veamos su pilar inicial, la amplitud interior. Y es que si el maletero es referencial para el segmento de los sedanes, sin importante el tamaño, el habitáculo destaca por ofrecer mucho espacio para todos. Digamos, hasta tres adultos en las plazas traseras, aunque el que use la plaza central penalizará en comodidad.
Quizás si lo más discutible del C-Elysée es que tiene un diseño interior muy francés, con muy pocos lugares para dejar cosas. El teléfono con cabe en ninguna parte, y el posavaso que hay en la consola central es diminuto, y no aguanta ni una botella de medio litro. Por suerte las puertas dejan bastante lugar, pero es una debilidad, sin duda.
La posición de manejo es cómoda y fácil de encontrar, más allá de que el volante sólo ofrezca ajuste en altura. Hay buena visibilidad para todos lados y los mandos quedan a la mano.
Respecto de esto, el C-Elysée cuenta con pantalla de 7" con conectividad vía cable a Apple CarPlay y Android Auto, pero aquí nuevamente juega en contra su diseño antiguo, ya que la pantalla está puesta muy abajo (hay que bajar los ojos para ver el mapa), tiene una interfaz horrorosa en diseño y usabilidad (la típica crítica que le hicimos siempre a PSA), y apenas cuenta con un puerto USB para teléfono en las plazas delanteras.
Matías Irarrázabal y Rafa al Volante disfrutando de la ruta.
Conclusiones
Tal como lo hemos dicho desde siempre, el C-Elysée es un auto funcional con una propuesta honesta. No busca encantar ni por diseño, ni por materialidad interior, ni por un abudante equipamiento. Lo que propone es el mayor espacio interior y una enorma capacidad de carga, un habitáculo cómodo y correctamente equipado, y el menor consumo de combustible o, si se prefiere, la mayor eficiencia de uso.
Este nuevo motor podría parecerle chico a quienes leen esta crónica, pero son 100 Hp, que está bien, y son 250 Nm de torque desde las 1.750 rpm, que es mucho. El auto se mueve ligero, tiene empuje de sobra y nunca, ni en las cuestas Buenos Aires y Pajonales (que para quienes no las conocen son largas y exigentes), se nos quedó parado o nos hizo urgar en las marchas. La sexta marcha le viene perfecto.
Y por dentro, sorprende lo cómodo que es. Y no lo parece. Eso explica que los taxistas y quienes trabajan en aplicaciones de movilidad prefieran a este sedán turbodiésel por sobre otros autos.