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Aston Martin DBS Superleggera: el auto de James Bond ya está en Chile

El totalmente nuevo buque insignia de la marca británica arriba con su motor V12 biturbo, su aerodinámica activa y un diseño exterior e interior que nos deja sin aliento.

Aston Martin DBS Superleggera: el auto de James Bond ya está en Chile

Los tiempos han cambiado para Aston Martin, sin duda. Hoy se le ve como una marca pujante y atractiva, con una gama de modelos nueva, un SUV en camino, su primer auto 100% eléctrico y una serie de proyectos especiales que nos mantienen en vilo, como el Valquiria y el Valhalla. Todo un contraste con su situación hará unos 10 años, cuando sólo ofrecía un nombre con historia y un diseño espectacular, asociado a una propuesta mecánica antigua y poco competitiva.

La inyección de capitales, el apoyo tecnológico de Mercedes-AMG y una dirección clara han elevado los estándares a tal nivel, que Aston Martin cuenta hoy con un buque insignia excepcional en todos los apartados, y que no tiene de qué avergonzarse frente a los mejores deportivos y GT del mercado del lujo: el DBS Superleggera, que acaba de aterrizar en Chile.

La decisión de no mantener la denominación Vanquish para el modelo tope de gama de la marca no es del todo conocida, pero lo claro es que el nuevo Gran Turismo de Aston Martin suma dos nombres potentes en la historia de la firma de Gaydon.

Por un lado, DBS fue utilizado a fines de los 60 para un gran turismo y recuperado en 2006 para ofrecerle un auto digno al súper espía James Bond en la película Casino Royale, antes de quedarse en producción hasta 2012. Superleggera (súper ligero, en italiano), en tanto, es el nombre del afamado carrocero italiano con quien Aston Martin desarrolló algunos proyectos emblemáticos durante la década del 60: ni más ni menos que los DB4, DB5 y DB6.

Ambos nombres de alguna manera simbolizan lo que Aston Martin busca entregar con este modelo: tradición, grandeza y ligereza, algo básico en un buque insignia de este calibre. Veamos por qué.

Todo nuevo

Si lo comparamos con el Vanquish, el DBS Superleggera ofrece un paquete completamente nuevo, incluyendo diseño, chasis, mecánicas y soluciones tecnológicas. Pero, claro, buena parte de estos componentes debutaron con el DB11 hace un par de año, el primero de esta nueva generación de modelos de Aston Martin.

Por concepto, el Aston Martin DBS Superleggera es un Grand Tourer de dos puertas y 2+2 plazas, que ofrece un look muy deportivo. Es largo (4,71 m) y ancho (1,97 m), pero extremadamente bajo (1,28 m), y destaca por sus ruedas 21 pulgadas, sus cuatro salidas de escape y la opción de una carrocería bicolor, con el techo negro o con el tono típico de la fibra de carbono, que le hace ganar más presencia.

El diseño exterior del DBS está claramente emparentado con el del DB11 y el Vantage, obra de Marek Reichman. Si se miran todos juntos hay semejanzas en la forma general de la parrilla, la silueta, los pasos de rueda y la zaga, lo novedoso es cada uno tiene su propia personalidad, diferente a lo que ocurría con las generaciones anteriores donde los modelos eran tan parecidos entre ellos que resultaba casi imposible diferenciarlos a simple vista.

Destaca el trabajo aerodinámico con varios canalizadores de aire que ingresan aire al motor y lo sacan por atrás, así como las aletas frontales que abren y cierran automáticamente según las necesidades de aireación. Finalmente, integra el innovador AeroBlade que debutara en el DB11. ¿Y qué es? Básicamente un sistema de aerodinámica activa escondido por dentro del spoiler trasero, y que se activa a partir de los 80 km/h gracias al aire que ingresa por el pilar C, pudiendo elevar la altura del deflector en 6,35 cm para generar más carga en velocidad, manteniéndose oculto a marcha lenta.

La base mecánica es la misma del DB11, un chasis de aluminio unido a una carrocería de fibra de carbono, que le permite marcar en la balanza menos de 1.700 kilos, los que están repartidos casi de manera perfecta (51:49) sobre los ejes.

El motor está puesto justo por detrás del eje delantero. Es el mismo 12 cilindros en V con 5.7 litros de capacidad y doble turbocompresor del DB11, pero aquí eroga 725 caballos de fuerza y 900 Nm de par en rango amplio entre 1.800 y 5.000 rpm, siendo el auto de producción más potente en la historia de Aston Martin.

Asociado a una caja automática convencional de 8 marchas desarrollada por ZF, y a un diferencial mecánico, es capaz de ir de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanzar los 340 km/h.

Suspensión adaptativa con tres modos de conducción (GT, Sport y Sport +), un interior amplio y lujoso, asientos más confortables cubiertos de cuero y alcantara, un sistema de sonido Bang & Olufsen y el display multimedia heredado de Mercedes-Benz ofrecen un habitáculo que no dejará descontento a ningún cliente.

Menos a aquellos que deberán desembolsar unos US$450.000 (unos $310 millones) por una unidad del nuevo Aston Martin DBS Superleggera. Es el precio del nuevo auto de James Bond.

Aston Martin DBS Superleggera

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