Desde el año pasado que venimos siguiendo los prototipos de desarrollo del futuro Suzuki Swift, un auto que nos importa mucho por tres razones fundamentales. Es uno de los autos más emblemáticos de Suzuki, ha sido un hit de ventas en Chile en todas sus generaciones y además es un auto muy entretenido de manejar, de esos que quedan pocos.
El Salón de Tokio, rebautizado como "Japan Mobility Show" será la plaza donde podamos ver los cambios que recibirá la más reciente generación del Swift, la cual puede ser la cuarta, la quinta o la séptima generación del modelo, según el mercado donde se vendió, puesto que en algunos lados, el Swift nació como el nombre de exportación del Suzuki Cultus (o Forsa como le conocimos en los ochenta en Chile) y en otros, como Japón, fue el nombre que recibió el Suzuki Ignis; si hablamos estrictamente del modelo global, esta vendría siendo la cuarta.
El nuevo Swift probablemente siga el mismo desarrollo que han tenido los últimos modelos de la marca japonesa, o sea trabajar sobre una evolución de la base actual, por lo que el comportamiento del modelo, debería ser muy similar al del Swift vigente, solo que más refinado (mejor insonorización, más rigidez) y más seguro.
El diseño del "conceptual" será técnicamente calcado al del modelo de producción. Es menos curvilíneo que el modelo que reemplaza, destacando la marcada línea de la cintura que va por sobre las manillas y que se funden con parte de la línea de corte del capot. Las luces son más angulosas, los encastres de los neblineros son más pequeños y en la parte baja asoma un discreto spoiler/faldón. Lo más cuestionable quizás es la nueva parrilla de tipo ovalada pero que cuenta con un grueso "labio" oscuro como marco: es como si se hubiese echado "bótox".
De perfil hay un cambio muy importante, que es la reubicación de la manilla trasera a una posición convencional, dejando de estar oculta en el poste C, tal como en los modelos del 2004 y 2010.
En el maletero también podemos ver la línea que recorre los costados del auto, así como un parachoques más deportivo en color negro. Las luces cuentan con una carcasa ahumada que podría mantenerse en el modelo de producción o quizás anticipar un detalle de diseño para el Swift Sport.
En el interior hay cosas conocidas y cosas nuevas. El diseño general es más envolvente, orientado al conductor y de ergonomía actualizada, con la pantalla multimedia sobre los aireadores para quedar al nivel del clúster, así como la reubicación del botón de encendido (estilo "Le Mans"). Quizás veamos una mejora en la calidad percibida pero siendo Suzuki, no debemos esperar tantos cambios en ese departamento.
Lo que sí, la marca adelanta mucho contenido tecnológico y más asistencias, incluyendo alerta de colisión con frenado autónomo, monitor de atención del conductor, asistente de luces altas y más.
En temas mecánicos no hay informaciones, pero de seguro se conservarán los propulsores actuales, poniendo énfasis en el modelo híbrido y quizás con una mayor oferta de propulsores Boosterjet.
El resto, habrá que esperarlo, pero no mucho más, puesto que a fin de mes comienza todo en Tokio.
