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Test drive Ssangyong Rexton 2021: un salto grande de calidad

El Rexton ejemplifica a la perfección los intentos de la marca coreana de vender algo más que productos capaces y económicos.

Test drive Ssangyong Rexton 2021: un salto grande de calidad

El nuevo Rexton a la venta en Chile desde inicios de 2021 refleja fielmente la transformación que está teniendo la marca Ssangyong, en ese lento transitar desde el "Korean Can Do" de fines de los 70 e inicios de los 80 hasta convertirse en una marca con aspiraciones globales y fuertemente considerada en los principales mercados de orbe. Bueno, eso realmente no ha ocurrido, lo que en parte explica el duro momento económico de la marca coreana, metida en una reorganización judicial para evitar irse a bancarrota después de que su propietario Mahindra, decidiera no invertir un dólar más ella. 

El Rexton 2021 es un intento potente de elevar la percepción de marca, desde una confiable, capaz y, sobre todo, accesible, aunque a costa de calidad percibida y buenos diseños, a una refinada, tecnológica y competitiva. Es la línea que inició el propio Rexton 2017, y han seguido modelos como la Musso y el Korando.

Lo cierto es que desde ese interesante pero rudimentario SUV nacido en 2002 con tecnología licenciada por Mercedes-Benz a este elegante todoterreno lanzada en el país en marzo pasado, han pasado cuatro (o cinco) generaciones, lo que es todo un mundo para una marca que hoy por hoy sólo es fuerte en Corea, España, Australia y Chile. Apunta elevar sus propios estándares, competir más en serio con modelos de marcas japonesas, europeas y americanas, y finalmente dar ese salto que le permita reposicionarse más arriba en el mercado. 

El Rexton 2021 se comercializa en Chile en 8 versiones, tres de ellas con motor gasolinero y 5 con un mejorado turbodiésel, y con precios entre los $19.990.000 y $33.990.000. Sí, son precios caros, pero todos los autos han subido mucho. Es un crecimiento en precio de entre un 15% y 20% respecto de cuando se lanzó la generación anterior a fines de 2017. Son precios de una marca claramente reposicionada. 

Ssangyong Rexton 2021: construcción y exterior

Los grandes cambios constructivos en el Rexton se produjeron en 2017 cuando se lanzó la cuarta generación, y este modelo aparecido en Corea a fines de 2020 modifica algunos aspectos del diseño exterior e interior, refina todo lo que tiene que ver con el habitáculo, añade equipamientos nuevos y mejora algunos aspectos mecánicos, pero no son cambios realmente grandes.

Eso nos lleva a pensar si es un restyling de la cuarta generación, como se ha dicho en todos lados, o le creemos a la marca cuando nos habla de una quinta generación.

Como sea, la plataforma del Rexton 2021 es la misma anterior, un chasis de largueros con travesaños sumamente rígida y robusta, con semiejes que cuentan con suspensión indepeniente de anclajes multilink, espirales y estabilizadoras en las cuatro ruedas. Si bien son las características constructivas de un buen todoterreno, es también un vehículo pesado: son dos toneladas en seco (2.130 kilos en las versiones diesel 4x4) y un peso bruto vehicular de casi 3 toneladas en las versiones más equipadas.

Tiene cualidades para el manejo off-road: ofrece ángulos de ataque y salida de 20° y 22°, ventral de 20° y un despeje al piso de 224 mm. No son excepcionales para un 4x4 de batalla, pero sí supera en esto a buena parte del mercado de SUV con carrocería autoportante.

Las dimensiones tampoco han cambiado desde 2017: 4.850 mm de largo, 1.960 mm de ancho, 1.825 mm de alto y 2.865 mm entre los ejes. Si lo comparamos con algunos modelos similares en tamaño y prestaciones, es algo más pequeño que un Ford Explorer, un Honda Pilot y un Subaru Evoltis, y está a tono con un Jeep Grand Cherokee y un Toyota Land Cruiser Prado.

Respecto del diseño exterior, todos los cambios apuntan a hacerlo ver más elegante y de mayor valor. Y todo se concentra en el frontal, con una nueva parrilla octogonal mucho más grande, flanqueada por un borde cromado que la une a unos nuevos faros LED (de serie), una grilla con efecto diamantado muy moderno, y un parachoques más anguloso que tiende a ensanchar el auto.

Todo esto se une a atributos de robustez que venían de antes, como el capó alto y nervado, unos prominentes guardabarros, llantas de 17, 18 y 20 pulgadas (de nuevo diseño eso sí), un buen despeje visual, una cintura alta y barras de techo cromadas en determinadas versiones. Atrás hay menos novedad, salvo por el diseño interior en forma de T acostada de los faros (LED) y parachoques del color de la carrocería que esconde un nuevo difusor y una falsa doble salida de escape cromada.

Ssangyong Rexton: espacio interior

Si los cambios estéticos exteriores son poco profundos, ocurre lo mismo en el interior. Básicamente tenemos el mismo tablero que debutara en 2017, pero con nuevo volante y marcadores (que en nuestra versión era una generosa pantalla TFT de 12,3"), y una consola central totalmente rediseñada. Es más gruesa, renovó todos los elementos que estaban por encima (botonera, palanca de cambios, mando para el sistema de tracción), y añadió unas tapas correderas para tapar los huecos para dejar cosas.

Donde sí hay mejoras evidentes es en la materialidad y acabados, donde la marca se la juega por ofrecer una apreciación de calidad superior. Diría que en esta materia es el mejor Ssangyong al que me he subido, y ofrece una percepción similar al Honda Pilot y Jeep Grand Cherokee, y mejor que los otros modelos mencionados como competidores.

Los asientos son de nuevo diseño y ofrecen, dependiendo de la versión, tapiz de cuero con prespuntes a la vista, ajustes eléctricos con memoria, y climatización (frió y caliente), característica que en la versión tope de gama se extiende a los asientos traseros. La posición de manejo espectacular, el mullido de los asientos es muy agradable y sin duda permite hacer muchos kilómetros sin cansancio.

Las plazas traseras son amplias en todos los sentidos y permitirían sentarse a tres ocupantes. Hay lugar para la cabeza y las piernas, incluso espacio para meter los pies en caso de ser necesario, y la anchura al nivel de los hombros permite que tres asultos normales no se sientan apretados. El problema real es que el respaldo central es duro, ya que hay un apoyabrazos poco amigable. No es plaza recomendable para un adulto que reclame.

Ahhh, y los respaldos son reclinables para un viaje muy placentero. Este confort se complementa con las cortinillas de los vidrios laterales, las salidas de aire, los puertos USB de carga y el mencionado sistema de calefacción de asientos.

¿Y qué ocurre con la tercera fila de asientos? Es pequeña si la comparamos con otras, como la del Evoltis o la Pilot. Las piernas deben ir muy flectadas para no topar las rodillas, y aún así un adulto como yo entra apenas. Pero niños pueden ir. Lo probamos con dos de alrededor de 12 años y no iban mal. Lo peor es el acceso, que requiere de mover dos palancas, una para el respaldo y otra para levantar el asiento, para dejar un hueco que tampoco es tan grande.

Vamos más atrás: el maletero es de lo mejor del Rexton, ya que ofrece 641 litros por detrás de la segunda fila y 236 por detrás de la tercera (los respaldo se abaten mediante cintas, muy fácil). El piso es plano y la forma del espacio muy cuadrada, lo que facilita las labores de arreglar la carga.

Y dos consideraciones adicionales: el neumático de repuesto es de tamaño completo y con llanta de aleación, pero está anclado por debajo de la carrocería. Y el portalón es de accionamiento automático en ciertas versiones, pero no es manos libres.

Ssangyong Rexton 2021: equipamiento y seguridad

Quizás si el gran salto que dio Ssangyong con esta actualización es añadir más seguridad a todas sus versiones, y eso es más que bueno.

Este paquete incluye para todas las versiones seis airbags, freno de estacionamiento eléctrico con Autohold, ABS con EBD, control de estabilidad, asistente de arranque en pendiente, control de descenso, sistema activo antivuelco, control de estabilidad para remolque, anclajes ISOFIX, cámara de retroceso. 

El segundo nivel denominado GLX agrega sensores de estacionamiento delanteros y traseros, y la tercera, bautizado como Limited, suma airbags laterales traseros y de rodilla (9 en total), así como varias asistencias a la conducción: aviso de colisión frontal, frenado de emergencia, aviso de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril, asistente de luces altas/bajas y monitor de fatiga. 

Finalmente está nuestra unidad de pruebas denominada Limited Plus, que suma a todo lo anterior sensor de punto ciego, aviso de tráfico cruzado, control crucero adaptativo con función Stop & Go y cámara en 360 grados.

Vamos al equipamiento de confort: las versiones LX gasolineras ofrecen luces LED adelante y atrás, neblineros, llantas de aleación de 17", vidrios y espejos eléctricos, cierre centralizado con mando, aire acondicionado bizona, control crucero, volante multifunción forrado en cuero, sistema multimedia con pantalla táctil de 10", bluetooth y conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, 4 puertos USB, entre lo principal.

Las versiones intermedias GLX agregan smart key con botón de arranque, climatizador dual, salida de aire acondicionado en las tercera corrida, vidrios tinteados, llantas de 18", tapiz de ecocuero, luz diurna LED y barras de techo. La Limited normal agrega el mencionado cuadro de instrumentos digital de 12,3", una nueva dirección asistida eléctrica (las otras son hidráulicas), sensor de luz y lluvia, portalón eléctrico, tapiz de cuero, asientos delanteros con ajuste eléctrico, calefaccionados y ventilados y asientos traseros calefaccionados.

Finalmente, nuestra variante Limited Plus, suma memorias para el ajuste eléctrico del asiento del conductor, llantas de 20", sunroof y cargador inalámbrico de celular.

¿Qué extrañamos? Que las versiones LX tengan los sensores de retroceso y no sólo la cámara, así como tapiz de ecocuero (obvio, si parte en 20 millones) y el cargador inalámbrico. En nuestra unidad de pruebas creo que no le falta nada, salvo la apertura gestual del portalón.

Ssangyon Rexton 2021: mecánica y manejo

Las mayores novedades en materia mecánica es la mejora que recibe el motor de cuatro cilindros turbodiésel de 2.2 litros. Si en la generación 2017 este bloque erogaba 181 Hp y 420 Nm de par, esta vez sube a 202 Hp y 441 Nm entre 1.600 y 2.600 rpm, un incremento no menor.

Este bloque, además, estará asociado exclusivamente a una transmisión automática de 8 velocidades (se dice que de origen Hyundai), y que reemplaza a la anterior 7G-Tronic de Mercedes-Benz, así como al sistema de tracción total con modos 2H con tracción trasera, así como 4H y 4L (hay una versión diésel que es 4x2).

Para las versiones de entrada se mantiene el buen 2.0 turbo gasolinero, que genera 225 Hp y 350 Nm de par, y que se ofrece acoplado a una caja manual de 6 y tracción trasera, o automática de seis en versiones 4x2 y 4x4. Todas las cajas automáticas vienen con tres modos de funcionamiento: Normal, Sport y Winter.

El motor turbodiésel es enérgico en un rango amplio de revoluciones, pero no es tan dócil como otros motores ya que hay un empuje algo brusco (pega un zapatazo) cuando el turbo entra en funcionamiento. Hay que aprender a regular el pie en el acelerador para que baje la intensidad, pero no se elimina por completo.

A partir de ahí pareciera que el Rexton no pesa dos toneladas, ya que el motor empuja mucho y tiene una recuperación sobresaliente en el rango medio. La caja en esto juega un rol fundamental, ya que es lo suficientemente rápida para que el régimen no caíga y gestiona muy bien la entrega del motor, para que siempre lo sintamos que va "llenito".

¿El consumo? En carretera a 120 km/h nos dio alrededor de 12 km/litro, en nuestro ciclo urbano normal (con autopistas incluidas) anduvimos entre 9 y 10,5. Digamos que puede dar 10 con una conducción tranquila. Pero también puede dar 7 si le metemos con todo.

Este bloque es ruidoso, sí, especialmente en ralentí y si uno está parado afuera, pero muy poco de eso se filtra al interior. Quizás algo en aceleraciones más fuertes y prolongadas, pero no es más ruido que en muchos otros SUV diésel. Tampoco hay vibraciones en las manos, lo que habla del buen trabajo de la marca, porque el Rexton siempre fue vibrador.

La suspensión es dócil para ser confortable en todo tipo de superficies, pero tiene un tacto más asiático que americano, evitando los rebotes excesivos y esa sensación de auto flotante. Copia bien, amortigua todo y aísla la cabina de manera estupenda en carreteras y autopistas. Es muy confortable la verdad. Pero esto se paga si se enfrenan curvas más cerradas y con cierta velocidad. Ahí hay cargas de carrocería, rolido lateral y cebeceos, y se siente de verdad lo pesado que es el Rexton. Además hay un buen despeje que acrecienta esta sensación. 

La dirección mejora mucho con la asistencia eléctrica, es más rápida, pero sigue siendo un poco vaga. Lo que también es obvio considerando que la tracción es en el eje posterior.

Conclusiones

Buen auto el Ssangyong Rexton, uno de los mejores que he manejado en 2021. Un salto gigantesco si nos remitimos a los Rexton de principios de esta década. Ya había mejorado mucho con la llegada de la última generación en 2017 y ahora las mejoras realizadas convencen en serio. 

Si te gustan los todoterrenos con estructuras más rígidas y pensando en el 4x4, este es el mejor de todos, ya que sigue siendo muy capaz pero es más refinado en el día a día. Tiene un manejo suave y convincente y un motor generoso en entrega, aunque nl tanto en rendimiento. 

Es amplio por dentro y muy cómodo, además de que cuenta con un buen equipamiento. Diría que la mejor relación precio/producto está en las versiones GLX, pero la nuestra, la Limited Plus, es espectacular, especialmente por el gran apartado tecnológico que ofrece en seguridad. 

Eso sí, son 34 millones de pesos, y ahí hay muchos competidores capaces. ¿Las ventajas del Rexton? El equipamiento de seguridad, el enfoque off-road, el motor turbodiésel y el sistema de tracción. 

Test drive Ssangyong Rexton 2021

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