Test Drive Volkswagen Tiguan R-Line, la despedida

Volkswagen puede jactarse de tener modelos realmente reconocibles en todos sus segmentos. No hay nadie que no conozca al Volkswagen Tiguan, que para todo orden de cosas es "el" SUV de Volkswagen, principalmente porque se trata de un modelo global, al margen de que existan dos tamaños de este modelo.

Y Tiguan lleva años en el mercado, compitiendo de tú a tú con modelos muy consolidados del segmento SUV-C como son el Toyota RAV4, Honda CR-V, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Subaru Forester, Haval H6, Peugeot 3008 y así...

Pero al Tiguan le queda poco. Su nueva generación ya se vende en Europa y en China ya tiene un hermano ligeramente más grande: el Tayron. Es este modelo el que se rumorea sea su reemplazo en nuestra región, siendo fabricado en México.

Por ahora, como para ir despidiéndonos de esta generación del Tiguan, nos pusimos al volante de la que es su versión más equipada, la R-Line con motor de dos litros.

Tiguan R-Line 2024: dimensiones y diseño

• Largo: 4.728 mm
• Ancho: 1.839 mm
• Alto: 1.656 mm
• Distancia entre ejes: 2.790 mm
• Volumen de maletero: 
  • 340 L sin asientos abatidos
  • 850 L con tercera fila abatida

El diseño del Tiguan delata rápidamente el paso del tiempo. Aun con un facelift de dos años, el Tiguan actual representa mucho del diseño que Volkswagen está abandonando. En Latinoamérica quizás se nota menos por el influjo Mercosur, pero afuera, tanto el Polo, como el Golf y los modelos eléctricos cuentan con un estilo más integrado. O sea, los adornos en forma de C del parachoques forman parte de la misma silueta del parachoques, la parrilla tiene menos lamas y el pliegue que recorre las manillas también se ha suavizado, cosas que no están presentes en este auto.

Pero el hecho de que su diseño sea más antiguo, no quita que sea un auto atractivo, en especial la versión R-Line, con techo panorámico, adornos cromados y llantas de 19". Si lo ponemos frente a su competencia y lo "humanizamos", podría ser el SUV de traje, o al menos el más ejecutivo.

Como se trata de la versión R-Line, también tiene algunos elementos tecnológicos que gustan mucho como las luces con tecnología IQ Matrix o la firma luminosa que recorre la parrilla.

De tamaño, con 4.728 mm de largo y 2.790 mm entre ejes, es de los modelos más grandes de su segmento, algo necesario para poder albergar una tercera fila en el maletero, la que sinceramente, solo sirve para niños pequeños. Por supuesto que esta puede ser una ventaja para ciertos clientes, considerando que hay autos ligeramente más pequeños que también las tienen (como el Nissan X-Trail). Yo las mantendría plegadas y así podría disfrutar de más espacio en las plazas traseras y casi 850 litros de espacio: si se trata de habitáculo, es de los grandecitos. 

Tiguan R-Line 2024: interior y equipamiento

Si afuera le perdonamos lo antiguo al Tiguan porque de verdad se ve muy ejecutivo y distinguido, adentro no tenemos como salvarlo. Esto no tiene que ver con la calidad general, pero con un fenómeno que ocurre cuando el auto se pensó para ciertos componentes y después hubo que adaptar algunas cosas. Por supuesto que esto suena inconsecuente: nos quejamos de los clichés de la industria, del "puente chino", del "panel con dos pantallas" y ese tipo de cosas, pero cuando llega un auto que no los tiene, lo encontramos viejo. Para ser justo, la competencia ha logrado solucionar esto, conciliando elementos de ambos mundos para no caer en el interior genérico de todos los autos modernos y es que este es un segmento muy tradicional, donde tampoco podemos innovar tanto ya que el público es más transversal y adulto.

En ese "conciliar" nos encontramos con un volante de buena calidad, tradicional en diseño, pero con botones táctiles (y sensores hápticos). Tenemos un cuadro de instrumentos empotrado, pero digital. Tenemos un sistema multimedia muy potente, pero no está en la línea de visión del clúster, por lo que hay que bajar un poco la mirada para usarlo.

Pasando a la calidad, hay una buena selección de polímeros suaves y excelente armado, con puertas pesadas y paneles firmes, aunque con algún que otro crujido dentro de las puertas o en el techo panorámico, hay que decirlo. Por supuesto que todos los plásticos que están "de la cintura para abajo" son más duros, pero eso es así en todos los autos. Hay cosas interesantes como la eliminación del "piano black" por "piano gris", las molduras con diseño técnico que imitan a golpe de vista la fibra de carbono y muchos detalles que hablan de un cuidado más allá: luces LED interior con auto-dimmer, agarraderas de plegado suave, guantera robusta, pedales metalizados, algunos compartimientos portaobjetos con engomado o alfombrado, manillas iluminadas y mucho acento cromado o metalizado en los bordes de los aireadores, perillas, etc.

Incluso, el equipamiento tiene mucho de esos "lujitos". Por ejemplo, el volante es calefaccionado, pero puedes ajustarlo en tres niveles, al igual que los asientos climatizados con memoria. También puedes ajustar los colores del interior en 30 tonos o disponer de puertos USB-C más modernos, cargador inalámbrico, climatizador tri-zona y espejo central fotosensible sin marco. Y eso que no hemos hablado del Head-up display, del portalón automático o del acceso Keyless.

El cuadro de instrumentos, es el mismo que hemos visto en varios Volkswagen. No es el más moderno, pero es lejos uno de los más completos y más fáciles de leer. Hay muchas opciones para configurarlo, por lo que finalmente, puedes adaptarlo a la información que prefieras tener más a la mano. Lo mismo podemos decir del sistema multimedia, con una pantalla de 8", que se antoja pequeña para los estándares de hoy, pero que al menos conserva perillas y accesos directos. Incluso tiene un menú especial con relojes "off-road" como la brújula o un inclinómetro. La conectividad a smartphones es inalámbrica.

Pasando al espacio, los asientos ofrecen buena sujeción pero se sienten un poco pequeños. Las plazas de atrás son más duras y tienen menos soporte, pero se pueden plegar o deslizar y cuentan con un control aparte para la climatización (con salidas de aire). Como ya les contaba más arriba, aunque las puertas son grandes para el acceso a las plazas de más atrás, estas son solo para niños: hasta para un adolescente serían incómodas y no las recomiendo, salvo que sea estrictamente necesario su uso. 

Para guardar objetos, rescato el bolsillo oculto sobre la consola; parece un parlante central, pero sirve para esconder documentos, tarjetas o teléfonos.

Tiguan R-Line 2024: seguridad

El estándar de seguridad ya es bueno desde las versiones de entrada. En su más reciente facelift se agregaron algunas asistencias, pero son "suaves", o sea el auto no frena por si solo y tampoco corrige maniobras.

• Seis airbags
• Frenos de disco con ABS y EBD
• Sistema de frenado multicolisión (MCB)
• Sistema de regulación del motor (MSR)
• Control de tracción y estabilidad (ASR+ESC)
• Asistente de partida en pendiente y control de descenso
• Bloqueo electrónico de diferencial (EDL, emulado)
• Cámara de retroceso (Area View, con vista en 360°) con sensores de estacionamiento
• Monitor de presión de los neumáticos
• ISOFIX
• Encendido automático de luces y limpiaparabrisas
• IQ.Drive (ADAS)
  • Alerta de colisión frontal con frenado de emergencia y detección de peatones
  • Control crucero adaptativo
  • Monitor de cansancio
  • Park Assist
  • Luces inteligentes

Tiguan R-Line 2024: manejo y motor

Mientras el resto de los Tiguan se mueven con un motor 1.4 Turbo, el modelo R-Line se guardó algo más contundente, un 2.0 TSI muy conocido del Grupo Volkswagen, con 220 Hp y 350 Nm, asociado a una caja DSG7 (automática de doble embrague) con tracción AWD 4Motion. Este propulsor homologa 8,9 km/l en ciudad y 12,7 km/l en carretera, para un mixto de 11 km/l según lo que dice el 3CV.

El consumo pareciera no ser tan alto para la potencia que tiene, pero si lo es. Sus rivales son más económicos, pero con motores más pequeños. Un Hyundai Tucson es más económico, pero porque tiene un 1.6 Turbo de 177 Hp. El Honda CR-V lo mismo, un 1.5 Turbo de 188 Hp. Lo más parecido sería el Toyota RAV4 con 213 Hp, pero que logra con un super eficiente motor 2.5 aspirado con tecnología híbrida.

Nos queda el Nissan X-Trail con motor 2.5 aspirado y el Mazda CX-5 en su versión 2.5 Turbo de 227 Hp. Y el Tiguan R-Line es simplemente el más gastador de todos los que hemos mencionado, pero con un performance más vivaz y con el beneficio de que su consumo y entrega son muy administrables: en carretera pude lograr más de 14 km/l a 110 km/h, conduciendo sin problemas.

Ya que hablamos de gestión, el Tiguan tiene un selector con modos de manejo y tracción: un modo nieve que pasa las marchas más rápido para que la entrega de torque no sea tan violenta, un modo on-road con "sub-modos" (Eco, Normal, Sport y Custom), un modo off-road automático y un modo off-road "Experto" que abre algunos ajustes extra sobre el funcionamiento del sistema 4Motion; nada muy complejo, pero son herramientas que pueden ayudarte en caminos rotos. Y ojo, que los modos están marcados: al modo Sport si se le siente el vigor que puede estar más contenido en otros modos.

Lejos, lo mejor del Tiguan está en el chasis. Tremendamente resuelto y aplomado, entrega seguridad en cada maniobra, un poco por sobre el segmento, algo notable si consideramos que no es el auto más nuevo del lote. Es fácil tomar velocidad con este motor y no se siente tan pesado como muchos pueden creer. No es un auto violento (es un "R-Line", no un "R") pero el combo motor/caja hace que no nos demos ni cuenta cuando vamos por sobre lo permitido y las maniobras las resuelve con mucha seguridad: no se siente como que vamos llevando el auto más allá de sus capacidades, como ocurre con otros autos. La suspensión es bastante agradable y de buen recorrido, aunque con un tacto más firme, más "europeo".

Tiguan R-Line 2024: conclusiones

A un precio de $41.490.000, el Tiguan R-Line es un auto caro. Tanto, que por ese mismo dinero te puedes comprar un Hyundai Santa Fe, que es un verdadero SUV con tres filas de asientos y equipamiento similar, incluyendo la tracción. Es el problema con casi todas las versiones tope de gama en marcas que apuntan al segmento "generalista premium"; solo el verdadero fanático de la marca va a pensar en comprar la versión más alta, porque siempre habrá un modelo más racional.

Entendemos que se cobra como si se tratara de un SUV de tres filas de asientos y por el performance de su motor, pero si sacamos de la ecuación la tercera fila (por ser prácticamente inútil) incluso un Toyota RAV4 tope de gama con tren motriz híbrido sale más conveniente (y muchísimo más eficiente).

Pero al margen de su precio, el Tiguan R-Line está lejos de ser un mal SUV. Su presencia ejecutiva, su excelente chasis y su motor, le dan un valor agregado especial. Es de esos autos que hay que manejar primero para saber apreciarlo. También, los lujitos y detallitos que tiene, te hacen sentir a ratos como si estuvieras en un auto un poco más "de gama alta", en especial con el contenido de confort que ostenta.

Si el bolsillo te da, no te vas a arrepentir y lo vas a disfrutar todos los días, pero si quieres hacer cundir el bolsillo, hay autos más modernos, con un poco más de espacio y más tecnología.