Hay una máxima que Volvo que dice que la mejor manera de prevenir una muerte en un accidente de autos, es no verse envuelto en uno. Y de eso se trata la tecnología desplegada en el nuevo EX90, el más nuevo de los modelos eléctricos del fabricante sueco, y que está pronto a desembarcar en el mercado chileno, seguramente en el segundo trimestre de 2025.
El EX90 fue presentado a fines de 2022 y estaba llamado a “sentar un precedente en cuanto a funciones y asistencias tecnológicas para la conducción más segura disponible en un auto de producción”. Además, se anunció como el primer modelo de la marca definido por software, lo que supuestamente le entrega unas capacidades impresionantes de evaluación y gestión de situaciones. Paradojalmente, esa definición fue su mayor problema a la hora de llegar a producción.
Y es que los suecos tuvieron una infinidad de problemas con los desarrollos tecnológicos, lo que demoró más de un año su inicio de producción en Charleston (Estados Unidos). En resumen, el software encargado de controlar todas las funciones de seguridad del auto no actuaba como era requerido, y funciones como el LiDAR, el asistente de tráfico cruzado, el asistente de velocidad en curvas, el sistema inalámbrico para Apple CarPlay o la carga bidireccional arrojaban error.
Pero con la producción ya en marcha, el Volvo EX90 vuelve a exhibirse como el auto más seguro del mundo. Aprovechando su presencia como candidato a los World Car Awards en varias categorías, lo manejamos en el test drive exclusivo para jurados que se está realizando en Los Angeles, previo a la votación. Y estas son nuestras impresiones.
Volvo EX90: características
El EX-90 es un vehículo 100 por ciento eléctrico y estrena una nueva arquitectura llamada SPA2 (Scalable Product Architecture 2) desarrollada por la propia Volvo, y que cuenta con un 15% de acero reciclado y un 25% de aluminio reciclado.
Según Volvo, esta arquitectura optimizada para autos eléctricos presenta evoluciones significativas en baterías, motores y autonomía respecto de lo que conocemos hasta ahora en la marca.
El EX90 se ofrece con dos paquetes de baterías del fabricante chino CATL: uno de 104 kWh de capacidad (580 km de autonomía) y otro de 111 kWh de capacidad (hasta 614 km de autonomía). Dicha batería se ubica en la parte baja del piso, y alimentará uno o dos motores eléctricos.
La versión RWD se ofrecerá en variantes de cinco y siete plazas y con batería pequeña, ofreciendo 275 Hp de potencia y 490 Nm de par, mientras que las AWD Twin Motor serán exclusivas para versiones de siete ocupantes y batería más grande, con potencias de 402 y 510 Hp.
En cuanto al diseño, el EX90 se ve exactamente como debería verse un XC90 eléctrico. Mide más de cinco metros, tienes casi tres metros entre los ejes y luce sobrio y elegante. Su diseño busca la eficiencia aerodinámica en un look sellado y minimalista. Tenemos una parrilla ciega, manillas al ras de la chapa y llantas cubiertas, que le entregan un coeficiente de arrastre de 0,29, una cifra muy competitiva para un vehículo de tres filas de asientos.
El conjunto de iluminación se ha simplificado gracias a la tecnología LED, aunque se mantiene el diseño de la T de Thor. Las luces traseras también son llamativas, con una reinterpretación de los focos verticales que se sitúan en los costados del parabrisas trasero.
El interior del EX90 es una muestra de minimalismo y elegancia sueca. Maderas claras, superficies limpias y algunos detalles o acentos de buen gusto. Lo mejor es que todo esto, también es muy sustentable, puesto que buena parte de los materiales usados son ecológicos. Las tres filas son muy buenas, aunque la tercera es más bien para niños.
Lo más llamativo del EX90 tiene que ver con toda la tecnología desplegada, ya sea en conectividad o seguridad, en una interfaz que ya conocemos del EX30 y que tiene el soporte nativo de Google como sistema operativo.
Pero lo interesante es que Volvo decidió no gastar tiempo y dinero desarrollando aspectos del auto que perfectamente puede encargar a terceros. Por lo mismo, la plataforma del sistema es la NVIDIA DRIVE AI Xavier y Orin con inteligencia artificial, los procesadores son Snapdragon de Qualcomm y las herramientas de gráficas y visualización fueron desarrolladas sobre Unreal Engine de Epic Games, la misma arquitectura que usan algunos de los mejores videojuegos del momento.
La pantalla central es vertical de 14,5 pulgadas y funciona con el sistema operativo Google Automotive completamente integrado de manera nativa. Por supuesto que el sistema cuenta con soporte para conexión 5G, lo que permite sacar el máximo partido de este sistema.
El cuadro de instrumentos va en una pantalla horizontal más pequeña y permitirá conocer las estadísticas de consumo, velocidad, asistencias de manejo, modos de manejo, etc.
En materia de seguridad, Volvo propone "un escudo invisible de seguridad" a través de sensores de última generación, como cámaras, radares y lidar, que están conectados a la computadora central de alto rendimiento, donde NVIDIA DRIVE ejecuta el software interno de Volvo Cars para crear una vista del mundo de 360 grados en tiempo real.
El sistema de lidar desarrollado por Luminar va montado sobre el parabrisas y puede funcionar todo el día en cualquier condición de luz y a la velocidad que sea, pudiendo detectar peatones a 250 metros de distancia, y además contribuye a perfeccionar el funcionamiento del sistema de manejo semiautónomo para nivel 3, el que incluso puede cambiarse automáticamente de pista.
También cuenta con sensores interiores, como el sistema Occupant Sensing, que puede chequear que no se te haya quedado un niño o una mascota dentro del auto. Estos sensores pueden monitorear tu nivel de fatiga y concentración y alertarte para que reacciones, o en caso extremo, detener el auto y llamar a servicios de emergencia.
Volvo EX90: impresión de manejo
Lamentablemente, este sistema no está autorizado aún en Estados Unidos, por lo que sólo pudimos probar un aperitivo de lo que será la conducción autónoma. Con sólo bajar la varilla de la transmisión se activa el Pilot Assist, y el EX90 seguía fielmente las líneas de la carretera manteniendo la velocidad u la distancia con el auto que nos antecedía, aunque debíamos mantener una mano en el volante (por cuestiones legales).
En ciudad un poco de lo mismo: sistema activado y tanto acelerador como freno operan independiente, manteniéndonos en nuestro carril a distancia segura de los autos. Cuando se liberen todas las funciones, el EX90 podría tranquilamente adelantar al auto que va adelante y doblar en cualquier esquina.
Y las alertas son muy visibles y lo suficientemente sonoras como darte cuenta que estás cerca de tener un accidente. El escudo de Volvo funciona tremendamente bien.
Nuestra unidad de pruebas era la Performance, con la batería grande y los 510 Hp de potencia, con escandalosos 910 Nm de torque instantáneo, lo que garantiza una salida desde cero como si fuera un cohete. Hay potencia de sobra en este auto para mover un peso que, la verdad, no se siente tanto. Ni siquiera en curva.
El chasis es tan bueno, que el peso va bien distribuido hacia las ruedas y va puesto muy abajo, para que el aplomo del auto sea real y permita tomar curvas sin que el auto tienda a seguir de largo. La suspensión está bien calibrada para dar mucho confort de marcha, aislar efectivamente la cabina, y sostener el peso para doblar lo más plano posible.
La dirección responde bien, es rápida, predictiva y entrega buena retroalimentación a la manos, siempre considerando que es un auto eléctrico. El EX90 se siente más ágil de lo que debería ser por su tamaño, lo que habla del buen trabajo de ingeniería que escode.
Al final de cuenta, un gran auto eléctrico como han sido todos los Volvo, y sin duda un referente de lo que veremos en un futuro cercano en otras marcas.