¿Qué pasa? A finales de mayo la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi anunció su nueva organización global aclarando que la marca líder de cada mercado o región llevaría la batuta en cuanto desarrollo de modelos y que las otras dos la acompañarían.
En América Latina, Renault marcará el camino al ser una marca más exitosa en los principales mercados (Brasil y Argentina), y el plan es bajar costos creando hasta 7 modelos, usando solo dos plantas de producción y montando todo sobre una misma plataforma, en este caso, la CMF-B del rombo.
Las plataformas modulares tienen la posibilidad de diseñar distintos tipos de carrocería y escalar medidas, ya sea distancia entre rejes, altura y ancho, pero compartiendo infinidad de componentes para lograr una reducción de costos. Así, las plataformas suelen llevar una letra al final que indica el segmento para el que fueron “adaptadas”, de ahí que la CMF-B hable de los modelos chicos, como el Renault Clio europeo como el que se vende en Chile.
El exitoso Kwid usa esta plataforma en la variante más chica, CMF-A. Del lado de Nissan, el nuevo Versa ya adopta la base de Renault y debería ser seguido por el próximo March y Kicks. Cuando llegue el recambio generacional, los modelos con plataforma B0 (los Sandero, Logan, Duster y Captur) también deberán pasar a la CMF-B. Renault inclusive podría tener una suerte de Duster de 7 asientos.
La duda es saber qué ocurrirá en Chile, donde ambas marcas operan con distribuidores distintos. Renault se abastece hoy de un mix entre producto europeo y regional, mientras que Nissan toma principalmente los modelos fabricados en México. Será una incóginita a resolver más adelante.
