La colaboración entre Ford y Volkswagen sigue dando frutos, como en los tiempos de Autolatina. Primero vimos una Amarok que usaba base de Ford Ranger. Despues llegó la Explorer EV basada en el Volkswagen ID.4 y ahora estamos ante su pariente más "deportivo". Esto sucede gracias a que Ford revive un nombre histórico para la marca en Europa con lo que busca darle más visibilidad y popularidad a su último proyecto eléctrico, el Ford Capri.
Esta técnica de usar un nombre conocido para un producto nuevo y que se desmarca fundamentalmente de lo que fue el modelo original no es una táctica nueva para Ford ni para otros fabricantes. Es cosa de pensar en el Mitsubishi Eclipse Cross o en dos ejemplos de la marca del óvalo: el Ford Puma y el Ford Mustang Mach-e.
En el caso del Ford Capri, su historia comenzó en 1969 como un desarrollo exclusivo para Europa. Su objetivo era nada más y nada menos que convertirse en el equivalente europeo del Ford Mustang, con ese ímpetu deportivo, pero con formas y algunas soluciones más adecuadas para el mercado del viejo continente.
La producción de aquel modelo se dio entre 1969 y 1986, siendo una especie de coupé bastante querido en Europa. Más de 40 años más tarde el Ford Capri está de regreso, pero como muchos autos con nombres clásicos, ahora lo hace en forma de SUV… y no como un SUV común, lo hace como un SUV Coupé para ser más exactos.
Otra cosa interesante es que este modelo es producto de la colaboración que Volkswagen y Ford tienen, por ello este auto utiliza plataforma modular MEB de Volkswagen exclusiva de autos eléctricos. Sobre esta misma plataforma se construye el ya mencionado Ford Explorer EV europeo y los Volkswagen ID.4 y ID.5.
A nivel imagen, el Capri es sencillo, sin muchos trazos rebuscados, pero sí con varios elementos que tratan de darle algo de personalidad y que buscan homenajear al pasado de este auto. Primer ejemplo de ello es la franja de color negro que une los faros, misma que imita a la del Capri original.
Otros guiños al pasado llegan en forma de la ventana trasera redondeada, el spoiler tipo cola de pato sobre la cajuela y cierta similitud en la firma de luz LED de la cajuela con las calaveras de la tercera generación del modelo original.
Por dentro el diseño es prácticamente el mismo que vimos en el Ford Explorer EV y es que a grandes rasgos, podríamos decir que se trata de su versión coupé. Por ello mismo encontraremos la misma pantalla vertical de 14,6”, un cuadro de instrumentos digital, iluminación ambiental, climatizador dual, techo panorámico, asientos eléctricos climatizados, sistema de audio Bang & Olufsen, entre muchas otras cosas.
Las cámaras en 360°, las luces con sistema Matrix LED, conducción semiautónoma, conexión inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto, masaje en los asientos, cargador inalámbrico para celular, entre muchas otras cosas, también pueden estar incluidas en él.
Un detalle “retro” es que el decorado central inferior del volante se inspira en las uniones de los volantes de autos deportivos antiguos como el Capri RS2600 que justamente llevaba una placa de metal perforado para ese look deportivo.
Al ser un producto basado en la plataforma de VW, veremos cosas como los controles de las luces y hasta botones para los cristales exactamente iguales a los que usa la marca alemana. Esta medida facilita la producción y también reduce costos.
Como buen Ford, podrá ir equipado de toda una suite completa de asistencias avanzadas a la conducción, por lo que estará preparado contra toda eventualidad, además de cumplir con las reglas más estrictas de seguridad que se tienen en Europa.
Hasta 340 hp para un toque deportivo
Al usar la plataforma de VW, Ford también usa sus motores eléctricos y baterías, por ello es que a lo largo de la gama podremos encontrar versiones de un solo motor en el eje trasero o bien, variantes AWD con dos motores.
En las más accesibles con un solo motor, el Capri podrá entregar hasta 282 Hp y hacer el 0-100 km/h en solo 6,4 segundos, una cifra que los modelos clásicos no podían alcanzar de no ser por fuertes modificaciones a su tren motriz. Su batería es de 77 kWh y promete una autonomía de 627 km por carga.
Las variantes AWD de dos motores pueden llegar hasta los 340 Hp con un 0-100 km/h en solo 5,3 segundos. Su batería crece a las 79 KWh y acorde a Ford puede obtener unos 592 km por cada carga. La carga rápida es de hasta 185 kW y le permite pasar del 10% al 80% de batería en solo 28 minutos si se logra conectar a un cargador rápido.
Todo indica que este modelo será exclusivo para el mercado europeo, pues Ford no ha declarado alguna intensión de traerlo a nuestro continente, especialmente cuando de este lado tienen al Ford Mustang Mach-E que es un desarrollo propio de Ford y que ofrece variantes más potentes, además de ser ligeramente más grande.
De cualquier forma, sus precios anunciados, al menos en Reino Unido van de 45.875 libras a 53.975 libras, o sea desde 54 millones de pesos y fracción.
Ford Capri en el FOS 2024