La península de Paracas se encuentra a 260 kilómetros de Lima en Perú y fue el lugar escogido por Kia para lanzar al K3 para la región de Centro y Sudamérica. Del K3 ya habíamos hablado hace unos meses atrás cuando la marca lo anunció en México, que es el país donde se fabrica. Se trata del nuevo sedán regional de la marca coreana, el cual reemplazará al Rio 4 pero también al Cerato, al menos hasta que aparezca un futuro "K4".
¿Por qué hablo del Cerato? Porque el K3 es un sedán del segmento B+, pensado para convivir entre estos dos segmentos, ofreciendo la habitabilidad, el diseño y la tecnología del segmento C (que ha desaparecido ante los SUV) pero con el valor y la accesibilidad de un sedán del segmento B gracias a su fabricación regional y al emplear motores aspirados, de los cuales hablaré más adelante.
Desde Paracas, manejamos (lamentablemente, en una larga y lenta caravana) hacia Ica en ruta a la Viña Queirolo. Esto nos sirvió, más que para probar lo dinámico, para conocer sus funciones, equipamiento, confort y vida a bordo.
Kia K3, impresiones de diseño y tamaño
El K3 mide 4,5 metros de largo y 2,67 metros entre ejes. Esto lo hace 50 mm más grande que un Nissan Versa (segmento B) y 30 mm más corto entre ejes que un Toyota Corolla (segmento C). Esto le permite colocar 987 mm de distancia para las plazas traseras, más que los dos modelos mencionados y con un gran maletero de 544 litros, mucho más cercano al del Corolla que al del Versa. Esto es para explicar sus ventajas prácticas.
Por el lado del diseño es un auto verdaderamente atractivo y aerodinámico (0,29 cd), con los nuevos focos LED de diseño "mapa estelar" y una silueta tipo "fastback". Digo "tipo" porque sigue siendo un sedán, con portalón convencional. Ostenta llantas de 17" en la versión intermedia y GT Line, además de una muy bien lograda moldura de aluminio bajo las ventanas. Es como mirar un "mini K5".
En las puertas destacan dos líneas paralelas que añaden tensión y que lucen como una estructura sólida, que se difumina hacia los pasos de rueda, resaltando el ancho de estos.
Lo que aún no me convence mucho son los pasos de rueda con elementos plásticos, al igual que el parachoques trasero y la parte baja de las puertas, como de estilo "crossover" aunque desde la marca lo justifican diciendo que es por dar "robustez y durabilidad" a zonas que se rayan o se gastan rápidamente. Los focos LED frontales, aunque lucen delicados, la marca señala que cuentan con una estructura que les da más solidez ante impactos.
Kia K3, por dentro
El interior, si bien cuenta con materiales económicos, como es la tónica con Kia, están bien llevados y armados. Lucen modernos y atractivos, al menos la gran mayoría. Nuestro auto de pruebas era el modelo GT Line, con techo negro, molduras con diseño de lunares, butacas en ecocuero bitono y tela, pedales de aluminio, entre otros. El espacio es abundante y se nota, aunque los asientos delanteros los encontré algo estrechos.
El equipamiento es muy bueno y funcional pero con algunas inconsistencias menores. De lo bueno, llave inteligente, encendido por botón, el moderno volante de dos radios (el que usualmente se le llama "de empanada") con levas al volante (de tacto frio, buena calidad) y los cuatro enchufes USB (tres de tipo C y uno de tipo A) que son de carga rápida.
También hay salidas de aire traseras, luces ambientales en 64 colores, cargador inalámbrico y posavasos tanto en las puertas como la consola central. Cuenta con un comando de climatización que se transforma en los accesos directos de la radio con un solo toque, algo que en lo personal no me gusta mucho, pero que funciona bien en el K3. Abajo, con el cargador inalámbrico hay un práctico soporte para teléfonos.
Hay un panel integrado con el clúster digital y la pantalla de 10,25" del sistema multimedia, el mismo que hemos visto en Seltos o Carens, con conectividad inalámbrica, cámara de retroceso y buena implementación (rápido, fácil, legible).
La parte inconsistente la veo en las asistencias de manejo que este auto incorpora. Es raro que un auto tenga mantenimiento activo de carril y frenado autónomo, pero no tenga control crucero adaptativo. O sea, programamos la velocidad y el auto se mantiene en el carril como si tuviera manejo semiautónomo de nivel 2, pero si se acerca a un auto, debemos frenar y se corta todo. Tiene también monitor de punto ciego, alerta de colisión frontal, monitor de fatiga, luces altas automáticas, que se suman a los 6 airbags y ESP de serie.
Tres cosas que no pudimos corroborar del equipamiento fue el cargador inalámbrico con enfriador, asientos ventilados y las luces con función cornering. De seguro, estos elementos solo están disponibles para modelos más equipados, como quizás sea el caso del K3 con motor 2.0 que se vende en México. ¿Sunroof? Para segundo semestre del 2024 (MY2025).
Kia K3, su manejo
Aunque a Chile también llegará un propulsor 1.4 de 99 Hp (el importador está tratando de no traerlo), el K3 se moverá principalmente con un 1.6 aspirado (con D-CVVT) de 121 Hp y 157 Nm, asociado a cajas 6MT o 6AT. ¿Por qué no un motor Turbo? La marca lo definió así para lograr un precio más bajo y una mejor fiabilidad bajo distintas condiciones de uso (países con estándares más bajos de calles, combustibles o mantenciones). A futuro si podría sumarse, con tecnología MHEV, pero necesita pasar muchas pruebas de fiabilidad en la región.
En ciudad, con cuatro ocupantes se mueve con tranquilidad y soltura, pero en carretera si le cuestan los adelantamientos. Se ayuda de una caja bien escalonada, que no es la más rápida, pero que al menos es obediente y permite estrujar su empuje. Alégrense: podría haber sido una CVT.
Lo mejor es la sensación del chasis, muy bien insonorizado, con una dirección sintética pero predecible y suave, además de una suspensión correcta para caminos mixtos (parchados o con baches). Se siente "más auto" que el Rio 4, mucho más refinado y maduro.
Kia K3, comercialización
El K3 llegará a Chile en el primer trimestre del próximo año, con precios tentativos que bordeen los 15 millones de pesos (para arriba y para abajo). Kia no quiere ir a pelear ventas, sino que quieren ofrecer valor, equipamiento y diseño, que el auto valga lo que ofrece en tamaño y tecnología. Para abril, debería sumarse un segundo modelo, llamado K3 Cross, que es una versión "crossoverizada" del K3 hatchback, pero con 180 mm de despeje, el cual se venderá solo en algunos mercados y que reemplazará al Rio 5.