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La renovación del segmento premium viene de la mano con la personalización de autos

El segmento de lujo tiene una clientela más joven que no le tiene miedo a la personalización. ¿En qué consiste? ¿Quiénes son los que se atreven? ¿Qué se puede ofrecer?

La renovación del segmento premium viene de la mano con la personalización de autos

¿Quién se compra un Ferrari, un Maserati o un Bentley? Esta parece ser una pregunta muy tonta, pero voy a desarrollar mi punto. Para tener acceso a estos autos, hay que tener mucho dinero y usualmente la gente que tiene mucho dinero es gente adulta o mayor, del estrato socioeconómico más alto, quienes ya legaron su empresa, dejan que sus inversiones hagan el trabajo y se dedican a disfrutar. Obvio, hay matices, como la gente famosa, herederos y otros que hicieron rápida fortuna, pero lo común, por bastante tiempo, ha sido ese tenor. Además, entre los clubes y usuarios más tradicionales hay una suerte de código implícito, que es el purismo. Es difícil tratar de pensar en una Ferrari que no sea roja o amarilla, un Bentley en colores fuertes o un Maserati en tonos mate, porque para muchos, esto sería aproximarse a la delgada linea que hay entre el mal gusto y un riesgo artístico: nadie quiere que te miren feo por andar en un auto que ya por sí solo llama la atención.

Pero estamos en el 2022 y el segmento del lujo, así como muchos otros fabricantes más tradicionales, han comenzado a buscar como renovar su clientela. Hoy hay gente más joven con dinero, dispuesta a disfrutar (y costear) un superdeportivo. Este público, inspirado por los influencers, YouTubers y los nuevos estilos de vida, están dispuestos a ir más allá y hacer de sus autos una pieza única y personalizada, más allá de los cañones clásicos e históricos. ¿Por qué en estos últimos años Gucci, Balenciaga y otras marcas de la moda han dejado de lado sus perfiles y se asocian a estilos de vida más vanguardistas?

Ese influjo también se ha dejado ver en Chile y no por nada los caza exóticos de nuestro país se vuelven locos cuando llega alguna unidad exclusiva, en algún color especial o con detalles personalizados. Además, con las demoras en los puertos y embarques, muchos clientes aprovechan para convencerse y agregarle algo especial a sus unidades. Hoy esto es lo que "la lleva" y lo que ha permitido que marcas como Ferrari hayan aumentado notablemente sus ventas, bajando el promedio de edad de sus clientes.

Ahora, es sabido que, con esto de la personalización, se abre una caja de pandora y la última palabra la tiene el cliente. Pero para hacerle la vida más difícil a estos personajes que creen que un interior amarillo con rojo y costuras verdes es lo más atrevido y espectacular que se ha visto en el mundo, cada marca premium hoy tiene su propio departamento de personalización, con asesores instruidos que te guiarán en tu visión, para que logres el equilibrio perfecto con una combinación que realce las características de tu auto y refleje tu propuesta, concepto o identidad. Como siempre me gusta decir a mi: "en gustos hay mucho escrito".

Atelier Ferrari y Ferrari Tailor Made

Ferrari siempre fue una marca abierta a cierto tipo de personalización. Muchos de estos trabajos se llevaban a cabo después de que el auto salía de la linea de ensamblaje con la asistencia de Ferrari o directamente en colaboración con algunos de los carroceros italianos más afamados: Bertone, Pininfarina, Scaglietti. Solo en el último tiempo, Ferrari decidió darle forma a este ejercicio de personalización con dos programas. Algunos Ferrari que han pasado por estos programas, también están en Chile.

Atelier Ferrari es el primer nivel. Aquí tu entras a una oficina que más bien es una suerte de estudio, donde revisas todos los opcionales disponibles para tu auto. Estos van desde llantas, colores y tipos de tapicería, costuras, insertos especiales, uso de fibra de carbono, colores especiales que están fuera del catálogo principal y algunos detalles a pedido que se pueden hacer artesanalmente. Hay pocos estudios Atelier Ferrari. Por ejemplo, Chile trabaja directamente con el estudio que se ubica en Nueva York y las citas son muy escasas, al punto de que solo se recibe una cita en horario AM y otra en horario PM. 

La asesoría es completa y tú puedes proponer tu idea, mientras el equipo de Atelier Ferrari te sugiere combinaciones. Todo esto es muy sensorial así que puedes tocar las maquetas de pintura o los materiales. Finalmente, la selección se digitaliza en un modelo 3D donde puedes hacerte una idea de cómo se verá el producto final. Por ejemplo, el modelo que ven arriba es una 812 GTS Atelier Ferrari, la cual fue personalizada con el color Viola Hong Kong, detalles en color amarillo, franjas pintadas a mano y el mítico scudetto de Ferrari también pintado a mano.

Claro que, cuando el petitorio es más radical, es donde entra el nivel máximo de personalización, denominado Tailor Made. A este nivel solo pueden acceder ciertos clientes de la marca y bajo ciertos perfiles: hay cosas que Ferrari no va a ejecutar, por ninguna suma de dinero. El programa Tailor Made puede tener largas jornadas de personalización, pero Ferrari organizó tres perfiles diferentes según el cliente: Scuderia Collection, Classica Collection e Inedita Collection. El perfil Scuderia está orientado a clientes muy fanáticos del ADN deportivo de Ferrari, mientras que el perfil Classica apela al estilo de vida lujoso de la marca, donde podemos apreciar catálogos de materiales muy finos y una asistencia estética que apela a la elegancia y máxima distinción. El perfil Inedita es para los vanguardistas y aquí se pueden recibir propuestas más liberales, aunque claro, que tengan un concepto artístico claro y definido. A la venta se encuentra en Chile uno de los 488 GTB 70th Anniversary de la marca, un auto exclusivo creado bajo la temática "The Ingrid" que honra a la Ferrari que le regalo Roberto Rossellini a la actriz Ingrid Bergman. Este modelo fue fabricado bajo el programa Tailor Made, directamente por Ferrari. 

Hay un nivel exclusivo de personalización que no ha sido mencionado, que es cuando un cliente quiere un auto único, completamente personalizado. Por ejemplo, está el caso del guitarrista Eric Clapton, quien le pidió a Ferrari una 458 Italia con influencias en diseño de la mítica 512 BB. El resultado fue la Ferrari SP12 EC, creada en conjunto con Pininfarina. La historia se cuenta sola.

Maserati Fuoriserie

Maserati hace pocos años debutó su propio departamento de personalización denominado Fuoriserie (Fuera de Serie) y si me preguntan a mí, creo que queda un poco entremedio de lo que es Atelier Ferrari y Tailor Made Ferrari. Aquí Maserati ofrece dos catálogos distintos de personalización: Corse es para los amantes del pasado, los que gustan de la chapa expuesta, los cueros legítimos en color café y los materiales auténticos que apelen a la época de los gentleman drivers. Es un programa que le gustará muchísimo a los más puristas y que quieran realzar sus modelos con elementos estéticos que tienen su origen en la historia de Maserati. Por el otro lado está Futura, un catálogo que apunta en la otra dirección, con gráficas, colores y acabados que incluso pueden parecer demasiado audaces. Influencers, artistas urbanos de renombre, músicos y un público más joven, encontrarán de todo para poder llevar a cabo sus sueños.

Y claro, también están los proyectos exclusivos como los autos que ha diseñado David Beckham o el chef Massimiliano Alajmo.

De hecho, cuando Maserati reveló el programa Fuoriserie lo hizo con una serie de tres modelos, que ejemplifican al máximo todo lo que se puede lograr. Maserati, si bien es una marca histórica, no carga con el legado de Ferrari, por lo que se pueden permitir más licencias artísticas.

Bentley Mulliner

La historia de Mulliner es larga y tiene que ver mucho con como antes se hacían los autos. Muchas marcas tenían sus propias carrocerías, pero la gran mayoría de los clientes pedían solo el chasis y el motor para luego adecuar esto al trabajo de algún carrocero específico. Francis Mulliner preparaba los carros para el Royal Mail de Inglaterra, pero con el advenimiento de los vehículos motorizados, la familia comenzó a trabajar con estos. Así, Robert Bouverie Mulliner y luego Henry Jervis Mulliner se transformaron en los carroceros más afamados para Bentley, pero también para la competencia, Rolls-Royce.

Rolls-Royce compró a Bentley en los cincuenta y también compro el negocio de Mulliner, fusionándolo con otro carrocero del que ya eran dueños, Park Ward. Como saben, Rolls-Royce pasó por varios dueños, la empresa fue desarmada (Rolls-Royce hace motores de aviones también) y finalmente todo quedó en manos de Volkswagen. BMW, que era proveedor de Rolls-Royce, pudo hacerse con los derechos de marca, lo que le permitió crear "una nueva Rolls-Royce", mientras que Volkswagen se quedaba con el resto, lo que les permitió enfocarse de lleno a Bentley y, además, volver a usar el nombre Mulliner para su división de personalización.

Hoy Mulliner tiene tres enfoques: Collections, que tiene que ver con la personalización, tal cual como Fuoriserie o Atelier Ferrari. Luego está la división Coachbuilt, que rememora el trabajo artesanal de Mulliner en su máxima expresión. El famoso Bacalar es el primer ejemplo de producto, un auto personalizado y trabajado desde la chapa para ser único. Finalmente, Mulliner Classic se hace cargo de los exquisitos modelos Bentley de continuación, como el Blower Continuation Series o trabajos de restauración para modelos de colección.

En Chile ya hay un primer modelo trabajado por Mulliner, un Bentley Contintental GTC V8 que fue "cazado" en abril por el equipo de Team Santiago Cars (cazaexóticos en Chile).

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