
De un tiempo a esta parte, muchas marcas han decidido comenzar a instalarse en nuestro país con filiales propias, buscando sacar la figura del "importador" y tener un mandato propio sobre sus productos, con pros y contras, por supuesto. En un país tan estratégico como Chile, la figura del importador ha sido vital en entender las características del cliente local, las estrategias para atender las distintas zonas del territorio, la idiosincrasia del chileno y entender la logística que involucra el traslado de unidades, posventa, entre otros.
Pero así como para las marcas es más fácil "levantarse" a figuras clave que entiendan estas singularidades, también ha comenzado a ser más fácil adaptarse y decidir instalarse en Chile con colores propios, aunque eso involucre mayores costos.
El primer traspaso: las marcas francesas que faltaban.
En este caso hablamos de Stellantis, que tomó inicialmente las operaciones de PSA Chile, lo cual es lógico, considerando que Stellantis es la fusión del Grupo PSA con el Grupo FCA. Mientras Peugeot y Opel quedaban en manos "oficiales", el resto de las marcas estaban en manos de importadores. Solo este año, Citroën y DS Automobiles completaron su traspaso a Stellantis Chile: el paso siguiente era más complicado.
Sin querer queriendo, lo que alguna vez fue SK Bergé, terminó representando justamente todas las otras marcas que necesita Stellantis para completar su puzzle en Chile, o sea FIAT, Alfa Romeo y el Grupo Chrysler, las mismas que después terminaron fusionándose en el Grupo FCA, una relación bastante larga que nace desde que Comercial Itala, propiedad -por entonces- de Sigdo Koppers, comienza a comercializar autos de FIAT en 1987.
Leapmotor también se reestrena con Stellantis, tras un corto periodo bajo CIDEF.
El anuncio oficializado hoy por Stellantis y Astara, señala que "a partir del 1° de enero de 2026, la filial chilena de Stellantis asumirá de manera directa la representación, importación y distribución de sus marcas Fiat, Alfa Romeo, Jeep, Ram, Dodge y Chrysler en Chile", mismas que se sumarán a Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y también a la nueva marca eléctrica Leapmotor. La única marca que por ahora queda fuera de esta figura es Maserati, representada por Astara Luxury, que tiene un modelo de negocio diferente dado que se trata de una marca premium de nicho.
El acuerdo, ya convenido entre ambas partes, implica la transferencia de las operaciones comerciales, técnicas y de servicios de dichas marcas.
“Queremos agradecer a Astara por su rol fundamental en la historia de nuestras marcas en Chile. Gracias a su gestión, hoy contamos con una sólida base de clientes y concesionarios sobre la cual construiremos la siguiente fase de nuestro desarrollo en el país”, señaló Fernando Varela, Vicepresidente de Operaciones Comerciales Andina y América Central de Stellantis.
Por su parte, José Saval, Director Ejecutivo de Astara Latam, destacó que “concluimos una exitosa alianza de más de 40 años en Chile, cerrando el ciclo con un crecimiento del 20% en 2025, mejorando el desempeño general del mercado automotriz. Este desempeño, el cual no hubiera sido posible sin el apoyo de nuestros aliados estratégicos y la preferencia de los clientes, reafirma el compromiso y la capacidad de Astara para generar valor sostenido a lo largo del tiempo.
Astara mantiene su alianza estratégica con Stellantis y continuaremos colaborando a través de Astara Retail en Chile, y en la distribución en Latinoamérica en mercados como Colombia, Perú y Bolivia, así como en distintos mercados europeos”.
La transición se llevará a cabo de manera gradual, garantizando la continuidad en la atención a los clientes. Stellantis confirma que todas las garantías, repuestos y servicios seguirán plenamente vigentes.
Con este paso, Stellantis reafirma su compromiso con Chile como tercer mercado más relevante de Sudamérica.
¿Qué pasa con Astara?
Hace un tiempo atrás supimos de la existencia de un MoU (memorando de entendimiento) entre Nissan Chile y Astara, como para que el importador se haga cargo de la marca japonesa, dandole más flexibilidad a Nissan dada la crisis que enfrentan a nivel global. Esto no ha sido oficializado y el MoU no garantiza nada, pero por el volumen de ventas de los productos de Nissan, perfectamente podrían llenar el vacio que deja la salida de tantas marcas.