Al final no hubo sorpresas en las 6 Horas de Spa-Francorchamps, primera fecha del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC por sis siglas en inglés), que además significaba el debut del nuevo reglamento de Hypercars.
Si durante las pruebas iniciales se vieron corriendo al mismi ritmo que los prototipos LMP2, ya qne clasificación los nuevos modelos de Toyota denominados GR010 HYBRID demostraron que serán los autos a derrotar en este campeonato de transición, a la espera de que se sumen nuevas marcas.
Por ahora, la francesa Alpine es la única que logra seguir su ritmo y, de hecho, sólo la suerte y una estrategia superlativa por parte del box de la marca nipona, permitió que el Toyota número 8 manejado por Sebastien Buemi, Kazuki Nakajima y Brendon Hartley cruzara la meta primero, con una ventaja de 1:07 sobre el Alpine A460 número 36 de Nicolas Lapierre, Andre Negrao y Matthieu Vaxiviere.
Vale recordar que pese a que está usando un prototipo LMP1 año 2020 desarrollado por Rebellion, Alpine decidió inscribirse en la categoría de los Hypercars con un auto, y eso explica su competitividad frente al bólido de Toyota. Pero si la marca gala desea continuar más allá de esta temporada, deberá desarrollar su propio súper auto, y eso no ha sido confirmado aún.
Vamos a la carrera. El líder de toda la primera mitad fue el Toyota número 7 de Pechito López, Kobayashi y Conway, pero justo en la mirat se topó con un Porsche de la GTE y rompió parte de su carrocería, para luego quedarse atrapado en la leca. Si bien pasó por boxes, reparó y pudo continuar, ya estaba con mucha diferencia de tiempo y acabó tercero a más de una vuelta del Alpine.
Aprovechando estos incidentes, la marca llamó a boxes al número 8 por adelantado y logró sacarlo primero, pero Alpine no se amilánó, se aprovechó de varios errores de Toyota y logró liderar la carrera, para finalmente ceder la ventaja por un pichazo final cuando manejaba Negrao.
Para Portimao el 13 de junio deberían debutar los hypercars de la americana Scuderia Glickenhaus, por lo que el WEC gana competitividad y emoción, como estaba planificado con los nuevos hypercars.