En julio de este año comienza la comercialización del totalmente nuevo Grand Vitara, la quinta generación del icónico 4x4 de Suzuki, que ahora llega totalmente renovado en construcción, diseño, mecánica y equipamiento.
El modelo fue desarrollado en conjunto con Toyota y se fabrica en la India, arribando a Chile exclusivamente con una mecánica híbrida ligera semejante a la que se estrenó en los modelos Swift y Ertiga híbridos.
Si quieres conocer todos los detalles del nuevo Grand Vitara, sus versiones y precios, te invitamos a entrar a nuestra nota de lanzamiento. Ahora te queremos dejar una primera impresión de manejo realizado en la versión tope de gama denominado Limited AT 4WD, cuyo precio de lista es de $23.990.000.
La parte mecánica
Por lo que se sabe, este modelo es un desarrollo conjunto con Toyota, marca que lanzó una versión propia denominada Urban Cruiser Hyryder y que es exclusivo para el sudeste asiático. Sin embargo, la marca indica que el desarrollo es propio de Suzuki y Toyota sólo aportó una mecánica híbrida que no está disponible en Chile.
Como sea, este nuevo Grand Vitara mantiene la construcción monocasco sobre la plataforma Heartec de la generación anterior, pero evolucionada para ser más ligera y rígida que la anterior, y añadir nuevos refuerzos estructurales pensados en un modelo con carácter 4x4.
Esto le ha permitido crecer en dimensiones hasta los 4,34 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 2,60 metros entre los ejes. También hay un mayor despeje al piso de 21 centímetros, gracias al uso de nuevas suspensiones con mayor recorrido y mejor articulación.
Mantiene un diseño McPherson en el eje delantero y una barra de torsión con espirales en el tren trasero, mientras que incluye discos de freno en las cuatro ruedas, que por cierto, van calzadas con unos neumáticos 215/70 R17.
Bajo el capó se monta el mismo tren motriz de hibridación ligera que se estrenara en el Ertiga hace sólo unos meses: el cuatro cilindros gasolinero de 1.5 litros de capacidad (K15C), que eroga 101 Hp de potencia y 137 Nm de torque. A este motor se le agrega un sistema microhíbrido (MHEV) que Suzuki denomina SHVS (Smart Hybrid Vehicle by Suzuki), y que consiste en un generador integrado (IGS) y una batería de 12v y 6Ah ubicada debajo del asiento del conductor.
En Suzuki, este motor no funciona para incrementar la potencia o torque total, sino más bien le quita carga al motor de combustión. También opera como generador en las fases de encendido (start/stop) y al desacelerar, cuando recupera energía y puede desactivar el motor para lograr detenciones "a vela".
Este tren motriz electrificado se gestiona a través de una caja manual de 5 o automática de seis cambios, y sólo en nuestra versión Limited cuenta con el sistema de tracción total denominado AllGrip, que ofrece cuatro modos de manejo: Automático, Deportivo, Nieve y Lock, un bloqueo electrónico que nos permite mantener las cuatro ruedas traccionando por igual.
La prueba
Manejamos el nuevo Suzuki Grand Vitara 2023 entre la ciudad de Temuco y la Reserva Nacional Huilo Huilo, en la cordillera de la Región de los Ríos, una distancia de alrededor de 210 kilómetros. Este recorrido incluyó parte de la Ruta 5 Sur, carreteras secundarias asfaltadas, caminos ripiados y, por supuesto, una muy destruida ruta secundaria de tierra. Lo hicimos con clima seco y bajo una buena lluvia sureña.
Al día siguiente subimos al Volcán Mocho Choshuenco por una ruta esperáblemente barrosa y con nieve apisonada (y congelada) en la última parte. Ese mismo día regresamos a Temuco por rutas principalmente asfaltadas, para otros 210 kilómetros. Digamos que no pudimos elegir mejores condiciones ni caminos para realizar nuestra primera toma de contacto con el auto.
Y en todas esas condiciones, el nuevo Grand Vitara mostró consistentemente la que es su nueva realidad: hoy tiene el comportamiento de un buen SUV, dejándonos en el recuerdo aquel rígido pero muy capaz 4x4 construido sobre un chasis de largueros. Digamos que el Vitara ya no es el Vitara, pero no lo es desde la aparición de la cuarta generación en 2014.
Partamos por la cabina, que está perfectamente insonorizada y casi no se escucha el motor, ni la rodadura, y menos el viento. Recuerdo los Vitara noventeros y eran verdaderas jugueras cuando se manejaban por encima de los 100 km/h. Eso ya no ocurre, se puede llevar a cabo una buena conversación sin subir los decibeles.
Además, el asiento es cómodo para hacer muchos kilómetros. El ajuste es manual, es cierto, pero la posición de manejo se encuentra fácilmente, y todos los mandos están al alcance de la mano. Y si hay un elemento que nos habla de una nueva era en Suzuki es el head-up display puesto frente a nuestros ojos. ¡Un head-up display en un Suzuki Vitara!
Si bien la propuesta dinámica es semejante a la del nuevo S-Cross, creo que la suspensión del Grand Vitara es algo distinta ya que tiene un recorrido mayor para lograr los 210 mm de despeje y, para mi gusto, un tacto un poco más firme. Esto lo notamos en un tramo de tierra de unos 30 kilómetros a los pies del Volcán Villarrica, que por la lluvia estaba lleno de cráteres.
Lo sorprendente es que más allá de que uno va con cuidado y trata de esquivar lo que más puede, las caídas a los hoyos fueron sin dolor, sin golpes fuertes, sino más bien todo controlado. Se apreciaba un mayor recorrido y una buena articulación, que permitía un contacto permanente de las ruedas con el piso. Y adentro de cabina no se percibían grandes zamarreos.
Diría que hay algo del ADN del Vitara original en esto, pero habría que probarlo en situaciones más extremas para saberlo con certeza.
La capacidad de tracción de estas versiones 4WD estaba medianamente garantizada por el sistema AllGrip, que si bien es por requerimiento y no tiene marcha baja, es bastante efectivo y permite bloquear para hacerlo más efectivo.
En zonas de nieve apisonada y congelada sentimos algo de desplazamiento, más por el tipo de neumático, muy urbano y para todo tipo de clima, que por la capacidad de tracción en sí.
En estos caminos hacia el volcán pudimos corroborar que el despeje es bueno y apenas arrastramos algo de nieve cuando la huella se hacía bien profunda. Los ángulos de aproximación también demostraron estar por encima de la media, aunque la marca no nos proporcionó las cifras exactas.
Vamos al motor, el mencionado 1.5 MHEV que entrega 101 Hp y 137 Nm a las 4.400 rpm. No son grandes cifras ni es el mejor motor para un auto así, y personalmente lo encuentro chico. Hubiera preferido al Grand Vitara con el Boosterjet 1.4 Turbo del S-Cross, con 136 Hp y 220 Nm de par, pero no está disponible.
Sin embargo, sorprendentemente, se comportó bastante bien en casi todo nuestro recorrido. A velocidad crucero de 120 km/h se mueve alrededor de 2.500 rpm, y no se siente para nada enrollado. Tampoco holgado, hay que decirlo. Para adelantar en carretera había de tener mucho espacio disponible porque reactivo no es ni clavándose arriba del pedal. Es en estas situaciones cuando menos funciona el motor.
Pero en ciudad anda bien, en carretera anda bien, y en ripio anda bien. Alcanza para mover este auto con relativa soltura. Creo que la clave es la caja automática (que recomiendo claramente), que sabe gestionar al motor para sacarle todo el jugo que trae. A veces rebaja un par de cambios para buscar un mejor régimen y nos deja oír al motor, pero no es lo natural.
Cuando subimos al volcán, anduvimos normalmente en segunda, y en algunas fases nos obligó a poner primera porque no se la podía, pero insisto, en condiciones normales de uso, no se extrañará tanto otro motor.
La marca habla además de una propuesta con mayor eficiencia, pero la realidad es que nos dio en el mejor de los casos unos 14,5 km/litro, lejos de los 20 que promete en carretera. Quizás es porque los motores están nuevos y apretados, quizás porque no fuimos suaves para manejar. Pero creo que a los 20 no llegará nunca.
Un último párrafo para la dirección, bastante responsiva a lo que se le pide y bien asistida para las maniobras a baja velocidad (excelente subiendo al volcán), pero le falta algo de peso para mi gusto, algo más de tacto que te regale una senxsación más directa de lo que ocurre bajo las ruedas. Cuestión de gusto.