A título personal, el BMW Serie 1 es uno de los autos modernos a los cuales siempre me he sentido más cercano. Tengo varios amigos que tienen uno y por fortuna, yo también he podido conducir otros cuantos. Aunque en la práctica, el BMW Serie 1 es casi el primer peldaño para acceder a la marca alemana; es un auto que cuando fue concebido, fue un soplo de aire fresco ante los modelos de acceso que usualmente tienen las marcas premium. De hecho, la única marca que tenía uno, era Audi con el muy reconocido A3. Mercedes aun no remodelaba al Clase A y BMW solo tenía a los Serie 3 de entrada, que casi ni nos dimos cuenta como fueron creciendo de generación en generación.
BMW entró por su cuenta al segmento, apelando a sus propios valores, o sea un auto tradicionalmente de tracción trasera. Poco espacioso quizás, poco práctico, pero con una personalidad deportiva aparente aun cuando se conducía un modelo de motorización más modesta. Y aunque les fue bien con la primera y segunda generación, la verdad de las cosas es que los tiempos cambian, las economías tienen otras prioridades y los rivales se hacen más competitivos. Sin contar que BMW ordeñó la vaca de la segunda generación un poco más de lo debido.
Como en todas las crisis y considerando que el 2020 es un año de cambios para muchas personas, en especial Chile por su realidad social y la revuelta que hoy nos tiene en búsqueda de mayor justicia y equidad, el BMW Serie 1 de la generación F40 también se lanza al mercado con algunos conflictos existenciales, provocados por un pasado muy enraizado en la tradición BMW, la misma que la marca hoy, con arrojo y audacia, busca reinventar sin trastocar el sentir de la vieja hinchada, los fieles clientes que buscan deportividad y conexión en sus productos.
¿Te ha pasado que cuando te sientes mal, sales en auto a ventilarte?
Para descubrir las inquietudes de este BMW Serie 1, hicimos lo propio y también buscamos ruta, como hacemos con todos nuestros autos de prueba, pero aquí, más que para ver datos duros, para ir por algo un poco más íntimo. ¿Se siente cómodo como un auto de tracción delantera? ¿Se siente cómodo siendo un auto más habitable y práctico? Y cuando hablamos de cómodo, es para ver si este Serie 1 se siente como un verdadero BMW en esta nueva configuración.
Este Serie 1 se emplaza en la plataforma FAAR de la marca, compartida con otros BMW de tracción delantera como el X1 y los modelos de MINI. El beneficio directo es que, por distribución, la cabina ahora es más grande y espaciosa, con un volumen frontal más corto e integrado a la silueta del auto, versus el modelo anterior, con una cabina más retrasada. Aquí ya vemos varias mejoras directas, como es una linea aerodinámica mucho más afilada y un habitáculo más apropiado para cinco ocupantes. Vale destacar que el Serie 1 solo cuenta con una configuración de cinco puertas, básicamente porque los autos de tres puertas, tristemente ya no se venden.
De tamaño, el Serie 1 mide 4.319 mm de largo, 1.799 mm de ancho y 1.434 mm de alto, con 153 mm de despeje, y 2.670 mm entre ejes. Versus el F20, es más corto, pero más ancho y alto. De todos modos, diría que las reducciones en largo no pasan por la cabina, sino que, en el frontal, porque ahora no es necesario albergar un seis-en-linea; todos los motores serán transversales. El nuevo Clase A es más largo (4.419 mm) y más alto, pero un poco más angosto, aparte de que la distancia entre ejes es mayor (2.729 mm). Sin embargo, BMW se las arregló para ofrecer al menos, un maletero 10 litros más grande (380 L) que el de su rival y 20 litros más grande que su antecesor.
Esto se traduce en que el Mercedes puede ser más cómodo y espacioso (porque ese sí que era un auto pequeño en su generación pasada), pero el BMW gana bastante en habitabilidad, aunque no se nota en los números, porque el F20 tenía una mayor distancia entre ejes. Eso significa que el espacio está mejor aprovechado y ahora pueden ir tranquilamente cuatro adultos sin quejarse de absolutamente nada, porque tienen espacio de sobra para las piernas.
Y como hablamos de tamaño, hablamos de proporciones, y eso afecta naturalmente la postura de manejo, que creo es absolutamente clave en la experiencia de conducción de un auto. Porque al subirnos, ya no tenemos esa sensación de que todo te queda encima. La consola es mucho más amplia y el espacio interior se percibe inmediatamente, lo que nos hace creer que vamos en un auto marcadamente más grande, que la verdad, al lado del F20, no lo es.
BMW ha sido inteligente en el aprovechamiento de recursos y es algo que vimos con el X5, el Serie 3 y otros autos de la marca, que es la reutilización de módulos. Entonces, el climatizador o el comando del sistema multimedia con la palanca de cambios, son exactamente los mismos que veras en otros modelos. Si, parece que estuvieran "ratoneando", pero no nos quejamos cuando vemos que todo luce premium y funciona como auto premium. El resto del presupuesto, fue invertido en nuevos materiales, incluyendo polímeros gomosos y de doble textura, iluminación ambiental personalizable y dos grandes pantallas de 12,3", una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema iDrive 7, ambas muy completas, legibles y de fácil uso, salvo la conexión a Apple CarPlay que toma su tiempo, porque a BMW no le gustan los cables.
Mi 118i venia equipado con el paquete M Sport. Eso significa que viene con algunos detalles extra que lo hacen ver un poco más deportivo, como la tapicería con costuras azules, las llantas deportivas de 18", suspensión rebajada en 10 mm, pisaderas metálicas y climatizador dual, aparte claro de las dos grandes pantallas y los asientos deportivos, que lo diferencian del modelo "Millenial".
Entonces, estamos claros que el Serie 1 por ahora es un auto mucho más amplio, más cómodo, más moderno y mejor equipado que su antecesor. Bajo el capot. nos encontramos con un propulsor TwinPower Turbo de 1.5 litros y tres cilindros, con 140 Hp y 220 Nm de torque, asociado a una caja automática Steptronic de doble embrague y 7 velocidades, con la que logra los 100 km/h en 8,5 segundos y un consumo de 17,5 km/l combinado, que la verdad no vimos mucho, puesto que nos dedicamos más a jugar con el auto que otra cosa, pero midiendo los instantáneos y usando el modo EcoPro, podemos dar fe de que este auto sabe ahorrar mucho.
Cuando enciendes el auto, el sonido en frio, que es una nota ronca pero un tanto extraña, delata la configuración de tres cilindros, la cual a muchos les puede hacer ruido por lo compacto. Pero BMW siempre se las ingenia para que sus motores pequeños, rindan como un aspirado más grande. Se va el ruido y nos ponemos en movimiento.
La primera sensación, es la de un auto menos deportivo, no porque el Serie 1 anterior sea menos suave, pero por una cuestión de postura, como ya mencionamos más arriba. No parece envolverte mucho y se siente como un hatchback más corriente en ese sentido. Sin embargo, la eficiencia que hay en la relación motor/caja nos dice otra cosa. Así que buscamos un ambiente más estimulante, donde el Serie 1 mostró su pasta. BMW ha hecho un esfuerzo para que el Serie 1, aunque no tenga la tracción trasera, siga percibiéndose deportivo y en ese sentido se nota la experiencia ganada con el programa MINI, ya que el auto apunta muy bien las curvas, más aún cuando se le acelera que cuando las trazamos más descolgados. Es difícil despeinarlo porque tiene bastante agarre, gracias a una suspensión muy bien calibrada, claramente más firme que la de la versión Millenial, pero que, para el tamaño y potencia de este auto, queda perfecta (no es rígida, no se carga innecesariamente, no es seca).
Los 140 Hp están muy bien aprovechados y por lo reactivo, se sienten saludables, animosos, cortesía del torque extra que logra el motor y la gestión de caja, pero con limitaciones obviamente (siguen siendo 140 Hp al final del día), lo que nos abre el apetito para un modelo que pueda hacerle frente a un A250 y con más de 200 Hp.
Hay algo que no me gusta mucho del BMW y que vas a tener que comenzar a acostumbrarte, que es el volante. Innecesariamente grueso para apelar a una falsa sensación de deportividad y calidad, te hace perder tacto con el elemento más crucial de conexión con el auto, que es la dirección. Es tan grueso y acolchado, que empobrece mucho la lectura del tren delantero y nos apena, porque tiene excelentes reacciones dinámicas.
Entonces
Después de haberlo probado bastante en ciudad y tras entretenerme un rato en las cuestas, me detengo mientras se pone el sol a hacer las últimas fotos y a pensar un poco que me deja este extraño BMW de tracción delantera.
Sin embargo, tendría que ser muy obtuso para ponerle una cruz. Como en la vida, uno toma decisiones y debe hacerse cargo de ellas lo mejor posible. En este caso, podríamos decir que está a medio camino entre un riesgo calculado y no, porque con los autos siempre hay un factor sorpresa y el BMW Serie 1 demuestra que al final no era tanto la forma (la tracción trasera) sino que el espíritu, la fineza, la técnica que le da forma a su talante algo más deportivo y eso sin lugar a dudas, está presente en el auto.
Además, gana espacio, calidad, tecnología, versatilidad en sus perfiles de manejo... y un par de riñones feos a los que también tendremos que acostumbrarnos en los futuros BMW (hablando de riesgos). Es un excelente producto, con margen para mejorar obviamente, en especial si se trata de tener mayor variedad de versiones o de su grueso volante. Ya más adelante veremos que tanto cambia todo con el M135i que sabemos, está en otra liga.
El precio si es un tema, porque este segmento ha subido. Son $24.990.000 los millones que tendrás que desembolsar para el 118i con paquete M Sport. Un Mercedes Benz A200 con kit AMG y motor 1.4 pero con cuatro cilindros, queda en $25.990.000. Para que lo consideres; ya no son los Clase A y los Serie 1 de hace unos años atrás, pero son muchísimo mejores.
BMW tomó un desafío grande, que era reinventar en parte al Serie 1. Para los puristas, puede sonar a traición, pero el auto gana mucho y aún se siente como un BMW. Muchas veces, la valentía de cambiar, definitivamente es para mejor.