
Geely sigue potenciando su presencia en el país y lo hace con un curioso modelo, el Coolray Lite. En tiempos donde todo es "Pro", "Plus" y "Max", el "Lite" refleja lo contrario, o sea un modelo más accesible y con menos prestaciones tecnológicas, pero manteniendo una buena base y calidad.
El Coolray Lite se basa en el primer Coolray que llegó a Chile a finales del 2021 y no en el Coolray actual (la revisión de 2023), por lo que su lenguaje de diseño es un poco más tradicional. Se ubica por sobre el Geely GX3 Pro como una alternativa de volumen para pelear en el segmento de los SUV-B de entrada, donde hay autos como el Chevrolet Groove, el MG ZS, el Kaiyi KXY3 o el Chery Tiggo 2.
Geely Coolray Lite: dimensiones y diseño
- Largo: 4.330 mm
- Ancho: 1.800 mm
- Alto: 1.609 mm
- Distancia entre ejes: 2.600 mm
- Maletero: 330 L
Con 4,3 metros de largo y 2,6 metros entre ejes, el Coolray Lite es un poco más grande que algunos de sus rivales, siendo el más cercano de los mencionados, el MG ZS, mientras que el Groove y el Tiggo 2 ofrecen 4,2 metros de largo y algo más. Donde el ZS gana por bastante es en el maletero, de 448 litros. El Groove ofrece 320 litros, lo que es apenas 10 litros menos que el Coolray.
Eso significa que el espacio extra se va al confort de los ocupantes, lo que es bastante notorio. Sin embargo, el maletero de 330 litros es bastante usable, con un suelo plano y regular.
Las dimensiones extra del Coolray Lite también le ayudan a tener un diseño más proporcionado y más imponente. No tiene los accesorios de los otros Coolray como el techo negro, la máscara deportiva, el alerón elevado o las cuatro salidas de escape. Acá todo se ha suavizado logrando un estilo más maduro y sobrio, pero que conserva algunos elementos de diseño más "cool" como las luces LED con firma luminosa de doble L en el frente, las cortinas de aire de diseño agresivo, el difusor falso en la parte de atrás o las tres líneas LED de las luces traseras. Con unas llantas de 17" en lugar de 16", incluso se vería más elegante que el Coolray convencional.
Algo positivo es que las cuatro versiones del Coolray Lite lucen exactamente igual. Quizás no es bueno para quien quiera diferenciarse, pero considerando que el modelo busca posicionarse por precio, es beneficioso para el que se compra el modelo más económico, incluyendo neblinero trasero, limpiaparabrisas sin marco, rieles reales en el techo (que puedes usar para cargar cosas), antena oculta y luces LED traseras, detalles que denotan calidad.
Geely Coolray Lite: interior
El diseño interior es el mismo que el del Coolray que conocimos a finales del 2021. Hay cuatro cosas fundamentales que cambian: la primera es la insignia del volante, que lleva el logo nuevo de Geely, en color plateado; lo segundo es la eliminación del clúster digital por un cuadro de instrumentos analógico más convencional; lo tercero es la consola central, la cual no cuenta con un cubículo oculto ya que la selectora de la transmisión no es "by wire"; lo cuarto es el nuevo sistema multimedia con una pantalla más prominente.
El resto, en cuanto a diseño y terminaciones es lo mismo, con mucho uso de piezas símil aluminio cepillado o metal satinado que personalmente creo yo que le queda muy bien, mucho mejor que otras terminaciones más económicas o repetitivas (piano black). Incluso, hay muchos elementos gráficos con un patrón en forma de G que podemos ver en los aireadores, tapas de los parlantes o algunos botones, otra muestra de calidad percibida.
El armado en general es muy bueno, realmente sólido y con una sensación más alta que en los modelos mencionados como rivales. Sin embargo, rescato la insonorización de la cabina, muy bien lograda.
Tal como pasa con el exterior, por dentro el auto es exactamente igual en todas sus versiones, incluyendo un equipamiento base más que suficiente para el precio y su posicionamiento. Quizás un volante de cuero en las versiones más altas no estaría de más, pero el resto incluye, tapiz de ecocuero, vidrios y espejos eléctricos, volante multifunción, botón de encendido, climatizador, conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, así como cámara de retroceso.
La postura al volante es cómoda ya que los asientos ofrecen buen soporte lumbar y lateral. El volante es solo regulable en altura. Los comandos son los mismos que en todos los Geely, lo que significa que la cruceta derecha opera tanto el computador a bordo como la pantalla del sistema multimedia, lo que en varios otros Geely es un tanto confuso.
Con respecto al mismo sistema multimedia, cuenta con botones táctiles en los costados y un mejor sistema operativo. También se agradece la conectividad, algo que a Geely le ha costado históricamente incorporar en sus modelos. El sistema de audio, eso sí, no es de los mejores; quizás quieras comprarle nuevos parlantes. La pantalla del climatizador muestra dos barras de ajuste de la temperatura, algo que puede confundir a los usuarios, porque no cuenta con calefacción dual. El puerto USB queda oculto en la parte lateral del conductor, pero hay un bolsillo que permite dejar el teléfono en el costado con el cable, alejado de la vista.
El espacio general es amplio, como en casi todos los autos chinos. Las plazas de atrás te dejan poco más de un puño de margen en la cabeza y mucho espacio en las piernas, con asientos ligeramente más firmes que los de adelante. Los compartimientos no son tan abundantes, diria más bien, los tipicos del segmento: un par de posavasos, un cubículo bajo el apoyabrazos, una bandeja para el teléfono, la guantera, los bolsillos de las puertas, un bolsillo pequeño en las plazas de atrás y sería.
Geely Coolray Lite: seguridad
El gran problema que tiene este Coolray Lite es que la diferenciación principal entre sus versiones se hace con la cantidad de airbags, solo dos en la versión Pop y Prime (versión probada) y recién seis en las versiones Pop Plus y Prime Plus. Los seis airbags no son garantía absoluta de seguridad, lo hemos dicho otras veces, pero es una buena manera de medir el esfuerzo de la marca en este apartado. Si autos como el Chevrolet Sail o el Kia Morning ya los equipan de serie, no hay excusas para autos como el Coolray Lite.
Por fortuna, la plataforma BMA está bastante desarrollada e incluso le valió sacar 5 estrellas en ASEAN NCAP hace unos años, aunque claro, con todos los elementos de seguridad, si bien la estructura del auto es la misma. Esta es una buena ventaja que tiene el Coolray Lite versus otros modelos como el Chevrolet Groove, el cual ni siquiera obtuvo estrellas en Latin NCAP, considerando que incluso tenía cuatro airbags, dos más que el modelo de esta prueba.
Entre el resto de los dispositivos encontramos frenos ABS con EBD, monitor de presión de los neumáticos, ESP, cierre centralizado automático, sensores de retroceso, aviso de no uso del cinturón de seguridad en todas las plazas, limitadores de fuerza en los cinturones frontales, alarma con sistema antirrobo y anclajes ISOFIX. Las versiones con caja CVT agregan asistente de frenado, control de tracción, asistente de partida en pendiente y control de descenso.
Geely Coolray Lite: tren motriz
Marcando distancia con el Coolray que ya conocemos, este Coolray Lite también tiene un tren motriz "Lite". Hablamos de un 1.5 aspirado de 121 Hp y 152 Nm de torque, asociado a una caja manual de cinco velocidades en las versiones Pop/Pop Plus y una caja CVT que puede emular siete velocidades en las versiones Prime/Prime Plus. Estas últimas también ganan freno de estacionamiento eléctrico y función Auto Hold.
Los frenos son de disco en las cuatro ruedas, la dirección cuenta con asistencia eléctrica y la suspensión trasera es un eje de torsión.
Las ventajas del motor aspirado tienen que ver con su despliegue lineal de potencia y su mantención, más simple. También, al tener menos exigencias de performance, es un poco más fiable. Además, su potencia es más gestionable, al no tener más de 170 caballos, lo que permite lograr buenos consumos en la gran mayoría de las condiciones.
El consumo observado del Coolray Lite durante esta semana rondó los 11-12 km/l en ciudad y entre 16 a 18 km/l en carretera, según la inclinación y el esfuerzo de la transmisión. Debo reconocer que aunque las transmisiones CVT nunca han sido las cajas más queridas, ni por la prensa o por los usuarios, de a poco uno va encontrándose con unidades mejor resueltas, o sea que arrastran menos los cambios y que son más efectivas en traducir el torque en movimiento: esta no es de las mejores y tampoco de las peores, pero está sobre el promedio.
En carretera, esta transmisión ayuda a que el auto vaya bastante más holgado y uno puede lograr velocidades de 110 a 120 km/h con el motor bajo las 2.500 vueltas.
Con respecto a la amortiguación, es un auto firme, no tan refinado, pero que inspira solidez y contención. Su tenida de ruta me recuerda un poco a modelos de Volkswagen, que tienen esa misma cualidad y eso también es garantía de calidad ya que por un precio accesible estas llevándote un auto que no se siente endeble, rebotón o blando.
La dirección no me gustó mucho. Es insípida y excesivamente asistida, aunque al menos permite maniobrar con cierta agilidad. Al frenar el auto cabecea un poco, pero nada irregular o de sensación nerviosa, de hecho, al tener una pisada progresiva, permitirá que muchos se acomoden rápido a la sensibilidad propia del auto.
Geely Coolray Lite: conclusiones
El Geely Coolray Lite es de esos autos que no impresiona pero que tampoco desilusiona. No es de grandes emociones pero es una opción sensata, con un valor agregado sutil, que va en sus detalles de diseño y en la robustez de su chasis. Esas son características que lo ponen por sobre la media y le hacen ver como un SUV maduro y bien fabricado.
Quizás lo más cuestionable es que no tenga seis airbags de serie. El resto, por el precio, es más que suficiente para entregar una muy buena experiencia de manejo y una calidad percibida moderna que incluso puede superar a modelos más costosos fabricados en India o Mercosur. Es espacioso, conectado, atractivo y accesible, una muy buena alternativa si lo que buscas es invertir en un SUV compacto, que no sea caro, pero que tampoco te haga sentir como que tuviste que conformarte con modelos menos desarrollados.