
Pocas son las veces que uno puede acudir a un autódromo a probar un auto, ya que hacerlo de manera particular es costoso, y las marcas pocas veces ceden ante las peticiones de la prensa para realizar este tipo de pruebas.
Situación aparte es la que ocurrió con Geely, donde ellos fueron los que gestionaron esta prueba en el Autódromo de Las Vizcachas, una pista célebre por ser el escenario donde realizamos nuestra prueba anual a los Recomendados Autocosmos, y donde pudimos poner a prueba, en esta ocasión, al Geely EX5, el nuevo SUV de la marca china.
Si no has entrado a nuestra web en mucho tiempo, aprovechamos de contarte que el Geely Geometry C ya no es parte del line up de Geely en Chile, y la oferta eléctrica de la marca se compone únicamente por el EX5, que se lanzó hace poco más de un mes en nuestro país, siendo este nuestro primer acercamiento dinámico al modelo.
Nuestra prueba estuvo dirigida por Jorge Moya, piloto profesiona de Drift, que nos guió en todo momento sobre cómo sacarle mayor partido al auto, cómo aprovechar la pista y en que fijarnos al momento de conducir.
Geely EX5: un interior minimalista
El interior de este EX5 nos presenta algo nuevo en la marca, y es que se trata del primer productor de la línea Galaxy en nuestro país, lo cual podemos notar por el logo de la marca en el volante, pero que cambia la forma trapezoidal por una más rectangular.
Los materiales se sienten de calidad, con zonas blandas al tacto, un volante únicamente de dos rayos y una presencia muy vaga de botones, ya que todo se concentra en la pantalla de infoentretenimiento de 15,4". Todas las superficies son claras, luminosas, y buscan combinar una sensación de confort con elementos tecnológicos e insertos de aluminio, que dan una sensación más "tech".
De buenas a primeras, las plazas traseras se ven y se sienten amplias, ya que hubo que dar un par de vueltas de pasajeros, y la sensación que te da, si bien no es de un auto de lujo, es de un vehículo que se siente bien ensamblado y que probablemente vaya a durar sus buenos años, porque la tapicería se siente de buena calidad y absolutamente nada se mueve.
Geely EX5: el tren motriz
Las pruebas realizadas en pista fueron a bordo de la versión Max, es decir, la más equipada, que posee neumáticos Goodyear calzados en llantas de 19". El propulsor por su parte, es el mismo en ambas versiones disponibles a la venta; un motor eléctrico ubicado en el eje delantero, que desarrolla 214 Hp y 320 Nm de torque, que envía toda la potencia al eje delantero.
Tecnológicamente hablando, podemos decir que, por lo menos en Chile, este es el auto más tecnológico de Geely, ya que se monta sobre la plataforma GEA, que nace desde los desarrollos de la plataforma SEA, creada en Suecia en conjunto con Volvo, Zeekr y un equipo de varios ex-ingenieros de Saab, y que tiene foco en vehículos enchufables, sean híbridos o eléctricos.
La estructura de la plataforma se compone de 8 travesaños y dos largueros, donde las barras centrales están estampadas en frio para alta resistencia y donde la batería es componente estructural del chasis (esto se llama Cell-to-Body). Las baterías son propietarias de Geely y toman el concepto "Blade" impulsado por BYD, pero en un tamaño más compacto y más denso, manteniendo un alto estándar de resistencia ante golpes, incendios o perforaciones.
Geely EX5: la experiencia al volante
La prueba contó con dos zonas de slalom, dos zonas de frenado intenso y tres zonas de aceleración. Después de dar una vuelta de reconocimiento, nos dieron el visto bueno para darle caña al acelerador.
Puesto en marcha, este EX5 sorprende por tener un comportamiento dinámico muy llamativo para un SUV eléctrico, y creo que en gran medida eso se debe a la forma en la que está construido, pues al tener las baterías entregadas en la zona media del piso de la carrocería, nos genera un equilibrio de peso que permite mover este auto con soltura. Los movimientos en el slalom no se sienten bruscos en el interior, y el conjunto en general se siente muy bien contenido, sin bamboleos excesivos pese a dar volantazos fuertes. Por otra parte, la carrocería se siente bien plantada el piso, precisamente por el tema de la construcción del chasis, lo que se traduce en que siempre se siente que tienes el control.
Al momento de dar vueltas fuertes, de curva a curva y a velocidades altas, el EX5 se siente obediente. La dirección electrónica logra comunicar lo que pasa bajo los neumáticos sin traducir eso en una incomodidad al volante y por potencia, no se queda, recuperando bastante velocidad en modo Sport. Cabe mencionar que este SUV tiene diferentes asistencias a la conducción y que las desactivamos todas, incluido el control de tracción, cosa que este Geely pudiera entregarnos todo de sí, sin limitaciones.
Llegando al final de la primera vuelta, luego de hacer rechinar un poco los neumáticos por el ímpetu que genera manejar en pista, tomé la recta lo más rápido que pude, llegando a poco más de 150 kilómetros por hora, para luego frenar en seco y probar la capacidad de los frenos, que sin dudas me sorprendieron.
En los autos eléctricos, la potencia de frenada se comparte entre el sistema de regeneración y los frenos físicos. Como buena parte de la desaceleración la realiza el motor eléctrico, los cálipers pueden descansar un poco en circunstancias normales. El conjunto funciona bien, permitiendo detener el auto en un tramo corto y contundente, sin tanto de ese excesivo cabeceo para los pasajeros, propio de una frenada de emergencia.
Geely EX5: una prueba poco usual
Terminada la vorágine de la pista, se nos ofreció realizar una prueba que, por lo menos yo, nunca había realizado en circuito, y es que pudimos ponernos al volante de un auto con el parabrisas completamente cubierto.
Desde la marca nos explicaron que la idea de realizar esta prueba, es demostrar que las cámaras integradas en este Geely EX5 son las mejores de su segmento y las más fidedignas a la realidad, así que dije ¿por qué no? Y me puse en marcha.
La foto no le hace justicia, pero el conjunto de cámaras entrega una vista 360 bastante precisa. Esto me permitió avanzar por un circuito de cerca de 200 metros, que incluyó rectas y curvas, completamente a ciegas, sin mirar para adelante ni los espejos laterales.
Hay quienes dirán que esto es inútil, pero la verdad es que dependiendo las circunstancias, este tipo de ayudas a la conducción son super convenientes, como en zonas llenas de hoyos, donde existan piedras altas u otras imperfecciones, pasajes que son muy angostos, subidas empinadas que no te permiten ver la punta del auto ni el piso, entre otras ocasiones.
Cabe mencionar que este tipo de sistemas funcionan solo a bajas velocidades, y en este caso, solo hasta los 30 kilómetros por hora, pero la experiencia general de la prueba fue muy buena, recalcando que el circuito se realizó tanto yendo hacia el frente como de reversa, y en ningún momento me salí de la línea demarcada. ¿Precisión del sistema o pericia al volante? Juzguen ustedes.
Geely EX5: conclusión
Este primer acercamiento me dejó conforme y con ganas de probar el auto en ciudad, ya que es pista se mueve mejor de lo que hubiera imaginado, demostrando que un SUV eléctrico familiar también puede ser divertido. Claro, esto es una primera impresión, pero ya se pueden decir un par de cosas.
Un producto correcto, que se mueve bien, con alta tecnología, y que como dato final, después de aproximadamente 20 vueltas a fondo con diferentes conductores, gastó solo un 20% la capacidad de su batería, que llegó completamente cargada a la pista.