Geely se relanzó por cuarta vez en Chile durante el 2024 y lo hicieron de la mano de dos nuevos modelos, como son el Starray, que viene a ser el sucesor del Azkarra y el Okavango, un modelo de tres filas de asientos. Esta estrategia también se replicó en otros paises como México, donde también estrenaron nuevos modelos y donde también estan adelantando a un curioso modelo que de seguro veremos este año en nuestro país, el Cityray.
¿Qué es Geely Cityray?
El Cityray es el nombre de exportación que recibe el Geely Boyue. Como sabemos, anteriormente Geely tenía en el segmento de SUVs compactos a dos modelos, el Binyue y el Boyue. Hay un tercero, el Icon, pero al ser un producto que no ha salido fuera de China, lo dejaremos al margen.
El Binyue se conoció en todos lados como el Coolray, mientras que el Boyue es el Geely Azkarra. Luego, Geely desarrolló un Boyue de segunda generación, denominado Boyue L, el cual recibió el nombre de Starray para mercados como Chile, siendo efectivamente el sucesor del Azkarra. Y en el caso del Binyue, se desarrolló una segunda generación, inicialmente denominada Binyue L, pero que luego recibió el nombre de Boyue Cool y luego Boyue a secas, con el fin de confundirnos aún más.
Lo más notable es que el Starray y el Cityray (o sea, el Boyue L y el Boyue) se parecen tanto en diseño que es muy fácil confundirlos, si bien utilizan plataformas diferentes.
Como el Coolray se sigue vendiendo, el nombre le permite posicionarse por encima, para competir con productos del segmento C de entrada: mientras el Starray mira más hacia el segmento SUV-C tradicional, como un Toyota Rav4 o un Hyundai Tucson, el Cityray apunta más a modelos como el Volkswagen Taos, el Toyota Corolla Cross y así.
Mientras el Starray mide 4.670 mm de largo con 2.777 mm entre ejes, el Cityray ofrece 4.510 mm de largo y 2.701 mm entre ejes, por lo que hay diferencias aparentes en tamaño.
El diseño, ya contabamos, es muy similar. Comparten muchos rasgos como las luces delanteras que caen verticalmente por los costados, los segmentos luminosos que se encuentran con la insignia sobre la parrilla, la toma de aire trapezoidal, el diseño de las ventanas, la linea descendiente que va desde los cuartos traseros a las ruedas delanteras, el calado del capot y las luces traseras en forma de flecha.
Según versión y el mercado, puede llevar luces LED, llantas de 18 a 19 pulgadas y un llamativo difusor trasero con cuatro salidas de escape centrales, un detalle algo sobreactuado (ni en un Ferrari veriamos algo asi) pero que apela al estilo deportivo que germinó en el Coolray.
Interior bien equipado
Por dentro el tablero es muy parecido al de Starray con el mismo diseño de volante, cuadro de instrumentos digital de 10,2” con un marco más amplio y la misma gran pantalla vertical de 13,2”.
Otros detalles interesantes se encuentran en la iluminación ambiental que puede ser de 72 colores, aunque sin las franjas verticales. También puede sumar asientos en cuero sintético con ajuste eléctrico, cargador inalámbrico para celular, aire acondicionado automático de doble zona con salidas de aire para la parte trasera, entre otros.
A nivel de seguridad se ofrece en otros mercados con seis airbags, frenos ABS, control electrónico de estabilidad y monitoreo de presión en las llantas. A su vez, puede contar con una suite de asistencias avanzadas a la conducción que incluyen la visión de 540°, control de velocidad crucero adaptativo y freno autónomo de emergencia con detección de peatones.
El propulsor del Cityray es más pequeño que el que lleva el Starray que se vende en Chile. Más bien se trata del 1.5 Turbo que lleva el Coolray y otros modelos del grupo. En este caso lleva 172 Hp y 290 Nm de torque, pero en otros modelos como el Lynk & Co 06, desarrolla 181 Hp. Trabaja en conjunto con una caja automática de doble embrague de siete marchas.
La suspensión es independiente en ambos ejes y cuenta con frenos de disco en las cuatro ruedas.
¿Lo veremos en Chile? Es la idea, si bien no está homologado aun. De seguro cuando ya se vaya estrenando en otros mercados, se dejará caer por aquí.
