Xiaomi, el gigante tecnológico chino conocido en todo el mundo por sus teléfonos inteligentes accesibles, aún no ha lanzado ni un auto al mercado, pero ya tiene desafíos mayores en carpeta: quiere convertirse en uno de los cinco mayores fabricantes a nivel global en 10 a 15 años más.
Este desafío lo lanzó hace unos días el propio CEO de la compañía, Lei Jun, en la conferencia anual para inversionistas de Xiaomi. El ejecutivo indicó que dedicará la mitad de su tiempo a fabricar autos para la nueva compañía Xiaomi Auto, y que los plazos que se han fijado son los correctos.
Vale recordar que Xiaomi Automotive nace en septiembre de 2021 con una inversión de 1.390 millones de dólares, y pronto se puso la meta de vender 10 millones de unidades anuales, aunque sin fecha pronosticada para este ambicioso objetivo.
El primer modelo de Xiaomi saldrá a la venta en 2024, con develación esperada este mismo año, y la marca ya se encuentra en fase de pruebas dinámicas. Será un sedán 100% eléctrico de nombre código "Módena", que usará baterías Blade de BYD o Qilin de CATL, construido sobre una plataforma de 800V.
Las primeras imágenes del modelo ya fueron filtradas a través de internet.
El segundo modelo, con nombre código "Le Mans", llegará recién en 2025.
En todo este proceso de lanzamiento, Xiaomi Auto ha realizado una inversión tres veces mayor que la de otros fabricantes de automóviles, con unos 3.000 millones de yuanes, unos 500 millones de dólares. Para Lei Jun, la división de automóviles debería ser tan rentable que la de teléfonos móviles, y sólo superado por el negocio de software.
