Hacia fines de 2023 aterrizó en Chile la tercera generación del Chevrolet Sail, uno de los modelos más vendidos y populares de nuestro país (110 mil unidades comercializadas en 13 años), y que mantiene su origen de fabricación en China, fruto de la alianza General Motors y el grupo SAIC.
El nuevo Sail llega inicialmente con su tradicional carrocería sedán, pero para este año se espera una inédita variante hatchback, que no sabemos si retendrá este nombre o asumirá otro más distintivo. Es más grande y tiene más espacio en el maletero, cuenta con ajuste del motor para cumplir con las nuevas normas, incluye conectividad de fábrica y se ofrece con seis airbags de serie.
La oferta inicial es de tres versiones, con caja manual y automática y dos niveles de equipamiento, con precios de lista entre $11.590.000 (LT MT) y $13.390.000 (LTZ CVT).
Chevrolet Sail 2024: las novedades
El nuevo Sail se fabrica en la plataforma GEM VSS-F, emparentada con la que le da vida a los actuales Onix o Montana, y que nada tiene que ver con su antecesora.
Respecto de la anterior generación, que llegó a Chile en 2015, el nuevo Sail crece en prácticamente todas sus dimensiones, para mejorar su habitabilidad y capacidad de carga.
- Largo: 4.490 mm (+190 mm)
- Ancho: 1.695 mm (+5 mm)
- Alto: 1.490 mm (-10 mm)
- Entre ejes: 2.550 mm (+50 mm)
- Maletero: 475 L (+100 L)
El diseño es totalmente nuevo, y obviando el logo del Corbatín en la parrilla frontal, no se aprecia tan claramente que fuera un Chevrolet, al menos no alineado con el estilo de la gama sudamericana compuesta por Onix, Tracker y Montana.
La parrilla es rectangular, cuenta con detalles cromados y un perfil más estirado hacia atrás, que sin perder su claro look de tres cuerpos, ofrece una propuesta de silueta más deportiva. En la zaga destacan sus faros alargados y parachoques más robusto.
Nuestra versión LTZ testeada ofrece proyectores delanteros halógenos con luces diurnas y traseras LED, neblineros, antena tipo aleta de tiburón y llantas bitono de 15 pulgadas.
La parte mecánica cuenta con no pocos cambios. Si bien el motor es el mismo anterior, un cuatro cilindros gasolinero de 1.5 litros, hoy cumple con la reglamentación Euro 6b, por lo que pierde algo de potencia.
Desarrolla 98 Hp y 142 Nm de torque, y se asocia a una caja automática CVT o, como novedad, una trasmición manual de seis velocidades. Con este tren motriz, la marca homologa 10,6 km/l en ciudad y 18,9 km/l en carretera, promediando 14,7 km/l en la versión automática.
El chasis cuenta con un eje rígido trasero y dirección con asistencia eléctrica, aunque suma discos de freno en las cuatro ruedas.
Chevrolet Sail 2024: impresiones del interior y equipamiento
Uno de los puntos más trabajados en este Sail es su mejorado interior, no sólo en diseño y equipamiento, sino también en calidad percibida. Y es que si bien no hay polímeros gomosos o blandos al tacto, sí hay un trabajo con texturas y colores, asociado a buenos acabados generales, que nos permiten pensar que es un auto de construcción moderna.
El diseño es horizontal, como es la tendencia en estos tiempos, con aireadores alargados y continuos semi escondidos, además de superficies bitono que ayudan a dar una calidad percibida más alta, pero que nos aleja visualmente de los otros Chevrolet.
Destaca una pantalla multifunción puesta en voladizo, desde donde se controla el sistema de infoentretenimiento y la conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, que se ejecuta a través de cable. Funciona relatuvamente bien, aunque no es un sistema de serie en el Sail, sino que sólo está disponible en las variantes LTZ.
El volante no me gusto. Ni es diámetro, ni en anchura, menos en su diseño. A la izquierda cuenta con muchos espacios para colocar botones, pero no hay nada, lo que denota que el modelo podría ofrecer más funciones. Por ejemplo, control crucero y limitador de velocidad. Los pocos botones que hay son para el audio.
Tampoco me gustó el clúster, que es analógico con dos relojes muy visuales, y un pequeño display digital monocromático, que se maneja desde un botón en los mismos marcadores. Toda la funcionalidad ofrecida por la pantalla central se pierde en en esto.
El Sail incopora varios espacios para dejar cosas, incluyendo portabotellas en las puertas y posavasos en la consola central, además de un cómodo apoyabrazos central, que por supuesto no es de serie.
El equipamiento de confort es correcto para el segmento:
- Alzavidrios eléctricos
- Tapiz de tela gris
- Cierre centralizado con comando a distancia
- Computador a bordo en pantalla de 3,5"
- Audio con cuatro parlantes
- Aire acondicionado con climatizador (LTZ)
- Sistema multimedia con pantalla de 8" (LTZ)
- Apoyabrazos central (LTZ)
Mucho más importante es la apuesta que hizo Chevrolet por la seguridad, consciente de la mala fama que tenía el Sail anterior en esta materia.
Hoy los seis airbags son de serie en todas sus versiones, y agrega los obligatorios frenos ABS y control de estabilidad, además cinturones de tres puntas en todas las plazas, anclajes ISOFIX, monitor de presión de los neumáticos y sensores de retroceso com cámara (LTZ).
Las plazas traseras son cómodas y amplias para tres personas, aunque en anchura no es ideal para tres adultos. Hay espacio para cabeza y rodillas, y los pies se pueden esconder bajo los asientos. Eso sí, salvo un puerto USB de carga, no hay nada extra de qué jactarse.
El maletero, como decíamos, creció mucho y es amplio en todos lados, aunque la boca de carga es algo baja lo que podría limitar la carga de cosas grandes. Por debajo de un piso firme se esconde un neumático de repuesto de uso temporal.
Chevrolet Sail 2024: impresión de manejo
Del Sail anterior podíamos rescatar algunas cosas en cuanto a su conducción: el motor funcionaba bien en rango medio, no consumía tanto combustible, tenía un correcto confort de marcha en ciudad y carretera, y no era tan ruidoso a velocidades medias. Todo ello se ha mejorado aún más en esta nueva generación, pero además, se trabajó en algunos de aquellos aspectos más criticados por los clientes.
Quizás lo más importante es que el nuevo Sail se maneja como un auto más moderno, menos plástico, más aplomado y con una conducción de mejor calidad.
Sigue estando bien insonorizado, pero a 120 km/h aparece un ruido aerodinámico por los costados que puede molestar un poco. A esa velocidad comienza a bailar un poco el tren delantero, pero nada que te obligue a ir trabajando horas extra con el volante. Más raro es una sensación de poco aplomo en el tren trasero, que se percibe en curva. Eso no lo tenía el viajo Sail.
El confort de marcha es bueno, mejorado en todo sentido, con mejores asientos (los anteriores eran bastante duros) y amortiguadores, que son capaces de aislar bien el habitáculo, especialmente sobre asfalto áspero, junturas de alquitrán, hoyos y lomos de toro. Sorprende que un auto de este precio tenga este nivel de trabajo de suspensión. Queda más al debe en velocidad y curvas, aunque sabemos que el Sail no es para andar pisteando.
Si bien tiene 12 Hp menos que antes, el motor funciona de manera correcta para este modelo y esta baja no se nota realmente.
Ojo, no tiene mucho torque a bajas revoluciones, y recién sobre 2.000 empieza a responder adecuadamente. Esto se siente un poco más invasivo en la versión automática que en la manual (la que pudimos manejar durante el lanzamiento), aunque dependerá del gusto del conductor. Si es de los que maneja tranquilo, no será tanta molestia. Si quiere ganar todas las quialy, busque otro auto.
El mejor régimen de marcha de este Sail está entre los 2.000 y 3.500 rpm, más o menos, donde hay buena respuesta al toque del acelerador, con un crucero de 120 km/h en los 2.400 rpm. Aun así, no es un auto demasiado eficiente. Nuestro consumo urbano normal estuvo entre los 10 y 11 km/litro, pero manejando suave. Cuando lo presionamos un poco más bajó de 10.
La gran mejora, en todo caso, está en los frenos, con una mordida más eficaz y una menor distancia de detención. Así, el Sail se siente más seguro de manejo.
Chevrolet Sail 2024: conclusiones
Esta tercera generación del Chevrolet Sail es un buen auto en términos generales. Está bien diseñado, tiene una aceptable apreciación de calidad y un buen nivel de equipamiento considerando el precio.
Si lo comparamos con el Sail anterior, es una mejora del 100%, y salvo este bailoteo del tren trasero que percibimos, no vemos nada donde haya perdido algo, sino todo lo contrario.
Tiene un mejor andar, más seguro y cómodo. Tiene una mejor frenada. Tiene mayor capacidad de amortiguación. El habitáculo está mejor insonorizado. Incluso los asientos, históricamente duros, ahora son más agradables para viajes largos.
El "auto de Chile" mejoró significativamente, pero hoy también enfrenta una mayor y mejor competencia. Veremos cómo le va.
Chevrolet Sail 2024 - mejoró en todo (Test Drive)