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Viajando con un auto eléctrico: el CUPRA Tavascan derriba mitos

Manejamos desde España a Mónaco en un auto eléctrico, más de 800 kilómetros por autopistas, carreteras secundarias y rutas de montaña. ¿Se puede conducir tranquilo, sin sufrir el estrés de la recarga? Al menos en Europa, sí que se puede.

Viajando con un auto eléctrico: el CUPRA Tavascan derriba mitos

Hace dos años realizamos en Autocosmos una prueba especial con un auto eléctrico, para ver si era posible realizar un viaje largo por carretera, sin sufrir el llamado estrés de la recarga. Tomamos entonces un Geely Geometry C y partimos desde Santiago a Pucón, poco más de 800 kilómetros con un auto que prometía más de 400 km de autonomía.

La realidad nos indicó a golpes que Chile no estaba preparado para viajar con autos eléctricos, al menos no dos años atrás. Demoramos casi 15 horas en realizar un viaje que con un auto de gasolina demora unas 10, y llegamos con muy poca carga, asustados y de noche.

Las explicaciones no son tantas, la verdad. Las autonomías declaradas por los fabricantes distan mucho de ser reales, sobre todo en carretera, donde hay que restar entre un 20 y 30 por ciento de lo que se homologa. La red de carga carretera es pobre y, normalmente, está en mal estado, incluso con bocas de carga sin funcionar. Y luego está la programación del viaje (o la falta de ella), algo que depende mucho de la disponibilidad de puntos de carga.

Desconozco si esto ha cambiado con el crecimiento que ha experimentado la red de carga en Chile. Pronto repetiremos pruebas de este tipo en Autocosmos para saberlo. Lo que sí hicimos fue realizar una prueba similar, pero en Europa, para ver si es tan fácil viajar con un auto eléctrico en una región que ya está preparada, aunque muchos de nuestros colegas europeos piensen lo contrario.

Para ello aceptamos una invitación de CUPRA, la rupturista marca española que ya está iniciando su tránsito hacia la electrificación en Chile, con el lanzamiento del Formentor PHEV el año pasado (y la misma variante en el Formentor recién actualizado), y el anuncio de que pronto llegarán el Terramar PHEV y el totalmente eléctrico Tavascan.

La propuesta era viajar desde Barcelona a Mónaco en la previa de la disputa de la 6ª y 7ª fecha del calendario de la Fórmula E, la categoría de autos eléctricos donde CUPRA participa como equipo oficial. Eran 700 km lineales por autopistas, pero la marca nos tenía preparado una ruta distinta, con muchos caminos secundarios por la hermosa Provenza francesa y por los empinados Alpes Marítimos Francesas, coronando un puerto de montaña mítico en el mundo de la competición: el Col de Turini, fecha clásica del Rally de Montecarlo y, como si fuera poco, del Tour de France, la prueba ciclística más importante del mundo.

Finalmente fueron más de 800 km recorridos, primero con el León PHEV y luego con el mencionado Tavascan, cifra similar al Santiago-Pucón de 2023, aunque realizados con bastante más relajo. Aquí te dejo la historia y el aprendizaje adquirido para futuros viajes eléctricos.

El CUPRA Tavascan

Antes de entrar en detalles de nuestro viaje, hablemos algo del nuevo Tavascan, segundo modelo 100% eléctrico de CUPRA, presentado oficialmente en 2023 y puesto a la venta en Europa el año pasado, y que está programado para arribar a Chile en el segundo semestre.

El Tavascan es un SUV mediano (4,64 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 2,76 m entre ejes) que toma su nombre de un pueblo de los Pirineos catalanes, y que es producido en China en la planta de Anhui del Grupo Volkswagen. Comparte la plataforma MEB con otros SUV con silueta coupé del grupo, como el Audi Q4 e-tron Sportback, el Volkswagen ID.5 y el Skoda Enyaq Coupé.

Como buen CUPRA, luce un diseño muy agresivo y deportivo, y ha estrenado muchos elementos que se han ido aplicando a los nuevos modelos de la marca, como la posición del nombre en el frontal  (entre la parrilla y el capó), el logo frontal y trasero retroiluminado, nuevas tomas de aire en negro con detalles en color bronce, y los faros con firma de los tres triángulos.

Su silueta destaca por la marcada caída del techo, las manillas enraizadas, la cintura alta cincelada, los pilares oscurecidos para dar la sensación de techo flotante y cuenta con llantas entre 19 y 21 pulgadas bitono con el color bronce dominando incluso en los cálipers de freno. En la zaga destaca una tira luminosa que une ambos faros, con el logo iluminado al centro, y muchos elementos aerodinámicos, como spoiler y difusor.

El diseño del habitáculo es también muy diferente a los modelos que conocemos de CUPRA, destacando la llamada “espina dorsal” que une el tablero con la consola, y que está construida con un material que asemeja a la fibra de carbono, dando la sensación de mucha ligereza.

Hay pantallas para el clúster de 5,3” y el infoentretenimiento de 15 pulgadas, que cuenta con una interfaz rápida que es muy fácil de leer y de usar, con dos botoneras digitales por arriba y por abajo que simplifica demasiado su uso.

El volante es muy bonito, achatado abajo y con las dos ruedas tradicionales de la marca, para los modos de manejo y el modo CUPRA, y se estrena un mando en posición satelital para los cambios.

Pese a utilizar muchos materiales reciclados, el Tavascan vuelve a dar un salto en cuanto a materialidad y sensación de auto premium bien construido. Los asientos son espectaculares por diseño (tipo bucket con cabezales integrados), comodidad y ajuste del cuerpo.

El Tavascan se ofrece en Europa en versiones Endurance y VZ, ambas con la misma batería de 82 kWh de capacidad bruta y 77 kWh utilizable, con la que homologa entre 520 y 550 km de autonomía.

La variante Endurance cuenta con un motor trasero de 286 Hp de potencia, mientras que la VX suma un segundo motor delantero para tracción total y 340 Hp.

El Tavascan admite cargas de hasta 135 kW, pudiendo cargar del 10 al 80% de su capacidad en media hora.

De España a Francia por carretera

Desde nuestra salida en Casteldefels, al sur del aeropuerto de Barcelona, y hasta que llegamos al Hotel Fairmont en Mónaco, hicimos 882 kilómetros de recorrido, sin embargo, no los realizamos todos a bordo del Tavascan, ya que la idea era probar distintas tecnologías y modelos.

La consigna para manejar era ser eficientes, pero en una conducción normal. Y para ello, el embajador de CUPRA y ex ganador de las 24 Horas de Le Mans, Jordi Gene, nos entregó unas pocas directrices: suavidad en la aceleración, mantener la velocidad constante, aprovechamiento de la frenada regenerativa para recargar la batería, una anticipación constante a los cambios del trazado y de las frenadas, uso del modo de conducción Range (que maximiza la autonomía), y el empleo del control de crucero adaptativo (ACC) y predictivo.

El resultado era conseguir una conducción eficiente, pero sin comprometer el dinamismo característico que aporta la marca y, por supuesto, respetando los límites de velocidad, hasta 120 km en España, y hasta 130 km en Francia.

Así que partimos desde Barcelona en un nuevo híbrido enchufable que podría llegar a Chile este año: el León PHEV, del cual te escribiremos una nota específica. En él manejamos 365 kilómetros hasta la ciudad de Montpellier, en el sur de Francia, donde paramos a almorzar y a recargar los autos eléctricos.

Esto lo hicimos en una electrolinera de Ionity, empresa creada por algunos de los principales fabricantes de autos como las del Grupo Volkswagen, BMW, Mercedes-Benz, Ford, y Hyundai-Kia, donde pusimos a cargar los cuatro Tavascan que iban en el grupo, y los PHEV Terramar y León.

IONITY ofrece carga rápida de hasta 350 kW de capacidad, por lo que el precio del kW es mayor que en enchufes menos potentes. Si estás suscrito a la empresa pagando unos 15 euros mensuales, el kW te sale a 0,37 centavos de euro, mientras que si no estás suscrito y llegas a cargar directamente, el kilovatio se cuesta casi el doble: 0,66 euros.

Con un 15% de autonomía restante (para unos 100 km más), nos tomó apenas 25 minutos enchufados (suficiente para tomar un café e ir al baño) que los Tavascan recuperaran hasta el 80% de su capacidad, ofreciendo más de 400 kilómetros extra de rango.

Tras el almuerzo continuamos nuestra marca, ahora sí al mando de un Tavascan Endurance, con tracción simple y 286 Hp de potencia. Modo Range conectado, máximo poder de carga regenerativa y e iniciamos los 235 km que nos separaban del pintoresco poblado de Forcalquier, en la Provenza, destino final de nuestro primer día.

Con un manejo normal de carretera y el control crucero adaptativo puesto, acabamos la jornada con una media de 18,1 kWh cada 100 km o 5,5 kilómetros por kilovatio, lo que significa que necesitamos 105 kilovatios para recorrer los 580 kilómetros de ese primer día.

Aquella noche los autos se cargaron en un cargador simple de 11 kW de potencia, que en Francia tiene un costo inferior a los 20 centavos de euro por kilowatt.

De Francia a Mónaco por el Col de Turini

Vamos al segundo día, porque optamos por quedarnos con el mismo auto. Reiniciamos a cero y partimos. La ruta nos llevaba hacia Mónaco, pero por un camino sinuoso, totalmente secundario, metido entre cajones, valles y montañas. Una belleza realmente, que nos hizo acordarnos del sur de Chile.

Obviamente que teniendo subidas y bajadas, nuestro promedio no iba a ser demasiado normal. Cuando se sube se gasta más energía, pero cuando se baja se recupera y mucho. Al llegar a una cima llegamos a marcar consumos de 19,5 kWh/100km, y cuando volvimos a bajar ya estábamos en 15 kWh/100km.

Tras un recorrido de 300 kilómetros, que incluyó subir a los 1.600 metros del Col de Turini y bajar hasta el nivel del mar, nuestra media del día fue de 15,8 kWh/100km, o 6,32 km por cada kilovatio gastado.

Así, al llegar a Mónaco, el CUPRA Tavascan Endurance nos dio una media de 17,4 kWh/100 en los 882 kilómetros recorridos. O el equivalente a unos 51 kWh de energía. Sin ser el auto eléctrico más eficiente que hemos manejado, el SUV de CUPRA nos sorprendió por su rendimiento.

Si lo llevamos a dinero, este Tavascan hubiera gastado unos 13 euros o 14.000 pesos si lo hubiéramos cargado directamente en la casa (costo de 0,25 centavos de euro por cada kilovatio promedio), pero como hicimos cargas mixtas, usando cargadores rápidos más caros y otros lentos más baratos, nos dio un gasto total cercano a los 45 euros, o unos 48 mil pesos chilenos. Y si sólo hubiéramos cargado en súper cargadores sin plan pagado, el costo hubiera llegado a los 95 euros o 102 mil pesos.

Si lo comparamos con un modelo equivalente en tamaño, como el CUPRA Terramar con motor 1.5 TSI MHEV como el que se vende en Chile, éste ofrece un consumo combinado de 16,2 km/litro (WLTP), por lo que hubiera gastado 55 litros de gasolina, que en Francia tiene un costo promedio de 1,7 euros (95 octanos). Esto hubiera llevado la cuenta a 94 euros, similar al costo de un auto eléctrico cargando en electrolineras sin planes contratados, pero el doble de lo que gastamos haciendo cargas mixtas.  

Volviendo a la pregunta original que nos hicimos antes de la prueba. ¿Se pueden hacer viajes largos en un auto eléctrico? En Europa, sin lugar a duda.

Sí, podrás demorar un poco más que hacer en un auto de gasolina. Repostar toma 5 minutos, como máximo 10 si te topas con alguien antes que tú. Cargar a 350 kW de potencia te tomará unos 25 minutos, y multiplicado por dos procesos, es media hora más de tiempo. No cuatro horas, como nos pasó en nuestro viaje a Pucón.

Y si cargas en casa por la noche y tienes un plan contratado en alguna de las cadenas de electrolineras existentes, ahorrarás mucho dinero. Te podría salir la mitad. Y todo ello, con el beneficio de manejar un auto como el CUPRA Tavascan, sin emisiones, sin ruidos, con un dinamismo conductivo espectacular y una suavidad de marcha garantizada.

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