
En marzo de este año, Kaiyi presentó el KYX7, su nuevo buque insignia y el modelo más grande que disponible en nuestro país. No sólo se aleja un poco más de los diseños de Chery que habíamos visto anteriormente en el KYX3, sino que estrena nueva imagen corporativa.
Me tocó estar al volante de este SUV para siete pasajeros que tiene bastantes parientes directos en Chile, ya sea por mecánica y/o plataforma, y habiendo pasado por casi toda la línea de Chery, hay un par de cosas importantes que decir.
Kaiyi KYX7: características generales
El KYX7 fue el modelo escogido para estrenar una nueva imagen de marca, mucho más llamativa y jugada que los productos anteriores, con una parrilla frontal en forma de "X" inspirada en las montañas Kunlun de China, que le otorga una identidad distintiva. Las líneas agresivas y los detalles cromados en los pilares laterales aportan dinamismo, mientras que las luces LED delanteras y traseras en forma triangular, junto con la barra LED trasera y las dos dobles salidas de escape, refuerzan sus intenciones de verse deportivo, sin tanto éxito en esta materia.
Las dimensiones alcanzan los 4.710 mm de largo, 1.995 mm de ancho y 1.705 mm de alto, y una distancia entre ejes de 2.800 mm, posicionándolo justo en medio del segmento D, compitiendo con exponentes del origen como el DFSK 600, Changan X7, JAC JS8 y Geely Okavango.
Bajo el capó, el KYX7 incorpora un motor 1.6 turbo que entrega 183 Hp de potencia y 275 Nm de torque, asociado a una transmisión DCT de 7 velocidades, mismo que hemos visto en otros productos como el Tiggo 8 Pro, el Jetour Dashing y el Jaecoo 7. Cuenta con tres modos de conducción (Eco, Normal y Sport) que ajustan la respuesta del motor según las necesidades de manejo y las condiciones del camino. La suspensión delantera es tipo McPherson, mientras en el eje trasero es independiente multilink.
Kaiyi KYX7: impresiones del interior
Puertas adentro nos recibe un mix de plásticos y texturas de diferentes calidades, con plásticos blandos en la zona alta de las puertas, una tenue iluminación ambiental y una gigantesca pantalla para controlar todo el auto.
El panel de instrumentos es de 12.3" y la pantalla del sistema multimedia es de 14.6", ofreciendo una interfaz digital de fácil operación, acompañada de unos botones táctiles que en esta época de minimalismo absurdo se agradecen. Hay que mencionar eso sí, que este KYX7 no ofrece Android Auto ni Apple CarPlay de fábrica, pero el importador decidió instalarlo por las suyas a través de un Dongle que finalmente lo dota de conectividad inalámbrica. Otra cosa es que el sistema de audio no ofrece el mejor sonido, desentonando totalmente con el interior.
Respecto del equipamiento en general, es bueno considerando el precio del auto. Posee climatizador bizona, cargador inalámbrico (que carga muy lento), botón de encendido integrado en el volante, asientos calefaccionados en plazas delanteras, espacios porta objetos engomados, tapiz de eco cuero y un enorme techo panorámico, además de tomas USB para la primera y segunda fila, entre otros elementos.
En líneas generales, el interior se siente firme, nada se mueve ni hace ruido, no hay bordes filoso en los plásticos. La posición de manejo es fácil de encontrar, el espacio para los pasajeros de la segunda fila es muy bueno, tomando en cuenta que además el asiento puede abatir su respaldo y moverse hacia adelante. La tercera fila, en cambio, es muy justa para adultos (yo mido 1.65 y quedo relativamente justo), aunque los niños irán bastante mejor. Nada que no se espere de un SUV de estas dimensiones, en todo caso.
La seguridad es un punto discutible de este KYX7, ya que si bien posee la misma plataforma del Tiggo 8 Pro y el Jaecoo 7 (la T1X), solo se ofrece con cuatro airbags (frontales y laterales delanteros), pudiendo tranquilamente haber incorporado las seis bolsas de aire para emparejar a sus competidores. El importador decidió no hacerlo así.
Al menos se le sumaron unas pocas asistencias a la conducción, y se ofrece con control de crucero adaptativo y alerta de salida de carril, además de sensores traseros con cámara en 360°, control de descenso, asistente de partida en pendiente y monitor de presión de neumáticos.
Kaiyi KYX7: impresión de manejo
Al iniciar la marcha de este gran SUV, lo primero que notamos es que la dirección es muy blanda, demasiado incluso con el auto en marcha. Buscando por todo el sistema multimedia no encontré ningún menú que me permitiera cambiar su configuración. Eso derechamente no me gusta y fue un punto desagradable durante toda nuestra prueba de manejo. Uno pensaría que se va a endurecer con la velocidad, y la verdad es que no, sigue igual, lo cual es hasta peligroso ante situaciones de emergencia.
La suspensión, por su parte, es la más firme de todos los modelos de Chery que existen en este mercado con este motor y plataforma. Y para nosotros, esto es bueno, porque es el que mejor contiene el bamboleo de la carrocería. El KYX7 tiene más aplomo y menos rebote, se siente más pegado al piso y se conecta mejor con el pavimento, para así tomar curvas con mayor confianza. Punto para Kaiyi.
Hablando del motor, aquí la cosa fue un poco decepcionante. Y es que el Tiggo 8 Pro se mueve muy bien con este combo mecánico. Son 183 Hp y 275 Nm, asociados a una DCT de 7 marchas. ¿Que podría salir mal? Pues no salió bien, porque al parecer la configuración electrónica limita la forma en que se entrega la potencia, ya que en ninguno de los modos de manejo, ni siquiera la Sport, logré encontrarme con un auto dinámico, enérgico, mucho menos rápido.
La caja no parece una doble embrague, sino una CVT de las antiguas, con demasiado retardo en las reacciones, al punto de convertir a este buen SUV en un auto lento al que se le pide arrancar y no hace nada hasta por lo menos 3 a 4 segundos después. Entonces, si el auto es lento de reacciones, ¿el consumo es bajo? Tampoco, ya que para tener una respuesta relativamente rápida, hay que vivir en modo Sport, por lo que el consumo en ciudad ronda los 8 kilómetros por litro, y en autopista, en modo Eco, lo mejor que conseguí fueron 11.4 kilómetros por litro, muy lejos de los 15.7 homologados.
Kaiyi KYX7: conclusiones
Este Kaiyi KYX7 me dejó insatisfecho porque realmente esperaba más de él, teniendo en cuenta la plataforma, el motor y los otros productos que han resultado de este paquete mecánico. Sí, es un auto que cumple con buena parte de sus propuestas como auto familiar: buen espacio, cómodo de suspensión, un buen mix de materiales, conectividad (made in Chile), y espacio interior, pero la dinámica de manejo no logró convencerme. Y a eso hay que sumar que sólo tiene 4 airbags, lo que sí es un pecado considerando que, precisamente, es un auto familiar.
Puede que haya llegado con expectativas altas, ya que encontrar un SUV que en papel ofrezca lo mismo que este Kaiyi por los mismo 18 millones de pesos (con bonos incluidos) es difícil. Creo que su mayor competencia es su primo, el Jetour X70 Plus, que con la misma plataforma y motor se mueve mucho mejor a un precio levemente inferior.