Justo antes de que abrieran las puertas del Salón de Shanghai 2023, nos trasladamos hasta Hefei para conocer los cuarteles generales de JAC Motors y tener una primera impresión de los productos que se encuentran próximos a lanzar en nuestro mercado. Y es que son varias las novedades que se encuentran en proceso de calendarización para sumarse al portafolio de la marca china en nuestro país, incluyendo vehículos eléctricos de pasajeros y de carga.
De todas esas novedades, una de las más importantes es el desembarco del eJS1, el primer modelo 100% eléctrico que JAC comercializará en Chile, y que llegará este año con el foco puesto en convertirse en un referente en cuanto a su oferta de valor para uso preponderantemente urbano.
Una base que resulta familiar…
El Sihao e10X.
Expliquemos que el eJS1 se conoce el China como Sihao e10X, un modelo desarrollado para la submarca de autos eléctricos de JAC Motors llamada Sehol, y que originalmente había nacido como un joint venture con el Grupo Volkswagen.
Si vemos el lateral del eJS1, nos daremos cuenta de forma casi inmediata que uno de los puntos de partida para lograr un precio atractivo que ayude a masificar los vehículos eléctricos de corte urbano, es usar una plataforma ya amortizada. Y en este caso se trata de la estructura del JS1, un crossover urbano que a su vez tomaba la arquitectura del J2, el citycar que la marca vendió en Chile entre los años 2012 y 2017.
Si bien la arquitectura cuenta con más de 10 años a sus espaldas, son varias las actualizaciones recibidas en términos de refuerzos estructurales para que pueda adecuarse al cambio en la distribución de peso que le añade la batería bajo el piso.
Aun sabiendo esto, resulta inevitable tener en mente el pobre resultado que obtuvo una unidad de este modelo destinado al mercado mexicano en las pruebas de choque de Latin NCAP. Eso sí, hay que hacer la salvedad de que aunque la estructura no haya tenido un comportamiento estable, la poca cantidad de estrellas se explican por factores como no recomendar alguna silla específica para anclar en las plazas traseras, no poder desactivar el airbag del pasajero al instalar una silla infantil en el asiento del copiloto (algo prohibido en Chile), no contar con ESP para el mercado mexicano (obligatorio en Chile) , no ofrecer más airbags o ADAS, que es algo incompatible con una estructura tan antigua.
La marca indicó que de llegar a Chile, el eJS1 tendría otro estándar de seguridad.
Diseño adecuado para su uso en ciudad
Los cambios estéticos aplicados por la marca le sientan bastante bien al eJS1, y gracias al característico pilar A bastante lanzado que siempre tuvo esta plataforma, le permiten presumir de una imagen moderna y funcional, aunque sin mostrar cosas que llamen demasiado la atención.
El JAC eJS1 es un modelo del segmento A, que mide 3,6 metros de largo, 1,6 metros de ancho y 1,5 metros de alto, y 2,39 metros entre los ejes, dimensiones muy cómodas para operar en ambientes urbanos.
Los faros delanteros son generosos en tamaño, mientras que las tomas de aire para los sistemas que requieren refrigeración cuentan con agujeros individuales que resultan agradables a la vista. En el lateral, los cambios vienen por unas nuevas llantas aro 14 que le permiten no reducir la autonomía al equipar un diámetro excesivo. Mientras que el techo en un segundo tono ayuda a poner la cuota de modernidad que complementa al pilar C revestido en un aplique negro piano.
La zona trasera resulta original, con unos focos cuadriformes que se alejan de los vistos en las dos entregas anteriores y complementan un portalón totalmente limpio que pierde la rueda de repuesto colgada que tenía el JS1 a combustión.
Un interior acorde a su posicionamiento
En el interior destaca un diseño totalmente funcional, que gracias a sus casi 2,4 metros entre ejes permite acomodar a 4 pasajeros con un confort bastante bueno para trayectos de corta o media distancia.
Su posición de manejo resulta alta y el volante siempre queda más bajo de lo que nos gustaría, aunque durante su manejo uno se termina acostumbrando con facilidad. Y pese a su posición, el clúster de instrumentos digital queda a la vista, que guardando las diferencias en calidad de definición, es similar al de otro conocido en materia de electromovilidad en nuestro país: el Geely Geometry C.
Su tablero ofrece una combinación de texturas y colores moderna que ayuda mucho a disimular el segmento al que apunta. Hay varios espacios para dejar cosas y el tacto general del interior es correcto.
Su maletero cubica unos 250 litros y resulta esperable para cualquier citycar de generación previa.
Combo mecánico honesto
Su planteo es para la ciudad y su mecánica nos lo deja en claro desde un inicio. Tiene una potencia de sólo 69 kW, equivalentes a 93 Hp, que deben empujar una masa superior a los 1.100 kilos. Responsable de ese aumento de peso es una batería de litio con una capacidad de 31 kWh, suficientes para una autonomía homologada de 302 kms en ciclo NEDC, unos 250 km en uso real. Más que suficientes para circular en ciudad.
¿Dónde está la mayor duda? En la poca disponibilidad de estaciones de carga rápida con estándar GBT (el utilizado en China) y que no se ha masificado en nuestro país.
Si bien las aceleraciones nos parecen relativamente ágiles, propias de una mecánica que entrega toda la potencia desde el primer segundo, son progresivas en su entrega hasta los 70 km/h, resultando más que correcto en el uso normal de ciudad, pero sobre ese rango ya comienza a perder empuje de forma algo más notoria.
Su velocidad máxima es de sólo 110 km/h, suficiente para salir a la ruta de forma esporádica, pero no tan buenas como para adelantar camiones o buses que circulan a solo 10 km/h menos que nosotros, por lo que podríamos sufrir de inconvenientes a la hora de realizar un sobrepaso en la autopista.
La dirección es uno de los puntos que menos nos gustó, ya que resulta lenta en sus reacciones y eso le resta agilidad a la hora de realizar maniobras de precisión en un ámbito que en teoría es un hábitat natural. Pero esto se ve compensado por el bajo centro de gravedad que le otorga una estabilidad que nos pareció bastante buena.
Los frenos se comportan de buena forma, con cuatro discos que no tienen mayor problema en detener su bajo peso a las bajas velocidades que desarrolla.
Así, el JAC eJS1 nos parece una buena apuesta para democratizar el acceso a los vehículos eléctricos en Chile por múltiples factores: tasa de falla muchísimo menor que los motores a combustión, costos de mantenimiento bajo y su durabilidad resulta en algunos casos incluso mayor que otros vehículos de su gama.
Este eJS1 podría ser el vehículo ideal para repartos urbanos, aplicaciones de transporte o particulares que aspiren a un vehículo ecológico. Y como siempre, todo dependerá del precio.